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Con impermeable, Uribe asistió a la misa en Medellín

Rodeado de su familia, el expresidente participó de la ceremonia como un feligrés más. "Me esforzaré para mejorar mis flaquezas", le dijo al papa Francisco.

9 de septiembre de 2017
| Foto: Archivo Particular

Más de un millón de personas participaron en la misa que ofició el papa Francisco en Medellín. Bajo la lluvia y en medio de la multitud, el expresidente Álvaro Uribe Vélez se coló como un feligrés más.

De traje y protegido con un impermeable, el senador del Centro Democrático esperó la hora y media que duró la ceremonia en el Aeropuerto Olaya Herrera este sábado. 

Ceñido a su promesa, el exmandatario participa de los eventos que encabeza el máximo jerarca de la Iglesia católica, como lo han hecho millones de colombianos. Con esa impresión se quedaron muchos después de verlo parado en la calle 26, el miércoles de su arribo a tierras colombianas. 

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En la fotografía que cientos de sus seguidores comparten en las redes sociales, se ve al senador acompañado de su hijo Jerónimo, que está sentado delante de él. Mientras, el expresidente espera de pie acompañado de su escolta.

"Su santidad, muchas gracias por dejar impresiones en mi alma, me esforzaré para mejorar mis flaquezas", trinó Uribe minutos después de que terminó la ceremonia en la que Francisco lanzó un fuerte llamado a la Iglesia a renovarse, dejar el confort e involucrarse en la reconciliación en países como Colombia, que han sido castigados por la violencia.

"Ahora también la Iglesia es ‘zarandeada‘ por el Espíritu para que deje sus comodidades y sus apegos. La renovación no nos debe dar miedo", dijo el papa en la tercera misa multitudinaria que oficia en el marco de una visita de cinco días que concluirá este domingo en el puerto de Cartagena.

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Tanto el mensaje que compartió el expresidente, como la fotografía han provocado todo tipo de reacciones. Mientras muchos cibernautas aprovecharon la situación para reclamarle episodios de sus ocho años de Gobierno, por el contrario, sus seguidores destacaron la humildad que proyecta. A juicio de muchos, sabiendo que podría asistir a cada uno de los eventos como invitado de primera fila, el senador optó por ingresar como lo hacen todos los ciudadanos.

De hecho, hace una horas el exmandatario confesó su respeto por el sucesor de Pedro por lo que afirmó que ha sido prudente con su visita al país. “Lo único que hice fue publicar dos tuits de respeto, de devoción. Decir que estaríamos en actos litúrgicos, no en actos sociales”, dijo.

Y es que el senador fue uno de los ausentes a la bienvenida diplomática que el Gobierno le dio al sumo pontífice en la plaza de armas de la Casa de Nariño, a la cual fueron invitados los congresistas del Centro Democrático. Ninguno asistió.

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Desde la ciudad con más templos en Colombia, el papa pidió a los miembros de la Iglesia en el país que se involucren más con los más desfavorecidos aunque para "algunos eso parezca ensuciarse, mancharse".

"Se nos pide crecer en arrojo, en un coraje evangélico que brota de saber que son muchos los que tienen hambre, hambre de Dios, hambre de dignidad, porque han sido despojados", expresó.

La visita a esa región del país, tiene un significado especial para el papa, porque fue en esta ciudad donde la jerarquía católica de América Latina se comprometió en 1968 con la llamada "opción preferencial por los pobres".

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