Por segunda vez en esta semana, el presidente Juan Manuel Santos se dirigió al país para hacerle frente al paro agrario, pero en esta ocasión lo hizo para rechazar los desmanes de la jordana del pasado jueves y para anunciar las decisiones tomadas en el Consejo de Ministros. La conclusión principal fue la ordenarles a los ministros del Interior Fernando Carrillo y de Agricultura Francisco Estupiñán que regresen a Bogotá y que no estén más en la mesa de negociación con los voceros de los campesinos en Tunja (Boyacá).
“Hemos ofrecido cuatro soluciones concretas y cuando están a punto de cerrarse los acuerdos, alguien llama sorpresivamente y los instiga a aumentar las demandas, a acorrer la cerca y se echan para atrás”, aseguró Santos.
Según el mandatario, esta decisión se tomó luego de 100 horas de conversaciones en las que no se ha llegó a ningún acuerdo con los campesinos de Cundinamarca, Boyacá y Nariño que están en paro. Ellos mismos le aseguraron a Santos que una vez se tuviera el primer punto, levantarían los bloqueos en las vías.
“A pesar de las propuestas concretas, la única respuesta ha sido la dilatación de un acuerdo porque no han querido acordar, o tal vez porque no los dejan, y la paciencia se agota”, dijo el mandatario.
En este sentido, le solicitó a los ministros que regresen a la capital del país y que dejen las propuestas sobre la mesa para que los campesinos las analicen, pero sostuvo que el gobierno sigue dispuesto a dialogar con los sectores sociales.
Santos agregó que hay grupos interesados en que no se logre una solución al paro, que empezó el 19 de agosto, e hizo alusión a un sector político en específico. “El movimiento Marcha Patriótica no busca sino llevarnos a una situación sin salida para imponernos su propia agenda. No les importan los intereses de los campesinos”, expresó el presidente.
Decisiones en orden público
El presidente aseguró que desde la noche del jueves ordenó la militarización de Bogotá y de los municipios donde sea necesaria la presencia de los soldados.
Además, indicó que se destinaron 50.000 hombres de las Fuerzas Militares para que, junto con la Policía, vigilen la movilidad en las carreteras. Agregó que todos los aviones de la Fuerza Aérea están listos para ayudar a abastecer a las ciudades donde no están entrando los alimentos. “También habrá caravanas escoltadas para permitir el ingreso y la salida de los productos hacia y desde los centros urbanos”, expresó Santos.
Otra de las medidas para enfrentar los desórdenes ocurridos durante las marchas, es subir videos al portal de la Policía y a las redes sociales, donde se vean los actos vandálicos. “Vamos a desmantelar a un verdadero cartel de los vándalos. La recompensa es de hasta cinco millones de pesos por información que permita identificar, ubicar y judicializar a estos agentes de la violencia”, expresó Santos.
El presidente también aseguró que habrá una recompensa de hasta 10 millones de pesos por la información que permita identificar a las personas que obligan a ciertos sectores de campesinos a parar sus actividades y a protestar.
Como última medida, convocó para la tarde de este viernes a los alcaldes de las ciudades capitales y a los gobernadores para que coordinen un trabajo de seguridad y bienestar con el gobierno.