INVESTIGADORES EMÉRITOS 2014
Veinte héroes
Estos son 20 científicos eméritos que han dedicado una vida a la investigación en Colombia. Colciencias y SEMANA los exaltan con el Gran Premio Vida y Obra a los mejores investigadores eméritos de Colombia 2014.
Hacer ciencia en colombia es de quijotes. mucho más aún para un grupo de 20 científicos eméritos que comenzaron su carrera hace medio siglo, en un momento en que la investigación en el país apenas era incipiente. esos científicos, que hoy Colciencias y Semana reconocen con el premio Vida y obra, hicieron patria de una manera menos visible y tal vez más solitaria que otros colombianos. a muchos se les conoce más por fuera que aquí y un ejemplo de ello es maría cristina Ferro. aunque su nombre no es un referente científico dentro del público, como sí lo es Rodolfo Llinás, es reconocida en el mundo por haber descubierto el mosquito portador de la leishmaniasis. es más, este vector fue bautizado en honor a ella.
Este grupo fue seleccionado por Colciencias y Semana no solo por su extensa
producción de nuevo conocimiento sino por el impacto que su trabajo ha tenido en
la formación de una nueva generación de investigadores. Es el caso de Ángela
Restrepo, Carlos Dávila, Aureliano Hernández, para nombrar solo a algunos, que
ayudaron a darle vida a los programas de pregrado, maestría y doctorado en sus
áreas de estudio en diferentes universidades en Colombia. Otros también han
formado científicos en sus laboratorios, como Manuel Elkin Patarroyo, “que educó
a muchos colombianos y extranjeros sin un programa doctoral formal”, dice
Gabriela Delgado, directora de Fomento a la Investigación de Colciencias. En el
caso de Gonzalo Sánchez, por ejemplo, sus investigaciones han tenido un impacto
social pues de sus resultados se han formulado políticas públicas como la Ley de
Víctimas.
Un jurado internacional conformado por Alberto Ospina, primer
director de Colciencias; Jan Marco Müller, de la oficina científica de la
comisión europea; Cristian Samper, director de Wildlife Conservation Society;
Manuel Limonta, director de la Oficina Regional para Latinoamérica del
International Council for Science; Glaucius Oliva, presidente del Consejo
Nacional de Desarrollo Científico de Brasil y Félix de Moya, investigador
principal del grupo SCImago en España, fue el encargado de escoger a los siete
ganadores de una lista de 20 finalistas.
En el criterio de selección
ellos tuvieron en cuenta cuatro puntos: su trayectoria (60%), el nuevo
conocimiento aportado con sus investigaciones en su área de estudio (35%), la
formación de nuevos científicos (25%), y las distinciones y los reconocimientos
recibidos por su vida académica y científica (40%).
La convocatoria estuvo abierta durante más de un mes y entre los requisitos estaba tener al menos 65 años de edad, 20 años de actividad académica y científica en una institución colombiana, haber obtenido un doctorado o el equivalente en producción de nuevo conocimiento y haber transferido su conocimiento a nuevas generaciones.
Este ejercicio demostró que la mayoría de investigadores del país se
encuentra en las ciencias básicas mientras que en la categoría de ciencias Geo,
relacionadas con la tierra, el aire y el espacio, no se postularon
investigadores eméritos por lo cual dicha categoría se declaro
desierta.
Con este reconocimiento que recibieron el 4 de julio en una
ceremonia en Cartagena, Colciencias y SEMANA buscan exaltar ese trabajo. “Se
merecen este homenaje por haber sido pioneros en la investigación en el país”,
dice Paula Marcela Arias, directora de Colciencias. El premio también busca
promover a los científicos en su propia casa. Porque no todos los investigadores
se quedan en el país como lo hicieron ellos. Según Gabriela Delgado, 80 por
ciento de los científicos se van hoy a buscar mejores oportunidades en el
exterior debido a que en Colombia no tienen futuro. “Solo hay ofertas en
universidades públicas. En las privadas siempre está la excusa de falta de
recursos”, dice.
También es importante incentivar la ciencia en áreas vitales para el desarrollo de Colombia como la ingeniería, la geología y la salud.
Los retos, por lo tanto, son enormes. Se requiere de continuidad en las políticas para que se vea a la investigación como una fuerza de desarrollo; que las universidades, tanto las públicas como las privadas, tengan más presupuesto para ofrecer trabajo a los científicos y que la empresa privada abra espacios para ellos y así se dé la transferencia de conocimiento a la sociedad. Otro tema prioritario es abrirle espacios laborales para que puedan quedarse en el país.
Este homenaje a los pioneros, que abrieron camino con las uñas y saltaron obstáculos a punta de obstinación y terquedad, es un primer paso para ese cambio. El paso siguiente será que Colombia le abra las puertas a los futuros nuevos investigadores.
El jurado
Este es el grupo de expertos nacionales e internacionales de diferentes
áreas que tuvo en sus manos la difícil tarea de evaluar las hojas de vida de los
investigadores con mayor trayectoria en Colombia.