PROCESO DE PAZ

El primer paso para la incursión de las FARC a la política sin armas

Los negociadores de ambas partes estarán próximamente explicando los alcances del acuerdo de paz en los municipios donde se ubicarán las 23 zonas veredales.

6 de julio de 2016
Humberto de la Calle

El Gobierno y las FARC comienzan a abonar el terreno para el cese al fuego y la dejación de armas por parte de la guerrilla. Casi 15 días después de que los negociadores sellaron el fin del conflicto, entregaron parte del cronograma que seguirán para que el anuncio sea todo un hecho.

"Comenza la reintegración de las FARC a la política sin armas", dijo en su alocución el jefe del equipo negociador, tras el cierre de una nueva ronda de diálogos. ¿La razón? Las ampollas que despierta la inminente presencia de miembros de la guerrilla en el país.

Durante su intervención, De la Calle anunció que en los próximos días varios jefes de las FARC, junto a miembros del Gobierno, estarán en los municipios donde se ubicarán las 23 zonas veredales explicando los alcances del acuerdo de paz.  

El jefe negociador fue enfático en aclarar que no se trata de "una concesión a las FARC", sino de un permiso necesario para preparar la implementación de los acuerdos de cese al fuego y dejación de armas no sólo entre la población civil, sino entre los miembros de la guerrilla.

"Hay que entenderlo así. La presencia en los próximos días de dirigentes de las FARC en Colombia es también un paso hacía la terminación de la confrontación y el comienzo de la reintegración de las FARC a la política sin armas", dijo De la Calle.

Al anuncio se suma el viaje de varios integrantes de las FARC a la Habana, donde recibirán entrenamiento sobre las tareas que adelantarán los 180 días que se requerirá su apoyo en el proceso de verificación que lidera las Naciones Unidas.

"La fase del fin de la guerra. Estamos al borde de una nueva realidad. Esto es en serio. La oportunidad histórica de terminar el conflicto está ya sobre la mesa. Hay que prepararnos para la paz", agregó.

Es un hecho, el 10 de julio en Briceño (Antioquia), comienzan las adecuaciones para que el Gobierno y las FARC pongan a andar una de las estrategias de desescalimiento del conflicto: la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos.

Según informó De la Calle, dentro de cuatro días comenzará la tarea conjunta de cambiar la economía ilegal por nuevas líneas de producción.

"Habrá presencia de las FARC para reafirmar por boca de uno de sus dirigentes su decisión de cooperar con el Estado en la superación de este flagelo", puntualizó.