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Pickering se destapa

En franco diálogo con Semana.com, el ex subsecretario de Estado estadounidenses para Asuntos Políticos, Thomas Pickering, afirmó que los paramilitares no están midiendo las consecuencias de su reputación internacional...

18 de junio de 2001

Pickering quien manejó todo lo referente al Plan Colombia hasta hace poco tiempo, aseguró además que el país nunca debe votar en contra de los intereses de Estados Unidos.



Semana.com: Siempre se ha dicho que el Plan Colombia es un plan diseñado por Estados Unidos, es más, se dice que fue usted quien se lo inventó y luego lo impulsó en el Congreso. ¿Es eso cierto?

Thomas Pickering: Eso no es verdad. El Plan Colombia fue inventado en Colombia con la ayuda y el apoyo de algunos estadounidenses, pero todos los elementos del paquete de ayuda estaban creados en Colombia desde el principio. La primera vez que yo fui encontré que ya había mucho adelantado que correspondía netamente a las necesidades colombianas y simplemente se decidieron unas prioridades para la ayuda por parte de Estados Unidos: la primera era la lucha contra las drogas; la segunda, la lucha contra el terrorismo; la tercera, combatir el tema de la violación a los derechos humanos; la cuarta, el desarrollo social donde entraba el tema de sustitución de cultivos y desarrollo de la infraestructura, y, por último, el fortalecimiento del sistema judicial. Estos elementos fueron combinados con las propuestas que estaban desarrolladas desde el inicio en Colombia, se discutió en el gobierno de Estados Unidos, luego en el Congreso y finalmente se hizo la versión final el español basada en la experiencia colombiana.

Semana.com: La Iniciativa Regional Andina es considerada como la segunda fase del Plan Colombia. ¿Está usted de acuerdo con ella? ¿Participó usted en su diseño?

T P: Sí. Yo participé en la iniciativa porque eso se hizo antes de que terminara la administración Clinton y de que el Congreso apropiara la plata. Se hizo basado en el supuesto de que el problema colombiano estaba siendo afectado y estaba afectando a los países de la región como Ecuador, Perú y Bolivia. Sabíamos que el siguiente escenario en el tema de narcotráfico era coger a la región como un todo para atacar el problema de las drogas, claro que incluimos dentro de ese paquete a Brasil. Desde la administración anterior quedó claro que para 2002 Estados Unidos apoyaría a la región Andina para seguir en la lucha contra las drogas. Espero que durante la administración del presidente George Bush se le dé el mismo apoyo.

Semana.com: ¿Cómo ve al presidente Bush frente al tema de Colombia? ¿Cree que la nueva administración podría echar el Plan Colombia a la caneca?

T P: Este gobierno necesita tiempo para entender la situación colombiana y así poder tomar las decisiones pertinentes, pero podría casi asegurar que el Plan Colombia, tal como está planteado, va a ser el centro de Estados Unidos, frente al tema colombiano, durante los próximos años.

Semana.com: Usted se ha reunido con el secretario de Estado Collin Powell y con el general Barry McCaffrey para tratar el tema de Colombia. ¿Cuáles han sido las conclusiones?

T P: Desde que dejé de ser funcionario en la administración pasada, me reuní algunas veces con el secretario Collin Powel para tratar el tema colombiano. Las conclusiones de todas las reuniones fueron la prioridad que significa Colombia en la actualidad, la importancia de ser realistas y entender la necesidad inmediata de ayudar a Colombia. Todos estos encuentros fueron muy interesantes.

Semana.com: ¿Por qué cree usted que le molestó tanto al presidente Bush la votación de Colombia en favor de Palestina en las Naciones Unidas?

T P: Aunque ya no soy funcionario del gobierno, entiendo perfectamente la reacción que tuvo Estados Unidos con el voto de Colombia a favor de Palestina. Estados Unidos ha tenido un contacto muy fuerte con Colombia y mucho más en los últimos años, era obvio que esperaba un apoyo de Colombia en una votación donde se veían implicados los intereses estadounidenses. Yo entiendo que Colombia lleva muchos años comprometido con el voto de los países no alineados y que históricamente han votado a favor de Palestina, pero no tiene mucho sentido que con la actual relación que tiene con Estados Unidos voten en contra de sus intereses.

Semana.com: ¿Cuáles podrían ser las implicaciones de esto?

T P: Este episodio ya pertenece al pasado y no creo que se vayan a ver consecuencias serias con este tema. Posiblemente lo que sí debe hacerse es fortalecer la comunicación entre el gobierno de Estados Unidos y Colombia porque seguramente no ha sido suficiente, eso parece. Entiendo la decepción de la administración del presidente Bush y supongo que esperan que esto no vuelva a suceder, no antes de una discusión con el gobierno de Estados Unidos.

Semana.com: En días pasados, el Departamento de Estado publicó un informe en el que incluye a los paramilitares dentro de la lista de terroristas. ¿Cómo se puede interpretar eso?

T P: Esto quiere decir que no pueden tener plata en Estados Unidos y que los ciudadanos estadounidenses no pueden apoyarlos. Debe entenderse que es una categoría distinta a la de la guerrilla, porque los paramilitares no han atentado directamente contra ciudadanos gringos y por eso las instituciones estadounidenses no pueden perseguirlos, como sí lo puede hacer con guerrilleros. La decisión del Departamento de Estado es políticamente muy grave para los paramilitares, aunque judicialmente no tiene implicaciones como la guerrilla.

Semana.com: Algunos funcionarios dentro del Departamento de Estado han dicho que el gobierno tendrá que sentarse a la mesa a hablar con los paramilitares en algún momento. ¿Usted piensa igual?

T P: Yo pienso que si los paramilitares apoyan al Estado colombiano deberían entender que las masacres y los atropellos que cometen no ayudan en nada al proceso de paz y deben comprender que esto está acabando con la reputación que pueden tener en el mundo entero. Políticamente eso es muy inconveniente para este grupo. Viendo la historia de las negociaciones veo difícil que el gobierno se siente a conversar con ellos, sin embargo esa decisión es del presidente Andrés Pastrana.

Semana.com: Después de la captura de Fernandinho, a nadie le queda duda de que las Farc operan como un cartel. ¿Cree usted que Estados Unidos acepte que se negocie con una guerrilla que actúa como un cartel del narcotráfico, pero que a la vez tienen objetivos políticos?

T P: Es importante reconocer el gran trabajo que hizo el gobierno colombiano con la captura de Fernandiño. Se debe seguir investigando los vínculos entre las Farc y el narcotráfico, pero cualquier decisión que se tome, el gobierno de Estados Unidos apoya al presidente colombiano, Andrés Pastrana (aunque yo ya no soy funcionario del gobierno). Pastrana debe tomar las decisiones en el tema de la negociación con las Farc y el sistema judicial debe encargarse del tema ilícito de las drogas y actuar como es debido. Nosotros apoyamos al gobierno y a la ley colombiana y apoyamos el proceso de negociación con las Farc y con el ELN.

Semana.com: Qué tan factible cree usted que sea el que Colombia, o los países andinos en conjunto, firmen después de Chile un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos? ¿Lo ve posible?

T P: Esperamos que eso pase. Estamos apoyando ese esfuerzo pero creo que el presidente George Bush ha hecho mucho al respecto y ahora en la reunión de Quebec se le dio mucha importancia al tema de apoyar un acuerdo de libre comercio para Colombia y para América Latina. Creo que la administración Bush le está invirtiendo mucho esfuerzo a este tema.