“Campañas eróticas”: Cuando el sexo mueve los votos

Por las redes sociales está rodando un audio que genera controversia. Con un ritmo de reggaetón de fondo, una voz de mujer simula un orgasmo mientras canta varias veces el 101 y, tras llegar al éxtasis, dice, sugestiva: Coalición Alternativa Santandereana.

Ese número y ese partido están inscritos en la lista a la Cámara por Santander, y quien los representa es Cindy Núñez, una trabajadora de la Universidad Industrial de ese departamento que grabó ese jingle como parte de su campaña para las elecciones del próximo 11 de marzo.

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Núñez parece haber logrado su objetivo, pues ha atraído la atención de los usuarios de esas plataformas. Pero también ha tenido que soportar críticas por utilizar esa estrategia electoral.

En un trino fijado en su cuenta en Twitter, Núñez cuestiona que la gente se aterre por escuchar un gemido, pero no por un balazo, un Odebrecht y un Reficar. Pero en los comentarios algunos le reprochan su ligereza e incluso su mal gusto.

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Pero en cuestión de estrategias con fines electorales el sexo no siempre es un asunto explícito. A veces solo se trata de aprovecharse de las aplicaciones de citas para hacer ruido entre los votantes. Este año Costa Rica también elegirá un nuevo presidente. Edgardo Araya, uno de los candidatos, abrió una cuenta de Tinder para acercarse a sus votantes. Según él, le pidió permiso a su esposa y en dos horas alcanzó 100 interacciones.

Durante la campaña de reelección de Barack Obama, la actriz Lena Dunham grabó un video en el que dice: Tu primera vez no debe ser con cualquiera. Tiene que ser un gran tipo. Mi primera vez votando fue increíble[…]. Entonces era una niña, ahora soy una mujer. Fui a la mesa electoral, corrí la cortina y voté a favor de Barack Obama”.

Igual que la candidata Núñez, el Partido Socialista de Catalunya también pensó que los orgasmos son una gran estrategia para atraer personas a las urnas. Durante la campaña para las elecciones de 2012, publicaron un video en el que una mujer tiene uno durante el momento en que deposita su voto. “Votar es un placer” dice al final.

Existen varios casos más. Por ejemplo, el de la candidata belga que prometía 400.000 felaciones a todo el que se lo pidiera. Aunque en realidad era una campaña para criticar las falsas promesas electorales, la publicidad logró posicionar la página web de su partido entre las más vistas por esos días en ese país europeo.

Caso aparte el de Ángela Villón Bustamante, una trabajadora sexual que en el 2016 aspiraba a llegar al Congreso del Perú por el Frente Amplio, y con el sugestivo mensaje de ser "una puta decente que hará del Congreso un burdel respetable". 

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En tiempos en que los políticos naufragan en líos de corrupción y las campañas electorales se ha convertido en un aburrimiento inevitable, muchos intentan atraer la atención de los esquivos votantes explotando la atracción natural hacia el sexo. Aunque no a todos les ha salido bien la estrategia, no hay duda de que han tenido mucha más atención que la mayoría de las campañas convencionales.