La verdadera historia del hombre que pateó a Sasha

Desde el mediodía del martes 16 las redes sociales y los medios de comunicación estallaron por cuenta del caso de Sasha, la perra labrador negra que apareció en un video siendo pateada por un hombre en un parqueadero. El tema creció como espuma y ha ocupado la atención de miles de personas en todo el país. 

Los videos del rescate del animal por parte de la Policía de Bogotá y las autoridades ambientales del distrito, las reacciones indignadas de las casi 400 personas que se apostaron a las afueras del conjunto donde estaba el animal fueron transmitidos y el traslado de Sasha hasta un centro de protección fueron tendencia y ocuparon parte de la agenda noticiosa casi en directo. Sin embargo, la pregunta que muchos aún se hacen es quién fue el hombre que aparece captado en las cámaras del sótano del edificio pateando en repetidas oportunidades a la indefensa Labrador. Semana.com revela de quién se trata.

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Cuando se conoció el caso por Twitter cerca de la una de la tarde del martes, y a lo largo del día, no fueron pocas las versiones que señalaban a los dueños de Sasha como los responsables de la agresión. Sin embargo esto no es así.

Los propietarios del animal son una joven pareja de ingenieros del Meta, quienes tienen a Sasha desde cachorra. La adoptaron a los pocos meses de nacida en 2012. La llevaron a Bogotá y desde hace cinco años vive con ellos en el conjunto de apartamentos en el norte de la capital.

Cuando el video se conoció por las redes y los medios, varios amigos de la pareja llamaron al ingeniero y le dijeron que viera el video porque la labrador se parecía a Sasha. Y en efecto sí era. Para ese momento la Policía ambiental ya había llegado a la torre y tras conseguir los datos de los inquilinos con la administración los llamaron para informarles que eran requeridos. Lo primero que les dijo el ingeniero a las autoridades es que iba en camino pero que no era él quien aparecía en el video.

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Cuando llegó en compañía de su esposa y abrió la puerta del apartamento para que los veterinarios del distrito y la Policía pudieran rescatar a Sasha, la labrador salió alegre. Hasta ese momento la joven pareja no entendía bien lo que estaba ocurriendo.

Cuando vieron detenidamente el video la pareja, y en especial la ingeniera, estalló en llanto. El hombre que pateaba salvajemente a la labrador era su hermano.

La mujer le contó a las autoridades que hace cerca de cuatro meses su hermano llegó a Bogotá a buscar trabajo y la pareja le permitió quedarse con ellos. Como los ingenieros trabajaban durante el día le recomendaron a su inquilino sacar a Sasha a hacer sus necesidades. Al llegar en las noches no notaban nada extraño ni veían marcas en la perra por lo cual nunca sospecharon que el hermano de la mujer maltrataba a Sasha mientras no estaban.

Para la pareja Sasha era como una hija, especialmente para ella. Por eso lloraba inconsolable al ver el maltrato que sufrió. Pero adicionalmente, su drama fue mayor al descubrir que era su propio hermano, al cual le había tendido la mano, quien era el agresor.

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La noche del martes fue especialmente tensa porque la muchedumbre que estaba en las afueras del conjunto así como varios de los vecinos del lugar los señalaban como los posibles responsables del ataque. Temieron incluso ser linchados o ser víctimas de alguna agresión física.

Las autoridades ambientales del Distrito y la Policía hicieron una primera revisión y evidenciaron que Sasha no tenía daño físico. Les notificaron que debían llevarla a un centro de protección, a lo cual accedió la pareja, además de averiguar cuáles deben ser los trámites que tienen que adelantar para recuperar la custodia.

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El caso quedó en manos de la Fiscalía, que imputará al hermano de la dueña de Sasha amparada en la Ley de maltrato animal. La pena oscila entre uno y tres años de prisión y una multa que va entre los 3 y 35 millones de pesos. Por tratarse de un delito excarcelable, menos de tres años, es muy poco probable que el agresor termine tras las rejas. El hombre que realizó el ataque ya no vive con ellos, quienes se debaten entre la decepción y la rabia de saber que él fue quien protagonizó el video que conmocionó las redes y al país durante dos días.