La abstención, la gran triunfadora de las presidenciales

Las elecciones presidenciales siempre se han caracterizado por la alta abstención, que históricamente ha oscilado alrededor del 50 %. Muchos analistas, basados en los resultados la contienda legislativa, vaticinaban una abstención menor de la mitad del potencial electoral.

Sin embargo, la gran sorpresa de la jornada fue que llegó al 60 %, hecho que no había ocurrido desde la elecciones de 1994, cuando la abstención alcanzó el 66,23 %.

Por otra parte, el voto en blanco, esa opción que promovieron varios grupos de indignados, también se puede considerar triunfadora. A pesar de ubicarse en el sexto puesto, la votación ha sido histórica ya que obtuvo al alrededor de 768.000 votos, lo que representa el 6 %, algo nunca visto en otras elecciones presidenciales en las que el voto blanco oscilaba entre el 1 % y el 1,9 %.

Para varios analistas consultados por Semana.com, el aumento de los abstencionistas y del voto en blanco se debió a los escándalos de los últimos 20 días protagonizados por las campañas de Santos y Zuluaga y a la falta de debates públicos que dieran a conocer los programas de gobierno de los candidatos.

La supuesta entrada de dos millones de dólares a la campaña presidencial de Santos del 2010, la captura del hacker que trabajaba en la campaña de Zuluaga, minaron la confianza del votante en la democracia colombiana.

Además, el desprestigio de la política colombiana ha empezado a ser capitalizado por un grupo de indignados que desde las pasadas elecciones parlamentarias comenzaron a promover activamente el voto en blanco.

Al parecer, uno de los retos que tienen los candidatos Zuluaga y Santos en estos 20 días que restan para la segunda vuelta es devolverles la confianza a los electores y convencerlos de la pertinencia de sus programas de gobierno.