Luis Ángel Villar, medico epidemiólogo y coordinador de una red de investigadores dedicados al estudio del dengue (Red AEDES), habla sobre los retos del país frente a estos dos virus que transmite el mismo mosquito. En agosto se realizará un curso internacional para educar a los grupos de control en salud sobre esta amenaza.
SEMANA: ¿Cuál es el panorama del dengue en el país?
L.A.V.: El dengue continúa siendo un problema importante de salud pública. Según las cifras oficiales, hasta mediados del año se han notificado 57.000 casos de dengue en el país, es decir, cerca de 2.000 semanales.
Esto genera muchas consultas de urgencias, hospitalizaciones e incapacidad laboral importante, por eso es de alto impacto social. Además puede causar la muerte. Ese año se han registrado alrededor de 140 casos fatales hasta finales de junio.
SEMANA: Comparado con otros años, ¿cómo vamos?
L. A.V.: De continuar la tendencia, este año se podría alcanzar un número similar de casos frente al año anterior y el doble de los casos registrados en el 2012.
SEMANA: ¿El virus aparece en ciertas épocas?
L.A.V.: Aunque la circulación del virus es constante en múltiples municipios del país, los períodos epidémicos se asocian a cambios climáticos como las temporadas de sequías prolongadas o de lluvias intensas.
SEMANA: ¿Donde se ven más casos de dengue en Colombia?
L.A.V.: Este año principalmente en las ciudades capitales de los departamentos de Santander Valle del Cauca, Huila, Meta, Norte Santander y Tolima.
SEMANA: ¿Cómo se diferencia el dengue de este nuevo virus llamado chikungunya? ¿Cuáles son las diferencias o similitudes entre ambos?
L.A.V.: El virus del chikungunya pertenece a una familia diferente a la del virus del dengue, pero ambos se transmiten a través del mismo mosquito, el Aedes, cuya variedad más común en Colombia es el aegypti. A pesar de que son virus distintos, la enfermedad se expresa igual al principio, con fiebre y dolor de cabeza, pero el chikungunya produce dolor severo en articulaciones de las manos y rodillas que puede incapacitar por días y semanas al enfermo. En el dengue el compromiso articular no es tan serio.
SEMANA: ¿Ambos pueden ser fatales?
L.A.V.: Una diferencia muy importante es que chikungunya rara vez es fatal, es decir, no compromete la vida del paciente y tiende a hacerse crónico, mientras que el dengue es agudo, de duración corta y puede causar la muerte.
SEMANA: ¿Por qué tanta alarma con el chikungunya?
L.A.V.: Porque es nuevo en América y la población es susceptible de sufrirlo, a diferencia del dengue, ante el cual muchos hemos estado ya expuestos así no hayamos tenido la enfermedad. Por lo tanto tenemos defensas. Con chikungunya no, y por eso cuando se introduce a un país puede producir muchos casos. En este semestre han ocurrido 350.000 casos de este virus en América, siendo el más patético el de República Dominicana, donde se han registrado hasta 30.000 casos nuevos cada semana.
SEMANA: ¿Pero es seguro que va a llegar?
L.A.V.: Es muy probable, si se considera la situación en los países vecinos donde se ha informado de casos. En Venezuela ya hay transmisión autóctona, que es cuando la persona se infecta sin salir del país. Además, aquí se dan las condiciones para transmitirlo: tenemos el mosquito.
SEMANA: ¿Cómo van a convivir estos dos virus, el del dengue y el chikungunya?
L.A.V.: De introducirse el chikungunya al país, donde haya el mosquito pueda haber transmisión simultánea de dengue. En este escenario, no hay que olvidar que el dengue puede causar la muerte, mientras que chikungunya rara vez es fatal. Por ello hay que estar alerta y preparados para no desatender el dengue por este nuevo virus. Cuando llegue, hay que tener claro que van a convivir.
SEMANA: ¿y estamos preparados para ambos?
L.A.V.: Se podría presentar un alto número de casos de chikungunya que pondrá en aprietos a los servicios de urgencia del país y por eso hay que anticipar la llegada, preparando al equipo de salud para que pueda discriminar bien cada caso y sepa manejarlo. La ventaja del chikungunya es que su atención es menos complicada, es ambulatoria y se trata con analgésicos, líquidos y reposo. En el dengue hay que identificar los signos de alarma: vómito, sangrado, dolor abdominal. No diferenciar esto puede hacer que el dengue se desatienda y aumente su severidad.
