CRISIS FRONTERIZA

La indolencia de la Guardia Venezolana con una embarazada

Una joven de 18 años perdió su bebé y quedó con daño cerebral severo después de que los militares del país vecino no le permitieran el paso a Arauca.

9 de octubre de 2015
| Foto: AFP / Luis Costa

Ni sus lágrimas, ni sus quejas, ni su protuberante barriga por los ocho meses de embarazo, fueron suficientes para que la Guardia Nacional Bolivariana permitiera que Raquel Rincón, una colombiana de 18 años, pasara del estado de Apure (Venezuela) hasta Arauca.

Raquel estaba muy adolorida. Desde el miércoles en la noche su cabeza le empezó a doler de manera exagerada. Con cada minuto que pasaba, su dolor se acrecentaba. Fue por eso que, aunque vivía en Guasdualito (Apure), la joven y su madre, Rosalba Márquez, decidieron buscar un medio de transporte para ir en la mañana del jueves al Hospital San Vicente en Arauca.

Llegar no fue fácil. Los militares de la guardia venezolana no permitieron que el vehículo que llevaba a estas dos mujeres pasara la frontera. ¿La razón? Está cerrada desde el pasado 19 de agosto cuando el presidente del país vecino, Nicolás Maduro, decretó el estado de excepción para combatir -según su gobierno- el contrabando y el paramilitarismo.

Basados en eso, los uniformados no permitían el paso y la situación cada vez era más dramática. Llevaba menos de 20 minutos en el puente internacional José Antonio Páez -que divide los dos países-, y la joven empezó a convulsionar. Lo más alarmante es que ni así las autoridades se inmutaron para permitirles que continuaran hacia Arauca.

Ante el hecho de no poder hacer nada, llamaron a una ambulancia para que recogiera a Raquel. Sin embargo, el servicio de urgencias nunca llegó.

Fue así como, después de casi una hora y de haber convulsionado unas cinco veces, lograron atravesar la frontera. Cuando llegaron al hospital ya era demasiado tarde. La joven no solo perdió su bebé, sino que las convulsiones le ocasionaron un daño cerebral severo.

La madre de la joven le explicó al medio local La Voz de Cinaruco de Arauca, que no pudo remitir a su hija a un hospital en San Cristóbal (Táchira), por la falta de medicamentos y por el paro continuo en que se encuentran los médicos, por lo que se le hizo más fácil su traslado al hospital colombiano.

Este viernes la joven se encontraba en estado crítico de salud y, por eso, fue trasladada de inmediato en un avión ambulancia a Bucaramanga.