PROCESO DE PAZ
La amnistía abre el debate entre el Gobierno y las FARC
El Ejecutivo presentará un proyecto de ley en el Congreso para reglamentar este tema, la guerrilla asegura que no se trasladará a las zonas veredales sin seguridad jurídica.
Aunque el proceso de paz ha avanzado hasta un punto que algunos consideran de no retorno, aún quedan algunos puntos álgidos por definir, que si bien no romperán la negociación, sí demorarán la firma del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto. Los tiempos ya están en contra de las dos delegaciones, el plebiscito debe ser convocado lo más pronto posible y si las FARC tienen alguna esperanza de ver a ‘Simón Trinidad’ en libertad, deben acelerar el ritmo de la negociación porque Barack Obama dejará la Presidencia de Estados Unidos en pocos meses y no hay certeza de quién llegará a la Casa Blanca.
Uno de esos temas ‘complejos’ de la negociación es precisamente el de la amnistía, esa que ha sido el caballo de troya del uribismo y que las FARC han pedido insistentemente para desmovilizarse y empezar con el proceso de dejación de las armas.
En todas las negociaciones de paz se han aplicado leyes de amnistía para dejar atrás los delitos políticos y conexos, el proceso de La Habana no será la excepción y en ese caso el ‘perdón’ sería aplicado al delito de rebelión y otros relacionados con el conflicto, pero la discusión desde hace un tiempo está abierta porque se podría incluir el narcotráfico, siempre y cuando, como fuente de recaudo de dinero para el mantenimiento de las unidades guerrilleras.
“No habrá amnistía para los delitos más graves. Es una tradición colombiana que los delitos políticos y conexos puedan ser objeto de amnistía o indulto”, dijo Humberto de La Calle. Precisamente en el acuerdo que se logró entre las partes en el punto de justicia quedó pactado que en la Jurisdicción Especial de paz los delitos de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra no tendrán ese beneficio.
Pero como el tránsito de los guerrilleros a las zonas veredales y el proceso de dejación de armas prácticamente es un hecho, sorprendió la posición de las FARC sobre este tema porque piden claridad sobre esa ley para después movilizarse a las 23 zonas veredales y ocho puntos transitorios de normalización. “Es que sin amnistía no habría acuerdo final, es así de sencillo. Si no hay una ley de amnistía, no habría acuerdo final y si no hay esa firma, no habrá movilización hacia las zonas”, dijo el negociador de la guerrilla ‘Carlos Antonio Lozada’.
Por esa razón el jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de La Calle, reconoció que ese es un tema que está en otro frente de trabajo y que el Congreso será el encargado de reglamentar el asunto. “Estamos trabajando para definir los criterios de inclusión y exclusión, en la delegación hay actividad sobre ese tema para definir las características que constituyan un proyecto de ley para que el Congreso lo defina (…) El Gobierno tiene que anunciar que tiene la obligación de presentar esa iniciativa”, recalcó el negociador del ejecutivo.
Y ahí precisamente viene el enredo en La Habana porque esa ley que será presentada entraría dentro del paquete legislativo que se estudiará con el procedimiento expedito conocido como ‘fast track’, y esas normas especiales entrarán en vigencia sólo cuando se haya firmado el acuerdo final y se refrende lo pactado.
Justamente ese es el inconveniente porque los guerrilleros están pidiendo primero esa ley antes de moverse por las montañas del país. Ahora el trabajo del Gobierno será convencer a las FARC de que no se les incumplirán los compromisos adquiridos y relacionados con la amnistía para que pueda haber la movilización de las unidades guerrilleras a las zonas veredales.