POLÍTICA

UP y Marcha Patriótica votarán por Santos

Los dos movimientos de izquierda se decantan por el candidato presidente. “Vamos a apoyar al candidato que abrió la puerta de la paz”.

29 de mayo de 2014
La UP decidió este jueves que se adherirá a la campaña de Juan Manuel Santos en un guiño por los diálogos de paz. | Foto: SEMANA

La Unión Patriótica (UP), el partido que sobrevivió a la más cruenta guerra de exterminio por parte de la extrema derecha en la historia del país, se sumó en las horas de este jueves a la candidatura presidencial de Juan Manuel Santos. “Vamos a apoyar al candidato que abrió la puerta de la paz y no a quién busca declarar de nuevo la guerra”, sentenciaron.

En la misma línea, Marcha Patriótica decidió también apoyar la reelección de Santos. El movimiento, que dirige Piedad Córdoba, lo apoyará porque considera que es la persona adecuada para terminar con éxito las negociaciones de paz en La Habana. “La paz es el gran anhelo del país. La paz tiene que ver con todo. Lograr la paz generará condiciones para por fin construir un nuevo país”, escribió la exsenadora en su cuenta de Twitter antes del trascendental anuncio.

La UP en claro, eso sí, que con Santos no tiene ninguna afinidad distinta a la paz. Consideran, empero, que el país está en una de sus etapas más cruciales y por eso optaron por apoyarlo: “La paz es el único punto en que estamos de acuerdo con Santos, lo demás va en contravía con nuestro programas”, dijo Aida Avella, presidenta de la UP al anunciar el apoyo a la campaña reeleccionista.

La decisión entraña una carga más simbólica que electoral. El partido está en plena reconstrucción y carece por ahora de caudal electoral. Sin embargo, su mensaje sí puede calar en los negociadores de las FARC en La Habana. La UP fue un movimiento creado a partir de los acuerdos de paz de esta guerrilla con la administración de Belisario Betancur. La idea original era preparar un movimiento civil en el que desembarcaran los desmovilizados de la insurgencia cuando se firmara un pacto de reconciliación para hacer política legal. Así, en 1985 nació la UP.

Sin embargo, surgieron escuadrones de la muerte de extrema derecha –financiados por narcotraficantes, sectores políticos y agentes del Ejército y la policía- que empezaron a asesinar a uno por uno de los militantes en una de las etapas más sangrientas de Colombia. Se estima que cerca de 5.000 de sus militantes fueron asesinados. Un verdadero horror en el mundo occidental. Dos candidatos presidenciales, los líderes Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa, 8 congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes, entre otros, fueron sometidos a exterminio físico y sistemático por los grupos paramilitares. Los sobrevivientes fueron forzados por las amenazas a abandonar el país.

A comienzos del año 2000 la UP intentó recuperarse para volver a participar en la vida política. En 2002, se quedó sin ninguna representación en el Congreso por lo que le fue suprimida la personería jurídica. En julio de 2013, el Consejo de Estado se la devolvió con un fallo en el que reconoció que las circunstancias de exterminio sistemático contra dirigentes y militantes del partido fue la causa para que no se presentaran a las elecciones y por tanto no obtuvieran la representación requerida.

En los últimos meses, sus pocos sobrevivientes empezaron a aglutinarse de nuevo. Aida Avella regresó al país después de casi 20 años de exilio. Participó en las elecciones presidenciales como llave vicepresidencial de Clara López. Los electores premiaron su esfuerzo con una votación altísima de casi dos millones de votos. Tras el éxito del pasado domingo, Avella volvió al seno de su colectividad y pidió votar por Santos. La propuesta fue aprobada por unanimidad. Se trata de una adhesión de enorme peso simbólico en momentos en que ambos candidatos, Santos y Zuluaga, se muestran como los hombres que pueden traer la paz al país.

En cuanto a la Marcha Patriótica también queda claro un enorme gesto de solidaridad con él pues durante su gobierno este movimiento organizó varias movilizaciones en contra de su políticas. Ahora, en este movimiento, consideran que es necesario guardar estas diferencias por ahora porque lo trascendental es reelegirlo para salvar el proceso de paz.
Así las cosas, con el apoyo de la UP y Marcha Patriótica, Santos conquista un sector de la izquierda con importante influencia especialmente en los sectores rurales del país.