El alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, le ha aportado al país una visión muy particular de la violencia urbana: el epidemiológico; un enfoque que surge tanto de su formación académica como de su experiencia de vida.
Guerrero nació en Cali en 1938. Estudió Medicina en la Universidad del Valle y en 1962 entró a la Fundación Carvajal como director de los servicios médicos de los centros parroquiales. Luego se especializó en Salud Pública y obtuvo un doctorado en Epidemiología en la Universidad de Harvard. Posteriormente, asumiría la dirección ejecutiva de esta fundación.
En 1992 fue elegido alcalde de Cali y su mandato se destacó por el impulso a las campañas de cultura ciudadana y tolerancia a través del programa Desepaz (Desarrollo, Seguridad y Paz). Su enfoque epidemiológico de la violencia le permitió confrontar los estereotipos que asociaban la existencia de pandillas y los altos índices de homicidios solo con asuntos como el narcotráfico y el crimen organizados, y demostró que la marginalidad, la falta de educación y de oportunidades también están asociados a la violencia.
Su desempeño en el mundo académico ha sido destacado. Fue decano de la Facultad de Salud y rector de la Universidad del Valle, director del Hospital Universitario del Valle y asesor regional de Salud y Violencia de la Organización Panamericana de la Salud. También fundó la revista Colombia Médica y ha sido columnista en diversos diarios del país.
En 2000 promovió la fundación de la Corporación Vallenpaz y fue concejal de Cali por el Partido Conservador. En 2012 volvió a ser elegido como alcalde de su ciudad. En este año y medio Cali se ha convertido en una de las ciudades más interesantes para los inversionistas nacionales y extranjeros, dado el avance de su infraestructura y el clima de confianza que se respira en ella. Prueba de ello fue su desempeño como ciudad anfitriona de la Cumbre de la Alianza del Pacífico.