Quien fuera señalado de ser el otro hacker de los negociadores de paz participará en un reallity show.

NACIÓN

El hacker que participará en un ‘reality’

Se trata de Carlos Escobar, el mismo que fue señalado de ser socio del hacker Andrés Sepúlveda y quien le maneja las cuentas de Twitter a famosos, deportistas y políticos.

30 de diciembre de 2015

El próximo 12 de enero el Canal Caracol inicia un nuevo reality llamado Asia Express. En esta oportunidad 10 equipos, conformados por pareja, amigos novios o familiares, como dice la publicidad del canal, viajarán para enfrentar sus miedos y sobrevivir en el continente asiático con un (1) dólar al día.

“Más de 5.000 kilómetros y cuatro países serán epicentro de las difíciles competencias que afrontarán los colombianos que participarán en esta aventura, que al final dejará una pareja ganadora”, dice el avance sobre el programa.

Una de las parejas está conformada por Carlos Escobar y su hermana Lina, quienes se han declarado muy distintos, por lo que tendrán que luchar por sus diferencias para poder sobrevivir. Aunque muchos en Colombia no lo identifican, Carlos fue uno de los protagonistas del escándalo de los hacker en el país.

Fue mencionado por los medios de comunicación durante buen tiempo y, aunque muchos pensaron que terminaría enredado con la justicia, logró salir avante. Este hombre fue relacionado con Andrés Sepúlveda, quien se encuentra tras las rejas por el espionaje al proceso de paz.  

Escobar es el mismo que les maneja las cuentas de Twitter a famosos, deportistas y políticos. A mediados del 2014 se conoció que estuvo preso en Estados Unidos por delitos informáticos y las autoridades venezolanas lo señalaron de prácticamente haber realizado actividades de espionaje y saboteo informático en ese país. En Colombia se le han cuestionado sus vínculos con inteligencia militar.

Vive en Medellín y en junio del 2014 entregó una entrevista exclusiva para Semana, donde contó secretos como, por ejemplo, que es primo del extraditado paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco’. También cuenta sus vínculos con militares, como el general retirado Rito Alejo del Río, y detalles desconocidos de las campañas políticas en las que trabajó.

Semana.com reproduce en su totalidad la entrevista.

SEMANA: ¿Usted es el verdadero ‘hacker’ como se ha dicho en los medios?

CARLOS ESCOBAR: Ojalá poder tener las destrezas de un hacker. Yo creo que tienen que redefinir qué es eso. Yo soy un tipo que me apasioné por las redes sociales y me dediqué a eso en un momento de mi vida luego de un problema que tuve en Estados Unidos.

SEMANA: ¿Ese problema en Estados Unidos fue cuando usted ‘hackeó’ una entidad bancaria en ese país?

C. E.: Con un grupo de conocidos trabajábamos en temas de seguridad. Hicimos una intromisión a la seguridad del Bank of America, sacamos las bases de datos de unas tarjetas de crédito, cuando nos dimos cuenta de que habíamos cometido ese error. Pronto nos dimos cuenta de que era un delito federal.

SEMANA: ¿Usted fue condenado por eso?

C. E.: Estuve más o menos 23 meses preso. En la acusación en mi contra tenía ocho cargos y finalmente me condenaron por un único crimen que fue violar la seguridad de Estados Unidos. En julio del 2007 me deportaron.

SEMANA: ¿Cuándo llegó a Colombia deportado, qué hizo?

C. E.: Uno llega más desubicado que un berraco porque de informática ya uno no sabe nada. Me empiezo a meter en el cuento de las redes y se me da la oportunidad de ayudar con unos temas de traducción a la gente que estaba en Justicia y Paz.

SEMANA: ¿En ese trabajo con gente de Justicia y Paz usted le trabajó especialmente a alias ‘Macaco’?

C. E.: Sí. Macaco es un familiar lejano. Yo compartí con él cuando era pequeño. Cuando estuve en la cárcel en Estados Unidos me empiezan a llegar las revistas y yo leía cosas de él y no lo podía creer, que él fuera un jefe paramilitar. A mí me empezó a interesar eso. Cuando yo llego a Colombia solicité verlo y le dije que yo sabía cómo funcionaba el sistema federal. Yo le ayudaba a traducir documentos porque los abogados le decían muchas mentiras. Conocí a todos los que estaban en Justicia y Paz y los visitaba para hacer diligencias y les hacía las presentaciones que ellos usaban en las audiencias de justicia.

