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¿Sabe usted por qué se celebra el Día de los Inocentes?

Cada 28 de diciembre se conmemora en Iberoamérica el día de los Santos Inocentes, una fecha en la que las monedas pegadas al piso y las galletas con crema de dientes son “el pan de cada día”. Sin embargo, muchos desconocen el origen de esta fecha.

28 de diciembre de 2017

Una soleada tarde de diciembre, un grupo de niños reunidos en una casa levantando el teléfono y preguntando, “¿allá lavan ropa? ”, son algunos de los recuerdos que para muchos cobran sentido en este día. Aunque no faltaba el regaño de la persona que contestaba al otro lado de la línea, no había nada que provocara más adrenalina que digitar números a diestra y siniestra a ver si algún inocente caía en la chanza.

La Real Academia Española define la palabra “inocente” de dos formas. La primera, como alguien cándido, sin malicia y que es fácil de engañar. Lo que explicaría por qué se acostumbra a jugar el tin tin corre corre, por qué abundan en los noticieros las “metidas de pata” de los presentadores o por qué es la única vez en el año en que deliberadamente se cambia la sal por el azúcar.

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En cambio, si se elige su otra significación - que hace referencia a alguien que no ha llegado a la edad de discreción - se podría pensar que la festividad está más relacionada con un niño que con una toma de pelo. Pero no. Lo cierto es que este día, que cuenta con más de 2.000 años de historia, tiene un génesis tan religioso como la nochebuena.

El día de los niños inocentes

La festividad está marcada por un amargo suceso que coincide con la visita que los Reyes Magos le hicieron a al niño Jesús. Según el evangelio de Mateo, el Rey Herodes, al sentirse burlado por estos personajes de Oriente que no regresaron para informarle sobre el recién nacido, se enfureció y mandó matar todos los menores de dos años en Belén.

Desde ese hecho, en conmemoración de los niños que perdieron la vida, la Iglesia Católica instauró la fecha. Luego, con los años pasó a ser el día en el que se tiene la oportunidad para jugarle bromas a ingenuos y despistados.

¿Entonces, por qué las bromas?

Las bromas, hoy manifestadas en burlas sanas y jocosas, se asocian a esta fiesta religiosa para recordar la burla de la cual fue víctima el rey Herodes cuando se quedó esperando a los Magos de Oriente para que le contaran lo que habían encontrado en la gruta de Belén.

“Quizás para animarnos y alegrar sanamente los días de fin de año, muchas veces cargados de tensión, son válidas estas bromas. Pero, realmente, debería ser una fecha para reflexionar sobre el compromiso con los valores humanos y cristianos para lograr mayores beneficios para nuestros niños en cuanto a educación, salud y bienestar integral para ellos”, afirma el padre Javier Marenco, director de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia.