CORRUPCIÓN

Edwin Besaile, un gobernador en picada

La Procuraduría suspendió al mandatario de Córdoba, Edwin Besaile, y la Fiscalía pedirá a un juez, el próximo lunes, que lo encarcele por corrupción. La Justicia cuenta con estas cartas para procesarlo disciplinaria y penalmente.

20 de enero de 2018

Los hallazgos con los que la Procuraduría soportó la decisión de suspender a Edwin Besaile no son lo único que tiene contra la pared al gobernador de Córdoba. En los próximos días la Fiscalía también enfilará baterías contra el menor del clan político. Las recientes movidas afectan con fuerza a los hermanos Besaile Fayad. Mientras Edwin, ahora apartado de la Gobernación, prepara su defensa para evitar un carcelazo, el senador Musa observa la delicada situación desde la penitenciaría de La Picota. Nada de lo cual impide a su hermano Johnny seguir adelante con su campaña al Senado 2018.

El procurador Fernando Carrillo decidió el jueves sacar de su cargo a Edwin Besaile. El Ministerio Público le impuso una suspensión provisional de tres meses que puede prorrogar por otros tres. Lo hizo por cuenta del llamado cartel de la hemofilia, un fenómeno de corrupción inventado en Córdoba que se ha replicado en otros departamentos. Consiste en drenar cuantiosos recursos de la salud hacia bolsillos particulares al simular el pago de complejos tratamientos ‘recibidos’ por falsos pacientes que nunca han sido diagnosticados con patologías costosas, como la hemofilia.

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En el caso concreto, las autoridades documentaron que la Gobernación pagó a la IPS San José de la Sabana 1.525 millones de pesos por atender 14 pacientes presuntamente hemofílicos. Las indagaciones revelaron que algunos de los supuestos enfermos no existen o no tienen nada que ver con tratamientos de alta complejidad. “Nunca he recibido ni tratamiento ni medicamento alguno”, aseguró uno. El expediente también aporta el testimonio del médico hematólogo Luis Alfredo Meza, quien aseguró que alguien falseó su nombre y firma en las historias clínicas de falsos pacientes.

Tanto para la Procuraduría como para la Fiscalía resulta altamente sospechoso que el gobernador haya aprobado esos pagos, con vigencia 2016, cuando desde mucho antes se había destapado el escándalo del cartel de la hemofilia en los medios de comunicación y la Contraloría ya había emitido una alarma en el mismo sentido. Sobre ese punto, el exgobernador Alejandro Lyons martilló en su reciente entrevista con W Radio: “Los señores Besaile luego de que yo salí siguieron pagando las cuentas de hemofilia en 2016”.

El próximo lunes, cuando la Fiscalía formule imputación contra Edwin Besaile, presentará una evidencia que lo hunde aún más. SEMANA la conoció: se trata del testimonio rendido por el exgobernador Lyons, quien también está procesado por corrupción y adelanta conversaciones con la Justicia para obtener beneficios.

Lyons le explicó a la Fiscalía que supo de la corruptela en torno a los tratamientos de hemofilia desde 2013 cuando era gobernador, puesto que ganó con el apoyo determinante de los hermanos Besaile Fayad. Lyons asegura que ese año conoció a Guillermo Pérez, quien decía tener experiencia en tratamientos de hemofilia y que su Gobernación contrató con este esos servicios médicos. Y agregó: “Pérez me mandó 100 millones de pesos. El mensaje tácito era claro, ya se le habían pagado unas cuentas cercanas a 1.000 millones de pesos, o sea que me estaba mandando el 10 por ciento sin que nadie se lo pidiera, pero con eso aseguraba que no lo sacaran. Era claro a partir de ahí que mientras este señor fuera prestador de esos servicios, me iba a mandar dinero”.

Y fue más allá. Lyons aseguró que entre 2013 y 2015 recibió 4.000 millones de pesos enviados por el contratista Pérez (hoy detenido). Efectivamente, la suma representa entre un 10 o 12 por ciento del total contratado por la Gobernación solo con esa cuenta de servicios. “De los 4.000 millones de pesos los cuales yo compartía con Musa Besaile, le entregué 600 millones en el año 2015 para un tema de la corte que expliqué en otra diligencia, y 2.100 millones que le entregué para la campaña a la Gobernación de su hermano Edwin Besaile”, aseguró. Lyons explicó que hicieron el desfalco departamental por dos vías: el cartel de la hemofilia y las regalías giradas para falsos proyectos de ciencia y tecnología.

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El testigo, cuyas revelaciones ya enviaron a la cárcel al senador Musa, anunció tener pagarés que implicarían al ahora suspendido gobernador: “Tengo documentos que respaldan el recibo del dinero por parte del gobernador Edwin Besaile”, dijo. La Fiscalía además cuenta con otros testigos que conocieron los intríngulis del poder político en Córdoba y que han aportado información clave. Con todas esas cartas la Fiscalía buscará probar la responsabilidad del gobernador.

El proceso penal tendrá dos partes. En una primera imputación programada para el lunes Edwin Besaile deberá responder por los delitos de peculado y concierto para delinquir en relación con el cartel de la hemofilia. El otro voluminoso expediente tiene que ver con lo referente a la supuesta financiación de su campaña con dineros producto de la corrupción. La Fiscalía programará otra diligencia para imputarle los delitos que de allí se desprendan.

Tras la suspensión, Edwin Besaile emitió un comunicado en el que dice que la medida viola su derecho de defensa y al debido proceso. Argumenta que en su contra solo hay “declaraciones de tipo retaliativo” y que desde hace dos meses, con aprobación del propio Ministerio Público, se había apartado de los asuntos que tuvieran que ver con los contratos departamentales para que la indagación preliminar avanzara sin su injerencia. Pero la Procuraduría considera que dado que todos los funcionarios de la Gobernación son subordinados de Besaile, es necesaria la medida provisional para salvaguardar la investigación, a la que también quedaron vinculados ocho directivos de la IPS San José de La Sabana.

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El paso de la Procuraduría supone acelerar los trámites y el expediente disciplinario deberá ser fallado en breve tiempo. De resultar una decisión sancionatoria, Besaile saldría definitivamente del cargo, y si eso ocurre antes del 30 de junio, habrá que convocar a nuevas elecciones. Si el eventual fallo se da después de esa fecha, el partido, La U, conservaría el cargo presentando una terna. En el fondo está en juego la continuidad de la casa Besaile en el poder de Córdoba.

Por otra parte, Edwin Besaile viajó a Bogotá el viernes y acudió al Tribunal Superior de Bogotá para tratar de aplazar la audiencia penal programada para el lunes. Al cierre de esta edición, el magistrado asignado, Hermes Darío Lara, no había definido si otorgaba el aplazamiento. Con este o no, está claro que el clan político de los Besaile Fayad tiene cada día más el agua al cuello, a tal punto que no se descarta que pueda naufragar