| Foto: Juan Carlos Sierra

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“Vamos a ganar la guerra contra la violencia”

Aníbal Gaviria, alcalde de Medellín, habló de los secretos de innovación de la capital antioqueña y de los retos que aún tiene como la inseguridad y la violencia.

2 de marzo de 2013

SEMANA: ¿Se necesitaba un concurso como este para que la Medellín innovadora saliera a relucir y dejara de ser eclipsada por las noticias de violencia e inseguridad?

Aníbal Gaviria:
El premio es una señal que nos indica que vamos por el camino indicado, que ratifica el respeto y admiración que en Colombia y en el exterior se siente por Medellín y por lo que hemos hecho. Estamos dejando un pasado doloroso y hoy somos una ciudad innovadora, pujante, creativa. Todavía falta mucho camino por recorrer para ser una ciudad equitativa, con más respeto por la vida y con más seguridad. Pero eso es en lo que tenemos que seguir trabajando e innovando.


SEMANA: ¿Muchos no entienden qué tiene de innovador Medellín como para ganarle a ciudades como Nueva York o Tel Aviv?

A.G.:
Este no es un concurso de quién tiene los mejores inventos o tecnologías. Busca encontrar las mejores ciudades que están innovando, trabajando para solucionar los problemas que afectan a sus habitantes, y eso es lo que estamos haciendo en Medellín. 

SEMANA: Uno de los hechos que destaca el premio es la caída significativa en los índices de criminalidad por las políticas locales agresivas. ¿Cuáles son?

A.G.:
Es una combinación de muchos factores, pero destacaría tres: uno de ellos es que llevamos el Estado a sectores donde no hacía presencia, con la construcción de colegios, parques, bibliotecas, jardines infantiles, metrocables y una batería de programas sociales que llevan a que la gente se reconcilie con la institucionalidad. El segundo, es la educación y la generación de oportunidades. Un ejemplo son las 25.000 becas que EPM tiene con universidades públicas y privadas para los jóvenes más pobres. Estamos convencidos de que la educación sigue siendo el mejor elevador social y el camino para cumplir los sueños; es la llave maestra para romper la inequidad y la desigualdad. Y el tercer factor es la innovación en seguridad. Estamos comprometidos, a través de la Empresa de Seguridad Urbana, no solo a mejorar la tecnología e innovar con ellas, sino en apoyar a las autoridades en su trabajo. En pocas semanas empezarán a funcionar los diez CAI móviles, estamos financiando 160 patrullas inteligentes y a la Fiscalía la apoyamos con dotación en tecnología e informática. En junio vamos a inaugurar el laboratorio de Criminalística más moderno de Colombia. 

SEMANA: Entonces ¿por qué le pega tan duro la inseguridad a Medellín y a su gestión?

A.G.:
La percepción de inseguridad no deja ver los avances que se han presentado en la ciudad. Las estadísticas y cifras lo demuestran. Los homicidios cayeron un 25 por ciento el año pasado. Sin embargo, eso no elimina otras realidades. Hay delitos que están en aumento como las microextorsiones y las barreras invisibles, que afectan la vida de las personas. Este año han ocurrido hechos horrorosos, como el asesinato de menores, que produce una angustia colectiva en la ciudad. Nuestro compromiso es capturar a los responsables. Estamos combatiendo estas manifestaciones violentas y lo seguiremos haciendo con determinación.

SEMANA: ¿Cómo se explica que en una ciudad que ha cambiado tanto siga existiendo la Oficina de Envigado, un vestigio de ese pasado que todos quieren olvidar?

A.G.:
Medellín le está ganando la batalla a la violencia, y va a triunfar. No le quepa la menor duda. ¿Cuánto demorará? Depende de la decisión con que actúen el gobierno local, el gobierno nacional y la sociedad. Y espero que sea en poco tiempo. Estoy seguro de que vamos a acabar con la Oficina de Envigado y con otras bandas criminales, que por cierto hoy en día son el mayor problema del país y lo será hacia el futuro. De lo que hagamos y del éxito que tengamos, depende el camino que se trace en otras ciudades.

SEMANA: ¿Qué fue lo que más les gustó de Medellín a los organizadores del premio?

A.G.:
Ellos estuvieron en diciembre y creo que les gustó todo: las escaleras eléctricas, el cable Santo Domingo, el Parque Arvi, la Biblioteca España y los jardines infantiles. Por la noche los invitamos a comer en un sitio cerca del río, donde llegan 1.500 o 2.000 patinadores. Visitaron el edificio de EPM y recorrieron los alumbrados navideños. Todo los impactó, sobre todo la alegría y el amor que tienen los habitantes con la ciudad.

SEMANA: ¿Qué papel jugó Empresas Públicas de Medellín en este reconocimiento?

A.G.:
Son un factor muy importante para la ciudad. De hecho, Medellín será la sede del Foro Urbano Mundial en 2014, porque para ONU Habitat, EPM es un modelo de que es posible tener una empresa pública, de categoría mundial, que presta unos servicios públicos de altísima calidad y que, además, reinvierte sus utilidades no solo en la capital antioqueña sino en las demás ciudades y zonas donde está.

SEMANA: ¿Cuál es la receta para que otros alcaldes del país y del mundo la copien?

A.G.:
Confieso que este concurso nos ayudó a descubrir nuestras fortalezas y a ver el futuro con más optimismo. Detrás hay una apuesta de ciudad, de varios gobiernos por la educación, por el conocimiento, por la cultura, por generar industrias creativas. Es un legado de muchas generaciones, de nuestros empresarios, de las universidades, de las cajas de compensación familiar, de los habitantes. Si algo nos caracteriza, es que somos una sociedad que se ha forjado en la adversidad.

SEMANA: ¿Pero se puede poner en pocas palabras?

A.G.:
Una receta es algo que simplifica y excluye. Pero para responder la clave está en tener varios buenos gobiernos sintonizados. Esa es la receta de la transformación, del éxito y de la metamorfosis de una sociedad. Un solo gobierno no puede hacer grandes cambios, pero varios buenos, transparentes, basados en la participación ciudadana, en el buen gobierno y en hacer cada uno su tarea, sí.

SEMANA: ¿Qué retos tiene la ciudad hacía el futuro?

A.G.:
Los retos de la seguridad, de la equidad, y de la institucionalidad. Ese último combinado con la legalidad. Si en los próximos diez años no hemos avanzado sustancialmente en el respeto por la vida, la libertad y la equidad, habremos perdido el tiempo.

SEMANA: ¿Pero no cree que en ese afán de hacer tantas cosas se cometen errores como cobrar al tiempo el predial con una valorización que subió de forma increíble?

A.G.:
Si hay algo que nos ha permitido crecer e innovar ha sido el compromiso de los habitantes con el pago de sus obligaciones. Estamos dispuestos a revisar los errores y a aliviar el pago, pero la ciudad requiere esos recursos.

SEMANA: ¿Y para qué se necesitan esos recursos?

A.G.:
Para seguir por la senda que nos ha permitido construir una mejor ciudad. Vamos a crear una jornada complementaria en los colegios, para que los niños, en vez de estar medio día o más solos en las calles, sigan aprendiendo. Queremos seguir innovando. Por ejemplo crear un monorriel que una, por el límite entre la ciudad y la zona rural, las estaciones de Santo Domingo con los futuros cables.

SEMANA: ¿Y cuál es la huella que va a dejar en esta ciudad innovadora?

A.G.:
No queremos simplemente administrar sino transformar, profundizar la metamorfosis de Medellín. En conclusión, seguir consolidándola como una ciudad modelo en Colombia y América Latina.