POLÍTICA

“No tengo facultades para expulsar a Durán Silva”

Simón Gaviria, jefe del Partido Liberal, le responde al editorial de 'Arcadia'.

17 de junio de 2013
El representante y presidente del Partido Liberal Simón Gaviria (izq) espera el resultado del Comité de Ética en el caso del concejal Jorge Durán Silva. | Foto: SEMANA.

Luego de que el editorial de la reciente edición de la revista Arcadia le exigió “valentía” al jefe único del Partido Liberal y expulsar de la colectividad al concejal Jorge Durán Silva, por referirse a las lesbianas como “mujerzuelas”, en plena sesión del Concejo de Bogotá, Gaviria confesó que no tiene las facultades para tomar una determinación en ese sentido.

“No es un tema de voluntad o de valentía. Tenemos un debido proceso dentro del Partido Liberal que tengo la obligación de respetar”, explicó Gaviria al responder a la particular petición de la revista Arcadia.
 
El jefe de la colectividad roja dijo que desde el mismo momento en que se conocieron las declaraciones de Durán Silva, las "rechazó de forma contundente" a la vez que se le trasladó el caso al Comité de Ética del partido, que de forma inmediata abrió una investigación. "En el partido tenemos fijado un debido proceso con el cual debemos ser consecuentes".
 
La única formula jurídica con la que Gaviria estaría habilitado para firmar la expulsión de Durán Silva estaría en manos de la decisión del Comité de Ética, que además podría estar determinada también si se presentan decisiones judiciales en contra del concejal. La Fiscalía podría abrir una investigación contra Durán Silva en el marco de la Ley Antidiscriminación y la Procuraduría también estaría en facultades de adelantar un proceso disciplinario por la misma causa.
 
Gaviria también confiesa que no puede adoptar decisiones apresuradas hasta tanto no se agote el proceso que adelante el Comité de Ética porque le significarían posibles demandas. Recordó que en dos casos anteriores el Partido Liberal estuvo expuesto a expulsar a dos de sus dirigentes, incluso con órdenes de captura, pero que tras el debido proceso resultaron inocentes.
 
Gaviria trajo a la memoria los casos del senador Luis Fernando Velasco, quien fue capturado por presuntos vínculos por paramilitares, y el de Sigifredo López, a quien la Fiscalía ordenó detener porque supuestamente estaría vinculado en el secuestro de los diputados del valle. En ambos casos demostraron su inocencia y así lo determinó la justicia.
 
El jefe del liberalismo tuvo que hacerle un desagravio a Sigifredo, ya que en el momento en que la Fiscalía le dictó medida de aseguramiento, Gaviria le propuso al tribunal de ética del partido “suspender inmediatamente” al exdiputado. Eso es lo que el jefe del liberalismo no quiere repetir, a pesar de la presión que existe contra el concejal Durán Silva.
 
El jefe del liberalismo confió en que el Comité de Ética tomará la decisión que considere se debe aplicar al concejal, pero sólo al término de la investigación.
 
Arcadia, en su editorial argumenta: “¿Cómo es posible que ese personaje lleve 30 años en el Concejo de Bogotá? ¿Que sea un miembro del Partido Liberal? Eso es lo que nos deberíamos estar preguntando todos. Hombres y mujeres. Para un personaje cuya vida entera ha estado dedicada a los más ordinarios tejemanejes de la política electorera y del alegre oficio de los contratos, una llamada de atención de algún comité ético es una tontería más con la que lidiar. Un asunto que, si acaso, le quitará un par de días en vueltas y reuniones. A menos que Simón Gaviria tenga la valentía de expulsarlo del partido, que es lo que debe hacer”. 

“Pero es poco probable que las cosas lleguen a eso. El de la misoginia no es un tema importante en la agenda política, como lo demuestra el silencio del Gobierno y de la alta consejera. El grave problema del discurso del concejal Jorge Durán Silva se ha diluido en la anécdota porque los reclamos de las redes sociales no bastan. Twitter es un medio breve: en caracteres, y en el tiempo de duración de sus protestas y temas de discusión. Expone y liquida a la vez. No puede hacer más porque es un medio reactivo y emocional. El verdadero poder en estos asuntos todavía está en las acciones de los gobernantes”, concluye.