El expresidente Andrés Pastrana Arango reaccionó con indignación por el cargo del también expresidente Ernesto Samper Pizano en la Secretaría General de Unasur: “El anuncio del nombramiento cocinado en las trastiendas diplomáticas por la canciller colombiana de la mano de su amigo Nicolás Maduro marca un nuevo hito en un gobierno que abandera la corrupción, abiertamente en unos casos y eufemísticamente 'mermelada' en otros. Para este fin, el presidente Santos no puede haber encontrado mejor portavoz internacional que Ernesto Samper”.
Es tal la indignación exhibida por Pastrana, que en su carta abierta señaló como responsable a la ministra de Relaciones Exteriores, María Angela Holguín, pero optó por omitir su nombre. Sin embargo, hizo el énfasis en su cercanía con Maduro.
Precisamente en las últimas horas, el presidente de Venezuela anunció que el exmandatario colombiano Samper asumirá la Secretaría general de la Unasur en agosto próximo, en el marco de una reunión que se celebrará en Montevideo.
“Ya tenemos secretario general”, declaró Maduro a periodistas al confirmar que, como había adelantado Juan Manuel Santos, todos los miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) respaldan a Samper.
Según Maduro, “se trata de un nombre de peso en la región” y de un político “con profunda vocación latinoamericanista”.
Para Pastrana, Samper, que fue presidente entre 1994 y 1998 y que asumirá el cargo en la Unasur que estaba vacante desde agosto del año pasado, es otra cosa: es el hombre que 'compró' la Presidencia de la República con dineros de la mafia. “Ernesto Samper se dispone a presidir Unasur con el respaldo del presidente de Colombia, quien hasta el día de hoy no se ha retractado públicamente de una sola de las acusaciones que en su momento hiciese contra Samper por la compra de las elecciones presidenciales de 1994 con dineros del Cartel de Cali”.
Para Pastrana, no hay que olvidar lo hecho por Samper. “Cuando el cardenal Pedro Rubiano afirmó que le resultaba difícil creer que Ernesto Samper no había visto el elefante que se paseaba por la sala de su casa, expresó un sentimiento de indignación y vergüenza nacional”.
Y, menos, según él, cuando se trata del símbolo de la corrupción: “La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado comienza por la sanción social de sus miembros y asociados en el concierto delincuencial. El premio a Samper, quien además corrompió al Congreso para absolverse, es un mensaje errado del presidente Santos a los colombianos de bien y a la comunidad internacional que ha sido testigo del sacrificio de nuestra gente en esta sangrienta lucha”.