SEMANA: ¿’Macaco’ le pagaba por esos servicios?

C. E:
Sí, claro. Quinientos mil o un millón o dod millones, pero no era plata seria para uno hacer algo.

SEMANA: ¿Por cuánto tiempo fue ese trabajo con los paras?

C. E.:
Pudo haber sido unos cinco o seis meses. Después me fui para Buenos Aires a trabajar con unos amigos en desarrollo de software y andábamos metidos en temas de redes. Yo iba y venía y luego un amigo nos sacó un contrato para montar unas mallas de Wi-Fi en Venezuela.

SEMANA: Precisamente las autoridades venezolanas afirman que cuando usted estuvo en ese país cometió varios delitos, entre esos ‘hackear’ las cuentas de Pdvsa, e incluso la del propio Hugo Chávez, entre otros. ¿Por qué hizo eso?

C. E.:
No. Yo antes les ayudaba a ellos. Yo manejaba las páginas de ellos, de Chávez…

SEMANA: ¿Cuántas veces vio a Chávez, cómo era la relación con él?

C. E.:
Lo vi varias veces. Yo iba al Palacio de Miraflores e iba sin problema allá. Tenía relación con todos a nivel de tecnología. Era muy amigo del ministro de Comunicaciones.

SEMANA: ¿Tuvo relaciones con militares venezolanos?

C. E.:
Sí. Conocí a generales de la guardia venezolana. Pero más que todo era a nivel de tecnología… Nosotros sabíamos hacer como triangulaciones con teléfonos. Si nos daban un número, sabíamos qué se conversaba…

SEMANA: ¿Ese tipo de trabajos lo hacían para las autoridades venezolanas?

C. E.:
Sí. El trabajo era directamente con el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc )

SEMANA: Y si usted supuestamente trabajaba para el gobierno venezolano, ¿por qué lo acusan de hacer piratería informática en ese país?

C. E.:
A raíz de este problema de los hacker en Colombia pues obviamente allá hay un revuelto y siempre quieren salpicar a un colombiano y más si medio conoce a (Álvaro) Uribe.

SEMANA: ¿Cuál fue su relación con el expresidente Uribe?

C. E.: Yo empecé a ir a los talleres democráticos porque me gustaba. Él tuvo un problema con su Twitter y yo conocía a alguien que lo conocía. Le mandé decir al presidente qué tenía que hacer para solucionar el problema. Desde eso me cogieron en la buena.

SEMANA: ¿Desde cuándo lo conoce?

C. E.:
2012, 2013 y este año.

SEMANA: ¿Cuál fue el motivo de su última conversación con Uribe?

C. E.:
Pues es que el más sorprendido con este escándalo es él porque él no conocía a Andrés Sepúlveda. Y todas esas cosas que han dicho de mí, él no las sabía. Él me dijo: “Están diciendo que usted conoce a ese señor”. Y yo le respondí que no. “Que usted trabajó con él”. Y también le respondí que no.

SEMANA: ¿Usted trabajó en la pasada campaña del Centro Democrático?

C. E.:
No porque yo trabajé contratado por Pacho Santos antes de que ellos eligieran candidato. Y como no quedó Pacho, entonces quedé de enemigo de todos los del Centro Democrático. Le monté las páginas y le hice una asesoría.

SEMANA: El ‘hacker’ Andrés Sepúlveda dijo recientemente en una entrevista a SEMANA que usted desde esa campaña de Pacho Santos hizo guerra sucia y ‘hackeó’ a Óscar Iván Zuluaga. ¿Es cierto?

C. E.:
No es cierto. En redes no había que hacer guerra sucia.

SEMANA: ¿Usted trabajó con Andrés Sepúlveda?

