“Le pedí a Santos acatar la justicia convencional”

El alcalde Gustavo Petro, quien ha insistido en que su suerte está en manos del presidente Juan Manuel Santos, se reunió con el mandatario en la Casa de Nariño este martes.

Petro no fue a pedirle respaldo frente a la destitución e inhabilidad que le impuso el procurador general Alejandro Ordóñez. Lo único que le pidió es que el jefe del Estado acate las decisiones de la justicia convencional, a las cuáles recurrirá en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el encuentro, que se extendió por espacio de hora y media, Petro insistió en que acudirá ante esta instancia internacional para exponer su caso, el cual ha calificado como un golpe de Estado y una violación a las garantías del ejercicio político.

Por eso, a su salida de la Casa de Nariño, explicó que el derecho está conformado por la las leyes, la Constitución y nuestros tratados internacionales que son ley por el Congreso. “Por eso todos estamos convocados a acatar las leyes y los tratados internacionales que suscribimos”.

Lo que busca Petro es que si la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordena medidas cautelares que puedan revertir el fallo disciplinario del procurador Ordóñez, el presidente las acate.

Ante esta petición el presidente Santos, según lo dejó entrever Petro, le dio la seguridad de que respetará cualquier decisión que adopte la CIDH. Incluso, antes del encuentro, el propio mandatario abrió esa posibilidad al señalar que "si la Comisión dicta medidas cautelares estoy obligado a cumplirlas".

Eso sí, Santos le aclaró a Petro que será neutral en medio de esta controversia entre el alcalde y el procurador. "No voy a tomar partido ni a favor ni en contra del alcalde ni del procurador; tomaré partido por la institucionalidad", dijo el mandatario.

El alcalde de Bogotá le insistió al jefe de Estado que no acepta los planteamientos de la Procuraduría en su fallo pues a su juicio son violatorios de las leyes nacionales y a los tratados internacionales. “Voy a pelear para que eso (el fallo) no se vuelva certeza jurídica en Colombia”.

Tras su encuentro con Santos, Petro reiteró que viajará a Washington para continuar con su estrategia para revertir el fallo del procurador, y volvió a insistir en que quien tiene la última palabra sobre su destitución es el presidente de la República.

El pasado 9 de diciembre, Ordóñez dictó la "muerte política" de Petro, medida que ha sido duramente criticada por la mayoría de los ciudadanos, así como por buena parte de los medios de comunicación y expertos constitucionalistas, por estimar que ha sido excesiva e incluso por tener tintes políticos al tratarse de un alcalde de izquierdas.

La cita de Santos con Petro se produjo después que el presidente mantuvo el lunes con el mismo Ordóñez, quien ostenta un puesto administrativo encargado de controlar a los funcionarios públicos, y con el fiscal general, Eduardo Montealegre, cuyo cargo es uno de los más importantes del poder judicial, ahora enfrentados por esta decisión.

Mientras que Petro considera que el presidente puede revertir la decisión tomada por el procurador, el ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, insistió que la tarea del Gobierno es ejecutar decisiones, pero en ningún caso investigar.