DENUNCIA

El bar que vendía su propia cocaína

Un video muestra al propietario de un sitio de entretenimiento en Bogotá mientras empaca el alucinógeno.

8 de abril de 2014
El propietario del bar Dark Club Bar Nudista, empacando cocaína. | Foto: Archivo Semana

Hace unos días, Semana.com publicó una exhaustiva investigación que revelaba el grave problema que enfrenta la localidad de Chapinero por el microtráfico, el licor adulterado y la lucha contra los bares que se cobijan bajo el manto de clubes, para abrir hasta el amanecer.

Desde el año pasado, la Alcaldía Local y la Policía de Bogotá han trabajado en conjunto para desmantelar estos establecimientos y la semana pasada dieron un nuevo golpe, esta vez, a las cabecillas de los bares.


Se trata de la captura de Nelson Jiménez Cuellar, dueño del establecimiento, Jeisson Duván Jiménez Orjuela y Jorge Andrés Martínez, quienes se dedicaban a comercializar estupefacientes en el sitio Dark Club Bar Nudista, el cual servía de fachada para la fabricación, tráfico y venta de drogas ilícitas.

Los tres hombres fueron capturados por el delito de fabricación, tráfico y porte de estupefacientes y destinación ilícita de inmuebles. Con la ley de seguridad ciudadana este delito da como mínimo ocho años de cárcel.

Semana.com tuvo acceso a un video que deja en evidencia al dueño del establecimiento, a quien se ve armando hábilmente unas papeletas, aparentemente, de cocaína. El material audiovisual, hace parte de las pruebas entregadas a las autoridades y de un proceso de investigación de casi un año a estos establecimientos.

El allanamiento del lugar estuvo a cargo del personal de estupefacientes de la Dijin, en el que encontraron en su interior 22.6 gramos de cocaína, una licuadora y una gramera, entre otros elementos que fueron incautados.

El asunto es enredado hasta en materia jurídica. En la localidad, existe una ‘mafia’ de abogados que modifican las figuras jurídicas de los bares, que pasan de establecimientos comerciales a supuestas asociaciones, sindicatos o clubes, para que sus puertas no puedan ser cerradas al amanecer y al convertirse en establecimientos privados, las autoridades quedan inhabilitadas para ejercer control.

Por lo tanto, el alcalde local Mauricio Jaramillo solicitó a la Fiscalía General de la Nación impulsar los trámites de extinción de dominio sobre estos inmuebles “para seguir dando golpes contundentes a estas estructuras delincuenciales”.

La crítica más fuerte que hacen las autoridades es que, todo el esfuerzo, parece en vano, pues sólo logran cierres temporales. Ya en febrero se había clausurado este establecimiento porque encontraron varias botellas de licor adulterado e incumplía normas sanitarias y locativas.