C. E.:
Nunca. Yo conocía al hermano de él, a Lucho. Lo conocí en una agencia de publicidad. Me presentó a Andrés y no le caí bien por temas de egos. Lucho me dijo: “La esposa de mi hermano (Lina Luna) es la mano derecha de Óscar Iván. Venga y trabaja con ellos”. Yo les dije que a mí no me querían allá. Un día fui a la casa de Óscar Iván y me vio David Zuluaga y de inmediato dio la orden para que me sacaran.

SEMANA: ¿Por qué Sepúlveda dice que usted es clave y sabe muchos secretos de todo este escándalo y debería estar preso como él?

C. E.:
No sé. Me da pesar de él. No sé por qué tiene tanto odio contra mí. Él no tiene prueba de alguna relación conmigo. Ni estuve en las cosas por las que a él lo acusan. Yo no sé si es verdad que él hizo todas las cosas que dice que hizo. Una persona para hacer todo eso tiene que tener una capacidad ni la berraca. A mí me da vergüenza que digan que él es un hacker pues da pena con las personas que sí saben hacer cosas.

SEMANA: ¿Pero usted sí fue a la cárcel a visitar al general Rito Alejo del Río, como afirmó Sepúlveda?

C. E.:
Un amigo mío que es del mismo pueblo de Rito me invitó un día a visitarlo. Un día los hermanos y él me invitaron allá a desayunar con él tamal, y desde eso me volví amigo de él.

SEMANA: ¿Y de qué hablaba con el general Del Río?

C. E.:
Ese man es lo más chistoso del mundo. Contándonos historias de él, del hermano, hablaba de cosas del país, de lo que estaba pasando. Todavía si pudiera voy y lo visito. Es un señor que me cae muy bien.

SEMANA: ¿Qué contratos tuvo usted o su empresa Maverick con la fuerza pública?

C. E.:
Siempre dábamos asesorías. Con Maverick dimos dos o tres asesorías al Fudra y era más asesoría de seguridad en redes.

SEMANA: ¿En qué instalaciones militares estuvo?

C.E.:
En la escuela de comunicaciones del Ejército en Facatativá.

SEMANA: Hace pocos días el senador Armando Benedetti reveló el diario del ‘hacker’ Sepúlveda en donde estaban correos y cuentas chuzadas, etcétera ¿Qué sabe de ese diario?

C. E.:
No es el diario del hacker. Era una agenda mía con correos de mi oficina. Estaban las claves de clientes míos como el senador Jimmy Chamorro. No sé cómo llegó eso a manos de Benedetti. Yo tengo muchos exempleados enemigos y Benedetti me ha dado varias versiones de cómo la obtuvo. La letra no sé de quién es.

SEMANA: Usted tiene fama de engañar a sus clientes inflando las cuentas que asesora y de hacer un manejo poco ético de la información. ¿Qué tiene que decir al respecto?

C.E.:
Claro. Todo el mundo crea cuentas falsas para insultar, pero eso es normal para decir lo que uno cree que es malo.

SEMANA: Normal no es. Es una forma de injuriar, difamar y hacer guerra sucia. Prueba de ello son los ataques suyos con calumnias y mentiras contra Daniel Coronell. ¿Por qué lo atacó? ¿Por orden de quién?

C. E.:
Lo que yo hacía con Coronell es que me metía a Google, le buscaba cualquier cosa y ‘le tiro eso’. Yo lo hacía a motu proprio. A mí nadie me pagó. Ese man (Coronell) a mí no me ha hecho nada.

SEMANA: ¿Ese matoneo lo hace con otras personas?

C. E.:
Pues sí, claro.

SEMANA: ¿A quiénes?

C. E.:
Al principio, al que me jodiera. Ahora eso ya no es efectivo.

SEMANA: ¿Cuántos políticos y famosos asesora actualmente?

C. E.:
Más de 20.

SEMANA: ¿Y políticos ya no?

C. E.:
No. El último fue Benedetti. Ya canceló el contrato.

SEMANA: Su abogado ha pedido cita para ser oído en la Fiscalía. ¿Qué va a contar?

C. E.:
La verdad, lo que me pregunten lo puedo contestar.

SEMANA: ¿Va a aceptar que cometió algún delito?

C. E.:
Nunca he cometido un ilícito. Si algo aprendí cuando estuve preso en Estados Unidos es que ya estoy muy viejo para cometer más errores.