NACIÓN
Palacio de Justicia: ¿Hubo censura?
La exministra de Comunicaciones Noemí Sanín aseguró que durante la toma del Palacio de Justicia sólo se intentó que la labor de los medios no ocasionara un nuevo 'Bogotazo'.
Siempre que se habla de la toma del Palacio de Justicia se menciona con ira la mordaza que tuvo que sortear el periodismo para informar al país sobre lo que estaba ocurriendo. Se dice que la ministra de Comunicaciones de la época, Noemí Sanín, amenazó con cerrar o multar a las cadenas radiales y televisivas que no cumplieran una supuesta orden de censura. Ella lo negó.
"No hubo censura", dijo enérgica en el programa Semana en Vivo en la noche del jueves. Aseguró que lo único que hizo fue acudir a los directores de dos de las cadenas radiales más importantes de la época para pedirles más responsabilidad con la información, pero nunca para prohibirles que transmitieran información sobre la toma.
Añadió que periodistas de la talla de Yamid Amat y Juan Gossaín nunca habrían aceptado semejante privación. Sanín aseguró además que lo urgente era tratar de evitar que los ánimos se siguieran alborotando. Para ella, una experiencia de la que había que aprender era el 'Bogotazo'. Durante esa revuelta, ocurrida 37 años atrás, el poder de la radio y los mensajes invitando a la sublevación fueron decisivos.
Sin embargo, distinta es la versión que recogió la Comisión de la Verdad sobre lo ocurrido. En su completo informe publicado en el 2009, se advierte que Amat sí recibió una llamada en la que se le indicaba que era una orden y se le advertían las consecuencias de la desobediencia.
"Ella le dijo que aun cuando no había resolución, era una orden. Él contestó que lo haría si los demás medios lo hacían. La ministra le replicó que si no interrumpía, le ordenaría al Ejército que se tomara la emisora y apagara los transmisores".
A pesar de estos señalamientos, Sanín manifestó en el programa el gran dolor que lleva por lo ocurrido ese día. Una muestra de ello es que después de tantos años de silencio, haya decidido hablar de los acontecimientos que marcaron la historia del país.
Según ella, han sido muchas las tergiversaciones y falsedades que se han dicho en torno a su labor durante los hechos que tuvieron lugar el 6 y el 7 de noviembre de 1985. Aseguró que las supuestas circulares en las que el Ministerio de Comunicaciones a su cargo habría amenazado con cerrar las cadenas que transmitieran hechos racionados con la toma son completamente espurias. Esas directrices, asegura, nunca se expidieron.
Al ser interrogada sobre la transmisión de un partido de fútbol del campeonato rentado, que se transmitió durante la primera noche de la toma, dejó ver que no fue premeditado. Ese miércoles fue transmitido un compromiso entre Millonarios y Unión Magdalena, a pesar de que la costumbre de la época era televisar exclusivamente las fechas finales del torneo. Sin embargo, Sanín aseguró que la orden para Fernando Barrera, director de Inravisión, era continuar con la programación normal.
Al margen de si fue planeado o no, mientras ardía el lugar donde se concertaban las decisiones trascendentes de la justicia, en los televisores de los hogares colombianos se sintonizaba un juego de balompié.
La exministra trató de convencer a la opinión de que su propósito fue tratar de interceder ante los medios, para que el trabajo de los periodistas no entorpeciera las labores de rescate de decenas de personas. Aseguró que la televisión recibió varios flashes informativos.
Las explicaciones de Noemí Sanín, que parecen algo tardías, contrastan con los testimonios de la época. No son pocos los que aseguran que hubo una clara y palpable labor de censura. Sin embargo, el propio Yamid Amat sigue preguntándose ¿qué habría pasado si no callan a la radio?