ESCÁNDALO
El gran fraude electoral en Chocó
Ante evidentes irregularidades, los escrutinios hechos fueron enviados a Bogotá para su revisión.
En varias regiones del país algunas curules a la Cámara de Representantes no se han definido por cuenta de posibles irregularidades en las elecciones del pasado 9 de marzo. Así ocurre en Chocó donde cada cuatro años hay denuncias a granel por fraude electoral. Allí la disputa es entre dos candidatos por el Partido de la U (Melania Valoys y Bernardo Flores Asprilla), Nilton Córdoba Manyoma quien representa los intereses del Partido Liberal y Edward Ecehomo Torres (hijo de Edgar Ulises Torres, condenado por parapolítica) candidato por el Partido Conservador.
La disputa se concentra por las dos curules asignadas al departamento. Según el preconteo de la Registraduría, el Partido Liberal y La U serían los dueños de estas curules. Los liberales se impusieron en las elecciones del pasado 9 de marzo y tendrían la curul en cabeza de Nilton Córdoba Manyoma, quien antes del escrutinio oficial ya contabilizaba 18.425 votos.
El segundo partido en adquirir el lugar del Chocó en la Cámara de Representantes es La U y en su interior dos candidatos se disputan esta curul. José Bernardo Florez Asprilla y Melania Valois Lozano quienes apenas están separados por 80 votos, según el preconteo. Florez Asprilla habría sacado 11.260 votos y Melania Valois 11.180.
Más complicado es el panorama para el Partido Conservador que tenía como su principal carta al hijo de Edgar Eulises Torres pero a pesar de su notable votación, 16.951 votos, la lista conservadora no superó a la de La U ni a la del Partido Liberal.
El panorama político regional no está claro. A la luz de algunas denuncias, en los municipios de Quibdó, Bojayá, Alto y Bajo Baudó y Río Sucio, fue donde ocurrieron las más aberrantes irregularidades. El tema fue evidenciado por miembros de la Red de Veedurías Ciudadanas quienes viajaron hasta la zona para conocer de cerca las denuncias.
¿Qué hallaron? Que en algunas mesas de esos municipios aparecieron, por ejemplo, votos de personas que no se encontraban en la región. También que a los candidatos, uno más que a otros, les aparecieron votos que no coincidían con los anotados en los formularios y, lo más desconcertante, es que en Bojayá, votaron hasta los muertos.
Bojayá es recordada porque fue allí donde los paramilitares y el frente 58 de las FARC disputaron una batalla el 2 de mayo de 2002 en la que la población quedó en la mitad del fuego cruzado. Cerca de 100 muertos quedaron tendidos en el poblado tras el estallido de un cilindro bomba en la iglesia a donde tuvieron que refugiarse los pobladores.
Los casos de este y los demás municipios fueron llevados a Bogotá para ser denunciados por la Red de Veedurías ante varios despachos por presunto fraude electoral. En total, los candidatos y sus apoderados presentaron 13 reclamaciones de los Partidos La U, Liberal, Conservador y MIRA que fueron aceptadas por los delegados del Consejo Nacional Electoral para el Departamento de Chocó.
Fue por las denuncias que esos delegados decidieron enviar las reclamaciones al Consejo Nacional Electoral en Bogotá para lo de su competencia. Lo hicieron con una aclaración: la entrega de las credenciales queda suspendida hasta tanto la entidad revise a fondo el asunto.
“El panorama de corrupción electoral en Chocó no puede ser más desolador. Todos los mecanismos de fraude fueron ejercitados en la fase preparatoria, durante y después de la jornada del 9 de marzo, así como en los escrutinios posteriores. Los muertos y desplazados votaron y los registradores cambiaron los resultados. Bolsas con los votos abiertas y jurados alteraron los resultados, una verdadera vergüenza. En algunos municipios hubo tanta disciplina electoral que el 90 % de los habilitados para votar, lo hicieron”, puntualizó Bustos.