La Convención del Partido Conservador, de forma sorpresiva para muchos entendidos en la política, decidió presentar candidato propio para las elecciones presidenciales. La candidata será Marta Lucía Ramírez, quien ganó la convención con 1047 votos, tras una frustrada votación, luego del boicot al vocero de los parlamentarios, que pretendía defender la tesis de mantenerse en la Unidad Nacional. 1190 votos respaldaron tener candidato propio. 190 se expresaron a favor de apoyar un candidato de coalición.
Juan Manuel Santos fue el gran derrotado con la decisión mayoritaria. Las bases del partido se impusieron contra el músculo de los parlamentarios que apoyaban la reelección.
La Convención del Partido Conservador se convirtió en una auténtica trifulca. En el preciso momento en que el senador Roberto Gerlein iba a intervenir, una multitud de asistentes en el recinto principal del Centro de Convenciones de Bogotá boicoteó la intervención del dirigente.
Gerlein, quien es el cabeza de lista de candidatos al Senado del partido y ha sido uno de los dirigentes más respetados del partido, fue abucheado y abroncado cuando se subió a la tarima principal para intervenir en el debate. El veterano senador era el encargado de defender la postura de quienes respaldan que el partido haga parte de una coalición para las elecciones presidenciales, en otras palabras, que respalden la reelección del presidente Juan Manuel Santos.
El senador aseguró que nunca antes en un evento del Partido Conservador había tenido en riesgo hasta su integridad física. Exigió garantías a la Convención incluso amenazó con marcharse de la cumbre en compañía de los demás congresistas y de algunos directorios como el de Antioquia, uno de los más poderosos del partido, y dejar sin efecto lo que se decida en la cumbre. Con gritos de “fuera mermelados” el grupo más agitador entre los convencionistas impidió la intervención de Gerlein.
“Esto me recuerda la guacherna del carnaval de Barranquilla”, decía Gerlein, quien responsabilizó a Marta Lucía Ramírez por el boicot a su intervención. “Marta Lucía debería calmar su ejército de agitadores. Si no nos respetan, ¿cómo vamos a respetar a Marta Lucía?”, casi que gritó el senador desde la tarima.
Antes de la fallida intervención de Gerlein, los tres precandidatos, Álvaro Leyva, Pablo Victoria y Marta Lucía Ramírez expusieron por más de dos horas las razones por las que el partido debería ir a las elecciones con candidato propio.
Álvaro Leyva retó públicamente a quien quisiera atreverse a defender la "venta” del Partido Conservador. Calificó de farsa los diálogos de paz en la Habana y se refirió al presidente Juan Manuel Santos como “traidor”. Leyva, en un discurso muy histriónico, en el que tiraba las hojas de su discurso al aire, subía el tono de voz y caminaba de un lado a otro de la tarima, insistió en recuperar la dignidad del partido.
Leyva dijo que había visitado la tumba de históricos dirigentes del partido para prometer que evitaría la humillación el partido. Se calificó como un refugiado por culpa del régimen del proceso 8.000, reivindicó su conservatismo y defendió al expresidente Andrés Pastrana. Pero lanzó duros dardos al presidente Juan Manuel Santos, a quien trató de conspirador y lo retó a que le desmintiera que se había reunido con Raúl Reyes, Carlos Castaño, y que fue quien propuso la zona de despeje con las FARC antes que el propio Pastrana la propusiera.
El excongresista Pablo Victoria, precandidato presidencial, señaló que el honor del conservatismo no se puede perder a cambio de dádivas o contratos. Y aseguró que en la Convención debería empezar determinarse la derrota de Juan Manuel Santos.
Mientras que Marta Lucía Ramírez pidió a las bases del partido defender el honor de la colectividad y votar por tener candidato propio. Dice que Santos, desde el poder, está cooptando al partido y que ha perdido la autoestima. “Nuestro partido no se entrega por prebendas y si no tenemos candidato propio, desaparece”. Cuestionó a Santos y al Partido Liberal de querer apropiarse de la bandera de la paz, y recordó que esa ha sido una bandera histórica de los conservadores. “Aquí no vinimos a reelegir a quien con mermelada pretende neutralizar al partido. Este partido no le pertenece ni al gobiernismo ni al uribismo”.
Congresistas como Efraín Cepeda, Arturo Yepes, Myriam Paredes, Hernán Andrade, entre otros, amenazaron con salirse de la Convención y romper el quórum. La Policía tuvo que ingresar para poner orden en el recinto. Hacia el medio entre tener candidato propio o respaldar la reelección. La votación se hará en la tarde, siempre y cuando los amigos de la reelección tengan garantías para intervenir.