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NACIÓN

Uribe y ‘Márquez’, ‘unidos’ en apoyo al paro cafetero

El expresidente y las FARC exhiben en público su solidaridad con la protesta de los caficultores.

27 de febrero de 2013

Los extremos se tocan. Las protestas de miles de caficultores colombianos continúan sin que se vislumbre un acuerdo sólido entre manifestantes y Gobierno.

Mientras el Ejecutivo anunció su voluntad de sentarse a dialogar solamente con la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) y presentó una comisión “independiente y plural” para “reformar el sector”, la contraparte muestra su entusiasmo porque cada hora que pasa suman más personas. Así, por ejemplo, Camilo Salazar, portavoz de los manifestantes, insiste en que “sigue llegando gente a los puntos de concentración, ya somos entre 70.000 y 80.000 en todo el país”.

Mientras esto sucede, otros actores ajenos al sector opinan, critican y hacen sus propios diagnósticos. En este terreno se presenta una sorprendente coincidencia entre dos históricos antagonistas: las FARC y el expresidente Álvaro Uribe Vélez coinciden en mostrar su “plena solidaridad” con los manifestantes.

En efecto, en una declaración de la guerrilla divulgada en La Habana sentenciaron: “Aunque el gobierno Santos pretenda que su política económica no es objeto de discusión en la mesa de La Habana, la realidad es que el pueblo colombiano la está rebatiendo con movilizaciones, paros y protestas, en todo el territorio nacional”.

El número 2 de las FARC y jefe de su equipo negociador en el diálogo de paz que se lleva a cabo en Cuba, Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, leyó el texto que manifiesta la solidaridad del grupo rebelde “con la lucha de los campesinos” y advierte de que “las exigencias populares en Colombia tienen que ser respondidas favorablemente”.

La guerrilla adjudica la crisis cafetera a “la desprotección impuesta por la política neoliberal a los campesinos productores de café en un contexto de precios internacionales desfavorables y de una sostenida sobrevaluación del peso frente al dólar”.

En ese sentido, recuerda que “en su discurso de posesión como presidente, Juan Manuel Santos prometió convertir a cada campesino colombiano en un próspero y sonriente Juan Valdés”.

La guerrilla se preguntó en La Habana: “¿Pero dónde está ese Juan Valdés de los cuentos de hadas? Está siendo perseguido por balas y gases lacrimógenos de los escuadrones represivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) en pueblos y carreteras del país, donde miles de caficultores protestan contra el abandono del sector”.

En una línea similar se ha mostrado Álvaro Uribe. El expresidente también expresó públicamente en las últimas horas su respaldo a la comunidad de miles de cafeteros concentrados y dijo que “tienen razón en su protesta”. Fue categórico: “He expresado mi apoyo a las reivindicaciones que están solicitando los cafeteros”, dijo el expresidente en declaraciones a la emisora Blu Radio.

Así las cosas, el paro, que se ha convertido en el mayor dolor de cabeza de estos días para el presidente Juan Manuel Santos, cuenta con el apoyo de dos enemigos acérrimos: la guerrilla de las FARC y Uribe.

Esta situación se presenta, en parte, por las declaraciones del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, quien en distintas intervenciones ha señalado tanto al expresidente como a la insurgencia de impulsar el movimiento. “El paro cafetero adelantado en varias zonas del país está infiltrado por las FARC”, sentenció en un momento. “Yo creo que el expresidente Uribe sí está haciendo política con la crisis cafetera”, argumentó en otro.

Uribe no se amilanó, sino que dijo que la emprendió contra Santos porque dice “cosas inexactas”, como que su acuerdo con los cafeteros había sido el primero, y recordó que en su gestión (2002-2010) ayudó al gremio con los precios de los fertilizantes. “Dijo que como ministro de Hacienda en el gobierno de Andrés Pastrana había dado recursos del Presupuesto Nacional para el precio cafetero, hasta ahí es cierto. Pero faltó a la verdad al decir que el gobierno mío los había quitado”, recalcó. Uribe agregó que su Gobierno amplió “apoyos a los cafeteros en el precio mínimo, alrededor de 650.000 pesos (unos 369 dólares) la carga” en el 2009.

¿Quién tiene la razón? Lo que en realidad es cierto es la dramática situación de los cafeteros que están afectados desde hace más de un año por bajos precios del grano, que en los últimos días se ubicó alrededor de 510.000 pesos (unos 283 dólares) frente al costo de producción de unos 700.000 (unos 388 dólares), lo que, unido a la revaluación del peso, los ha empobrecido.

Los cultivadores reclaman un precio justo del café y precios más bajos para los abonos y pesticidas, así como medidas más flexibles ante los embargos que han empezado a sufrir algunos propietarios en quiebra. Además, las fuertes lluvias en el país desde el 2010 y la plaga de la roya han disminuido la producción cafetera en Colombia, que el año pasado fue de casi 8.000 sacos de 60 kilogramos, frente al líder, Brasil, que produjo 50.826 sacos.