ANTETITULO
Los caminos cruzados de Pastrana y Uribe, entre amores y odios
Perú vuelve al Mundial después de 36 años y Colombia celebra su regreso. Entre los dos países, entre las dos selecciones, siempre ha habido simpatía. Pero los peruanos nos han hecho sufrir, ¿recuerdan lo sucedido en 1975?
Aquellos que aterrizaron en el planeta fútbol hace dos, o incluso tres décadas, sienten por Perú esa simpatía solidaria que genera un amigo bonachón y esforzado que tiene buenas ideas, pero a quien, finalmente, nada le sale bien. La selección peruana (vieja amiga) estuvo ausente de los mundiales desde 1982. Sus posteriores participaciones en torneos internacionales fueron irregulares, y solo el año pasado, bajo la dirección del argentino Ricardo Gareca, pudo regresar a la copa del mundo.
Aunque los nuevos hinchas no lo sepan, Perú fue un adversario que en épocas remotas nos hizo sufrir y morder el polvo a los colombianos en más de una ocasión. Quizás el recuerdo doloroso más reciente es el de la tarde del 16 de julio de 2011, cuando nos eliminaron en los cuartos de final de la Copa América disputada en Argentina, por 2-0, en el alargue.
En casi un siglo de historias compartidas los peruanos han sido parte importante del fútbol nacional. Varias de sus grandes figuras de los años cuarenta, setenta y ochenta, militaron en equipos colombianos. El ejemplo más destacado de mitad del siglo XX fue el llamado ‘Rodillo Negro’ del Deportivo Cali, un tridente de ataque integrado por Guillermo Barbadillo, Valeriano López y Máximo ‘Vides’ Mosquera. América, Deportivo Independiente Medellín y el Millonarios de Pedernera y Di Stéfano, también contaron con brillantes futbolistas del Perú.
A finales de los sesenta brilló con luz propia Miguel el ‘Mago’ Loaiza, un virtuoso goleador que vistió la camiseta del Deportivo Cali. En esa década las grandes figuras de las selecciones peruanas que participaron en los mundiales de México 1970 y Argentina 1978, defendieron los colores de equipos colombianos. Por el Deportivo Independiente Medellín pasaron los legendarios Hugo Sotil y José Velásquez. El Atlético Nacional y luego el América de Cali, tuvieron en sus filas al gran mediocampista César Cueto, quien jugó en los mundiales de 1978 y 1982. Incluso por Santa Fe pasó, en 1980 y 1981, Ramón Mifflin, otro grande de México 70, quien vistió la casaca cardenal en el ocaso de su carrera.
Entrados los años ochenta, el Medellín contó con el defensor Jorge Olaechea y los delanteros Eduardo Malásquez y Franco Navarro. En esa década el Cali tuvo a Roberto Mosquera, otro muy hábil mediocampista. Y si de mundialistas se trata, Julio César Uribe llegó al Junior en 1986 y un año después estaba en el América. El volante de creación Juan Carlos Cabanillas pasó por Santa Fe en 1986 y, muchos años después, en 2004, el Deportivo Cali contrató al talentoso Roberto el ‘Chorrillano’ Palacio.
Amigos y verdugos
Los colombianos hemos tenido simpatía por la selección de la franja roja en diversas ocasiones. Tal vez el amor más sólido que sentimos por Perú llegó en el Mundial de México 70, donde el equipo de Teófilo Cubillas, que había eliminado a Argentina en Buenos Aires un año antes, mostró un fútbol muy vistoso en la primera fase y en el partido de cuartos de final, que perdió 4 a 2 ante el Brasil de Pelé.
Ocho años más tarde, en Argentina 1978, Colombia de nuevo apoyó a la selección peruana que sorprendió en la primera fase del torneo. Sin embargo, en las semifinales se desinfló y además sufrió una bochornosa goleada 6 a 0 ante Argentina, partido que llenó de sospechas a los hinchas y que convirtió en villanos a los que habían sido héroes una semana atrás.
Pero, lejos de las simpatías, Perú fue un rival que hizo sufrir a nuestra selección en un par de ocasiones. La primera fue la final de la Copa América de 1975, que exigió tres partidos. Colombia ganó 1 a 0 en Bogotá, perdió 2 a 0 en Lima y en el juego de desempate, que se celebró en Caracas, Perú se impuso 1 a 0. Este resultado fue un duro golpe para el país, que soñaba con ganar el primer torneo importante de su historia.
Seis años más tarde, de nuevo Perú borró la ilusión de que Colombia regresara a un Mundial. En la eliminatoria a España 1982, jugada un año antes, Perú empató a un gol en Bogotá y venció 2 a 0 en Lima. Uruguay fue la otra víctima de un equipo peruano que lucía extraordinario, pero que en España a duras penas logró empatar con Camerún e Italia, y se fue humillado del torneo tras caer goleado 5 a 1 ante Polonia.
Han pasado 36 años desde entonces. Perú regresa y despierta, otra vez, simpatía entre los colombianos. No solo por sus jugadores, sino también por el argentino Ricardo Gareca, su entrenador, quien dejó una honda huella como goleador del América en los años ochenta y luego como técnico de ese equipo y de Santa Fe. ¿Podrá Perú recuperar en Rusia su prestigio perdido? Ya dio el primer paso, que era volver a la copa del mundo.