NACIÓN
“Nunca habíamos estado tan cerca de la paz”
El presidente Juan Manuel Santos explicó el histórico acuerdo con las FARC en el punto de víctimas. Se mostró confiado en que en cuatro meses se pondrá fin al conflicto más antiguo del hemisferio.
Para el presidente Juan Manuel Santos, este 15 de diciembre, en La Habana, los negociadores del gobierno y de la guerrilla de las FARC, dieron “otro paso fundamental” para poner fin al conflicto armado, que ha desangrado al país durante más de medio siglo.
Santos se refería al acuerdo sobre el punto “más complejo” de la agenda de negociaciones, el de las víctimas, que a su vez incluye todo el capítulo de justicia, uno de los que más inquieta a los colombianos.
Con este acuerdo, ya son cuatro de los cinco puntos de la agenda resueltos, circunstancia que para el presidente colombiano demuestra que “es posible terminar el conflicto, como lo pactamos, a más tardar el 23 de marzo del próximo año. En menos de cuatro meses”.
Santos, en alocución presidencial, dijo que el proceso de paz, durante estos tres años, ha sido “serio, digno, realista y eficaz” y que no se ha puesto en juego ni en negociación el sistema democrático, el sistema político, el modelo económico, el futuro de las Fuerzas Militares, ni los derechos de los colombianos a la propiedad privada y a la libertad.
Por el contrario, recordó el mandatario, lo que ha buscado el gobierno es que las FARC cambien las balas por los votos, que el conflicto termine de una vez y para siempre, para que no haya más víctimas en el futuro.
Para el presidente, el gobierno y las FARC definieron los compromisos y mecanismos para satisfacer de la mejor manera posible los derechos de las víctimas a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición.
Santos subrayó que las FARC, por primera vez en su historia, se comprometieron a contribuir a la reparación de las víctimas.
Sobre la Comisión de la Verdad, dijo que será un organismo temporal y no judicial que se encargará de esclarecer todo cuanto ocurrió en el conflicto armado. “Las víctimas quieren justicia, pero lo que más quieren saber es la verdad”.
Esta Comisión, dijo el presidente Santos, será el escenario propicio para que los actores del conflicto reconozcan lo sucedido, respondan las dudas de las víctimas y enfrenten su responsabilidad. "Dentro de la verdad lo que más preocupa son las desapariciones para lo cual habrá una comisión de búsqueda e identificación", dijo el mandatario.
El mandatario también se refirió al capítulo de justicia, cuyas bases se pactaron el pasado 23 de septiembre, día de su apretón de manos con ‘Timochenko’, jefe de las FARC, pero que solo hasta hoy se reveló en su totalidad el contenido.
Ese acuerdo en materia de justicia crea un sistema especial, denominado Jurisdicción Especial para la Paz, que fue diseñado para lograr “el máximo de justicia que nos permita la paz”, según describió el mandatario.
En esta nueva alocución reiteró que aunque habrá amnistías e indultos, estos no cobijarán crímenes tan graves “que ni la ley ni nuestra conciencia permiten amnistiarlos”.
Santos hizo referencia a los crímenes de lesa humanidad y de guerra, como el genocidio, y a las graves violaciones a los Derechos Humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, como el secuestro, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición y el desplazamiento forzados, la tortura, la violencia sexual o el reclutamiento forzado de menores.
El presidente Santos explicó que los miembros de las FARC que participaron en los crímenes más graves y representativos estarán sujetos a sanciones, impuestas por el Tribunal de Paz, que significará una restricción efectiva de la libertad entre 5 y 8 años, complementada con la obligación de realizar obras y trabajos en beneficio de las víctimas.
El jefe de Estado también aprovechó para referirse a uno de los asuntos más controvertidos del acuerdo, y es la posibilidad de que agentes estatales también se acojan a la justicia transicional.
Según el mandatario la jurisdicción especial para la paz se podrá aplicar de manera simultánea a los agentes del Estado no pueden ser equiparados a la guerrilla. A los militares, dijo, se les va a aplicar el Derecho Internacional Humanitario que rige los conflictos armados. “No se volverá a cometer la injusticia de ver a los guerrilleros libres y a los militares presos”, garantizó Santos.
También advirtió que habrá algunos civiles que se han visto involucrados en delitos relacionados con el conflicto, por relación con algunas organizaciones ilegales. Sin embargo, aclaró que solo podrían ser juzgados desde que esa relación no haya sido resultado de coacción, es decir bajo amenazas o extorsiones.
El mandatario explicó que ahora lo que viene es alcanzar, lo más pronto posible, un cese al fuego bilateral y definitivo. Reiteró que las condiciones están dadas para ello, y que los negociadores se dediquen exclusivamente a culminar los acuerdos.
Santos también aprovechó para invitar a los colombianos a refrendar los acuerdos. Al recordar que el Congreso aprobó el plebiscito para la paz, reiteró su compromiso de que la última palabra la tendrán los colombianos.
“Quiero convocarlos a una amplia conversación de todos los sectores sociales. A que hablemos de paz en las ciudades y en los campos. Queremos hacer una paz amplia, una paz sin odios, una paz sin rencores, la paz de todos y con todos”, dijo en la alocución.
Por eso, aprovechó para enviarle un mensaje a los “amigos de la paz” y a sus “detractores”, para darle una oportunidad a la paz. “El año 2016 será el año en que Colombia vea un nuevo amanecer: el amanecer de un país sin guerra, sin conflicto, en el que Colombia, ojalá unida, avance hacia su máximo potencial”.