PROCESO
“No podemos dejar pasar esta oportunidad”
Sergio Jaramillo, comisionado de paz, advierte que si las FARC están pensando en impunidad, no habrá proceso de paz.
No es la primera vez que el alto comisionado de paz, Sergio Jaramillo, asegura que el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC atraviesa por “su punto más crítico”. Este miércoles volvió a calificar de esa forma la actualidad de la mesa de diálogo de La Habana, y lo hizo momentos antes de viajar a Cuba para estar al frente de una nueva ronda de negociaciones con los voceros de la guerrilla, que ya completan su ciclo número 33.
La diferencia, quizá, es que nunca antes se había oído a Jaramillo en un tono realista sobre el avance de las negociaciones, incluso contemplando la única posibilidad por la que el proceso pudiera fracasar. Pero también, el discurso que el comisionado de paz pronunció en la conferencia de Kofi Annan en Bogotá fue muy optimista: “Esta oportunidad (de alcanzar la paz) no la podemos dejar pasar”, y si no se firma la paz, probablemente vendrán décadas de pleitos judiciales y recriminaciones mutuas. “No hay otra opción”.
El punto crítico al que Jaramillo hizo referencia fue el de la justicia transicional y la comisión que esclarezca la verdad del conflicto colombiano. En materia de justicia, el alto comisionado dijo que los ojos del mundo están puestos en Colombia porque los eventuales acuerdos que se logren se convertirán en un estándar internacional en materia de justicia transicional.
Dijo que uno de los tres pilares de la paz será alcanzar en La Habana un “acuerdo razonable” en materia de justicia y garantía de los derechos de las víctimas. Jaramillo, en días en que los jefes guerrilleros desde Cuba han insistido en que buscan no pagar cárcel, fue muy concreto: “La guerrilla piensa que si no les garantizamos impunidad no van a dejar las armas. Si ese es el pensamiento no habrá acuerdo, no habrá paz”.
El comisionado también reiteró que el principal objetivo del Gobierno es que al final la comunidad internacional diga que “los colombianos hicieron el máximo de justicia posible para terminar el conflicto y ahora viven en paz”.
Otro de los puntos cruciales para Jaramillo es el del esclarecimiento de la verdad. “La verdad es la base de la paz”. Subrayó el gesto que tuvieron las FARC el año pasado de reconocer a las víctimas de la masacre de Bojayá (Chocó, 2002), pero reclamó “muchos más gestos de paz” por parte de la guerrilla.
A cambio, Jaramillo hizo un público reconocimiento de responsabilidades por parte del Estado. “No podemos decir que de nuestro lado no hay culpa, de nuestra parte vamos a reconocer más responsabilidades, si reconocemos de nuestro lado podemos exigirles mucho más a las FARC y eventualmente al ELN si ellos deciden entrar a un proceso de paz”.
Respecto al esclarecimiento de la verdad, Jaramillo por primera vez opinó sobre quiénes deben integrar la Comisión de la Verdad: debe convocar a toda la sociedad, “inclusive a los victimarios”. “Por qué no puede un ganadero de Córdoba decir que por presión, por obligación o si fue por convicción que apoyó a paramilitares y reconocerlo. Lo mismo un comerciante de Caquetá que haya sido presionado por las FARC”.