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¿Qué opina María Isabel? ¿Se volvió a perder Petro?
Una prolongación de su visita a París despertó todo tipo de teorías. Se dijo primero que ocurrió una falla “técnico-aeroportuaria”. Luego, que fue por una reunión con una empresa fabricante de aviones de guerra. Aunque esta ocurrió, otras fuentes indican que el presidente protagonizó una de sus clásicas “perdidas”.
¿Qué estará opinando María Isabel hoy lunes 26 de junio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la visita del presidente Gustavo Petro a París, porque sorpresivamente fue extendida con una curiosidad: que el mandatario protagonizó una de sus clásicas perdidas, se desapareció durante un día.
En un comienzo se informó oficialmente que había sido por un cambio de agenda por razones de “orden técnico-aeroportuarias” que se hizo necesario posponer el vuelo presidencial. Me pregunto, ¿qué serán razones técnico-aeroportuarias?, ¿será que se dañó el avión o se dañó el aeropuerto de Catam?
Luego lo justificaron con la disculpa de que el presidente había tenido una reunión de última hora concretada con la compañía de aviación francesa que fabrica los aviones de combate Rafale, pero pues, ¿qué tan costoso puede salir tener parado el avión presidencial y a su tripulación de unas horas de más o un día más?
De pronto para llenar ese vacío es que ayer a la hora de las noticias de la noche se interrumpió la programación y, empacado de alocución presidencial, nos transmitieron una intervención vieja del presidente que había hecho en su visita ante el público colombiano en París. En ella hablaba de que los que habían marchado en su contra habían sido los esclavistas colombianos y que aquí la pelea es entre la señora de los tintos y el capitán, y populismos de esos que le encantan a él.
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Pero volvamos a la excusa oficial de la prolongación del viaje del presidente Petro que, en realidad, como les digo, se debió a una perdida. El Conpes era el que daba la autorización para reemplazar los aviones Kfir de la Fuerza Aérea y se venció el 31 de diciembre pasado, aunque el tema de la licitación había quedado a un lado volvió a aparecer en la reunión bilateral entre Petro y Emmanuel Macron, o sea el interés de que Colombia le compre aviones de guerra a Francia.
Pero el objeto de la reunión con la compañía no era concretar el negocio, sino conversar de la reforma agraria, porque el presidente exigiría que se invierta en ella, pues el país o la compañía de aviación que termine ganadora de la puja de la venta de los aviones de combate, que son además de la francesa tres más las interesadas, incluyendo una de Estados Unidos.
¿Pero al fin qué? ¿Vamos a comprar aviones de guerra o hacer reforma agraria o ambas? Y otra pregunta que no sobra, ¿hubo reunión con la empresa de aviones Rafale o no? En cualquier caso, según el diario, la compra se haría a finales de este gobierno, mientras los demás competidores patalean, claro. Y mientras tanto, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, que nunca sabe dónde está parado, reiteró que no hay ningún proceso de negociación por ahora en marcha.
Escuche aquí la otra opinión de María Isabel del día de hoy:
¿Qué opina María Isabel? Y ahora, a gobernar por decreto
Una declaratoria de la emergencia económica y social, de dudosa justificación, le permitirá al presidente gobernar por decreto. Y encontró la disculpa perfecta para que no se la tumben: una sentencia de la Corte Constitucional, sobre el “estado de cosas inconstitucional” en La Guajira.
¿Qué estará opinando María Isabel hoy lunes 26 de junio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la polémica declaración de “emergencia económica y social” que hizo el Gobierno para La Guajira, donde el Gobierno y sus ministros ―casi en pleno― se trasladará a gobernar una semana.
Que el Gobierno ponga una atención extraordinaria en La Guajira no tiene absolutamente nada de malo; por el contrario, es un gesto de justicia, una deuda por pagar. Lo malo es que el presidente utilice la disculpa de la “set”, como él dice, de la sed de los niños guajiros y la necesidad de la instalación de equipos para generar energía eólica para decretar esta emergencia económica y social.
Que, por cierto, es un objetivo ―este de la energía eólica― que la misma comunidad guajira ha obstaculizado hasta el punto de obligar a la empresa Enel a abandonar un proyecto muy interesante que ya se estaba desarrollando. Se dice que cada comunidad puede estar exigiendo sumas del orden de 25.000 millones para que den su permiso de avanzar en los proyectos de energía eólica, díganme, ¿así cómo?
Pero además, ni la sed de los niños, ni la falta de energía cumplen los requisitos de ser hecho sobreviniente, como le exige la Constitución para gobernar por decreto.
Pero la jugadita del Gobierno para justificar la declaración de emergencia económica, que así lo permite, es explicar que precisamente se trata de agilizar el cumplimiento de la sentencia de 30217 de la Corte Constitucional, que declaró el estado de cosas inconstitucionales frente a la protección especial de los derechos al agua, salud y alimentación de las comunidades indígenas wayuu en La Guajira.
La pregunta de fondo es si esta forma de gobernar por decreto, trasladando al Gobierno por una semana a determinados sitios del país ―porque La Guajira no será el único ni el último― lleva por ahí detrás su interés electoral, cuando ocurrirá en pleno semestre de campaña.