SEMANA: ¿Cuántos casos de chikungunya hay en Colombia?
L.A. V.: Hasta el momento las autoridades de salud no han informado el primer caso autóctono. Sólo hay un caso en Colombia, que llegó a Cali y venía de República Dominicana; es un caso importado. Pero el riesgo de que haya casos autóctonos es alto porque tenemos países vecinos con casos así, tenemos el vector y nuestra población no ha estado en contacto antes contra el virus.
SEMANA: ¿Cómo afectará el fenómeno del Niño en una posible epidemia de chikungunya y de dengue?
L.A.V.: Tendría condiciones excelentes para difundirse en la medida en que el mosquito prolifera por variables ambientales como temperatura más elevada y el agua limpia almacenada al descubierto, algo común en poblaciones donde no hay buen servicio de acueducto y sus habitantes deben recolectar agua para el consumo. Ahí es donde la hembra pone sus huevos.
SEMANA: ¿Qué puede hacer la gente para evitar una epidemias de ambos virus?
L.A.V.: Como ha recomendad el Instituto Nacional de Salud, las personas deben identificar en sus casas criaderos de mosquitos, como floreros o materas. Alrededor de sus casas o en colegios y oficinas también deben identificar lugares donde se almacena agua, como llantas, tanques o elementos inservibles. Si tiene tanque para el agua, hay que lavarlo y taparlo, y procurar mantener el patio libre de objetos que almacenen agua. La gente puede usar ropa larga y aplicarse repelente.
SEMANA: ¿Hay alguna manera de acabar con el mosquito?
L.A.V.: Hasta ahora erradicarlo ha sido un esfuerzo infructuoso, el mosquito se ha venido expandiendo, incluso ya hay en el sur de Florida, en Estados Unidos, y es por las temperaturas cambiantes y el calentamiento global, los problemas de provisión de agua, el déficit de acueducto y por los viajeros que llevan la infección de un lugar a otro. Por eso el control del dengue requiere una intervención integral de la sociedad y el Estado.
SEMANA: ¿Qué están haciendo ustedes los científicos para dar a conocer lo que saben a las personas responsables del tema?
L.A.V.: En el momento la comunidad académica puede apoyar activamente las actividades para promover estas prácticas y el manejo adecuado de los casos mediante actividades educativas. El papel nuestro es más con grupos que están frente al control y el cuidado del dengue.
SEMANA: ¿Tienen planeada alguna actividad?
L.A.V.: Del 13 al 16 de agosto se va a adelantar el Segundo Curso Internacional de Intervención Integral de Dengue, en Bucaramanga. Este curso tiene como objetivo proporcionar información para instrumentar de manera más efectiva las estrategias de control del dengue, como vigilar la aparición, la frecuencia de la enfermedad, diagnóstico en el laboratorio y control y vigilancia del vector. Es organizada por la red nacional de cooperación de investigadores en dengue Aedes, conformada por grupos de investigación en Colombia. El curso cuenta con el aval y la participación de la OPS, el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud.
SEMANA: ¿Quiénes vienen?
L.A.V.: Científicos de las universidades del Sur de Florida, Johns Hopkins, M.I. T. , y de un consorcio que se llama DVI, sigla que corresponde a Dengue Vaccination Iniciative, así como expertos del Instituto Pedro Kuri, de cuba.
SEMANA: Debería ser obligatorio…
L.A.V.: Sí, para quienes tienen a cargo la responsabilidad del control del dengue en el país. El curso es muy pertinente y ante las nuevas circunstancias ha tomado mayor importancia. En él se ha previsto realizar tres simposios: uno de preparación para la llegada del chikungunya, otro para estudiar qué factores explican la severidad del dengue y el final que es para ilustrarnos acerca de la toma de decisiones.
SEMANA: ¿Y se hablará de la introducción de una vacuna contra el dengue?
L.A.V.: Ya hay varios candidatos a vacuna, pero apenas se están dando a conocer los estudios de modo que está por verse la contribución que estas tendrán en el control de la transmisión del dengue. Es temprano para decir el efecto. En cualquier escenario, el control del mosquito, el diagnóstico oportuno de los casos y su adecuada atención continuarán siendo muy importantes.