El Ministerio de Agricultura y las Dignidades se acercan al primer acuerdo de las conversaciones durante el paro agrario, pero no todos los sectores quedaron conformes.
El punto es el de la refinanciación de cartera vencida. Este tema ya se había hablado en las movilizaciones del año anterior. En ese entonces, el Gobierno se comprometió a comprar las deudas vencidas que fueran menores de 20 millones de pesos y les daba a los campesinos 10 años para pagarlas, tres de ellos sin intereses.
Ahora el punto casi pactado es similar, sólo que el tiempo sin intereses se amplió a los 10 años.
Así las cosas, las solicitudes de los campesinos de ampliar ese espectro de deuda hasta 40 millones de pesos no han sido atendidas. Según Dignidad Agropecuaria, la compra de deuda de 20 millones de pesos sólo beneficia a un bajo porcentaje de los campesinos.
Dignidad Arrocera, por ejemplo, sostiene que en el caso de Meta, de 526 productores de arroz únicamente son dos los beneficiados.
El ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, se defiende argumentando que el 90 % de las deudas que tiene Finagro, el fondo que financia el sector y que compró la deuda al Banco Agrario, son menores de 20 millones de pesos. Además, asegura que el hecho de que el Gobierno sólo compre las carteras menores a ese valor no significa que los montos superiores queden descuidados y que estos se tratarán de otra manera.
El Gobierno cedió hasta ampliar los años sin intereses, pero en el monto de la deuda no ha concedido lo que los campesinos querían.
Por eso, hay sectores dentro de los campesinos que afirman que las negociaciones sobre ese punto no han terminado. César Pachón, líder de Dignidad Papera, afirmó mediante su cuenta de Facebook, que "aún no hubo acuerdo, falta voluntad política" y opinó que esas "son versiones que pone el mismo Gobierno para que la gente se desanime".
Así mismo, Óscar Gutiérrez, líder de Dignidad Cafetera en el Huila, dijo que lo que lograron el pasado lunes fue una propuesta que se sigue analizando.
Lizarralde, por su parte, asegura que el punto se resolvió y que el siguiente problema a tratar será el de los insumos para el agro. Este no será nada fácil, pues los campesinos sienten que es uno de los que menos han avanzado y al Gobierno no le queda sencillo controlar el precio de fertilizantes o plaguicidas, que es lo que piden las Dignidades.
Pero antes de pasar a dicho punto, debe haber un consenso entre si se acordó o no el primero. Lizarralde está cerrado en su banda y dice haber entendido que sí hubo pacto. Las Dignidades reiteran que sólo es una propuesta. El sinsabor permanece.