Entrevista
Periodista, conmovida con el caso Valentina Trespalacios, fingió estar muerta para evitar que su pareja la asesinara
La comunicadora hizo un llamado al presidente Petro y a la vicepresidenta Márquez.
El caso del homicidio de la DJ Valentina Trespalacios, presuntamente a manos de quien era su pareja sentimental, ha causado consternación en muchos sectores del país, por todo lo que ocurrió previo a que la joven de 23 años perdiera la vida, al punto que mientras se analizaba el caso en el programa de opinión La otra cara, de Cablenoticias, su directora Ana María Vélez no aguantara la indignación por los miles de comentarios que circularon en torno al caso y decidió hacer público un episodio similar que vivió en el año 2014.
“El sistema judicial, a mí, como Ana María Vélez, me falló en aquel momento. Las recomendaciones que me entregó aquel fiscal fueron difíciles para mí. Adicionalmente, la psicóloga que me atendió también me falló, haciéndome sentir culpable de lo que pasó. [...] ¡Estoy viva de milagro!”, expresó la comunicadora.
SEMANA contactó a Ana María, quien amplió su testimonio sobre lo sucedido y su reacción al hablar del caso de Valentina, e hizo un llamado al Gobierno nacional, específicamente al presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta, Francia Márquez, quien está en el Ministerio de la Igualdad.
En la transmisión del programa estaban haciendo un minuto a minuto de lo ocurrido con Valentina y al escuchar los datos revelados por la Fiscalía, en que se supo que el hombre “hacía presión con sus manos alrededor de su cuello, hasta causarle la muerte”, lo que significa que la artista murió por asfixia mecánica, la comunicadora decidió hablar.
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Fingió su muerte
En el año 2014 la agredió su pareja sentimental en la noche, en un apartamento, mientras estaban compartiendo los dos. Pero el sujeto se pasó de tragos y en medio de una discusión, se “alborotó”, se abalanzó con el peso de su cuerpo sobre ella y empezó a ahorcarla. En medio del forcejeo, Ana se hizo la muerta porque empezó a sentir que la respiración se le iba. Estrategia que le funcionó, pues él la soltó inmediatamente.
Ella empezó a gritar, llegó la Policía, la sacaron del apartamento y la llevaron a la casa donde ella vivía con su familia. Su mamá y su hermana la apoyaron y la calmaron. Al día siguiente, Ana María se miró al espejo y vio marcas en su cuello. “No podía creer que esa persona que todo el tiempo me decía ‘te amo’, mirándome a los ojos, es la misma persona que quiso acabar con mi vida”, expresó.
Para ese entonces llevaban 10 meses de novios. “Antes uno era más permisivo porque la sociedad era distinta. Se veía como normal los gritos, empujones y demás”. Sin embargo, ella sentía que muchas de las peleas que tenían eran porque él se sentía inferior a ella, debido a que en su profesión Vélez alcanzaba lo que se proponía.
“Ese tipo de cosas puede ser un detonante, porque genera en ellos ese complejo de inferioridad e inseguridades propias. Tanto, que terminan rebajando a la mujer, insultándola, y haciendo comentarios hirientes. Hace que su autoestima se vea menguada (la de la mujer). Uno termina sintiéndose chiquito”, afirmó.
Pero en ese “momento uno no lo ve con esa dimensión”, continuó diciendo. “Quiero ser enfática en que en aquel entonces yo no era consciente de que eso hoy estaría tipificado como un tema de intento de feminicidio, incluso para mí en ese momento era violencia intrafamiliar porque estos temas no estaban en auge como hoy en día”.
“Yo me remito a presentar la denuncia, a hacer los exámenes, me reciben la denuncia y, por la agresión, me dan 20 días de incapacidad. La Fiscalía me anuncia que en el proceso él tenía que presentarse también, pero eso coincide con que él no iba a estar unos días en Colombia (por trabajo), por lo que fui yo la que terminé yendo sola”, agregó.
La psicóloga responsabiliza a Ana María de la conducta de su pareja
“Yo terminé donde una psicóloga y esta psicóloga lo atendió a él, luego me toma por aparte sin que nos juntemos y me dice que yo tengo parte de la responsabilidad de lo que pasó esa noche, porque después de ella haber conversado con él, llega a la conclusión de que lo que yo le había dicho había tocado una de las heridas de su infancia y que si yo lo amaba tanto, tenía que participar en el proceso de ayudarle a sanar”, manifestó.
La psicóloga le dijo a Vélez: “‘Oye, pero él se queja porque tú también lo alcanzaste a rasguñar’; mi respuesta, obviamente fue decirle, ‘a ver, un hombre mayor que yo, grande, más pesado, de contextura gruesa, hace todo esto, pues ¿cuál será tu reacción?‚ normal defenderte, morder, rasguñando dependen de cómo está pasando?’”, expresó la periodista.
Cuando llega el momento de hablar ante el fiscal, él no estaba debido a que había viajado por un tema de trabajo, por lo que el funcionario le sugiere retirar la demanda, pues argumenta que normalmente en ese tipo de conflictos las parejas regresan. Ante lo cual, Ana María, cede.
Su expareja intenta volver con ella por todos los medios, convenciéndola de que regresen, con flores, chocolates y demás. Ana accede, deciden vivir juntos, y el hombre reincide en la conducta violenta, airándose en demasía con algunas cosas y llega el punto en el que Ana, en medio de una discusión, se va a la cama, boca abajo y se acuesta, y el sujeto se le pone encima y la golpea contra la almohada Esto fue determinante para que la comunicadora pusiera fin a la violenta relación.
Para ese entonces, ella cuenta con el apoyo de su familia y amigos, y deja al hombre, quien le pide que vuelvan, insistentemente, pero ella recurre a amenazas de tema legal como una caución y otras herramientas.
“Nos la va a entregar en un ataúd”
Ana María destaca una frase que su hermano le dijo a su mamá: “‘Él nos la va a entregar en un ataúd, hay que ayudarla para que ya logre tener la fortaleza de dejarlo’, eso, caló en mi corazón y dije, voy a terminar muerta, por lo que pude dejarlo, pese a que no es fácil”.
“Le pido a Dios que ojalá ninguna otra mujer haya caído en sus manos, yo creo que existen los milagros, ojalá la situación haya calado en él y no esté otra mujer en riesgo después de lo que pasó conmigo”, afirmó.
“Es la justicia la que tiene la vida de muchas mujeres en sus manos. De un buen fiscal, de una buena psicóloga, depende el peligro enorme al que está expuesta una mujer víctima y que logre salir del círculo, para que realmente la ayuden”, añadió.
Finalizó con un llamado al Gobierno del presidente Gustavo Petro y a la vicepresidenta Francia Márquez para que “se capacite a todos los profesionales encargados del tema. Nunca me imaginé todo lo que se venía, pero también le doy gracias a Dios, porque si esto en este momento es viral, y tiene un eco más grande del que yo me imaginé, bienvenido sea, que ese eco llegue a los oídos de los que tienen que llegar, en este caso el presidente de la República”.