POLÍTICA
El Polo se inclina por el voto en blanco
Importantes miembros del partido han expresado en privado su inclinación por esta posibilidad. Este jueves se toma una decisión.
Clara López pasó de la noche a la mañana de ser la candidata presidencial de la izquierda, símbolo de la unidad, a mediadora de una decisión que podría dividir a su partido, el Polo Democrático; la colectividad, con los nada despreciables dos millones de votos que logró en las elecciones presidenciales, podría jugar o no un papel decisivo a la hora de elegir presidente el 15 de junio.
La decisión no es de poca monta y tiene a varios de sus dirigentes pensando qué hacer. Por un lado, ese partido avala los diálogos de paz en La Habana y para mantenerlos, podría inclinar su apoyo al presidente Juan Manuel Santos. Por otro lado, mantiene una abierta oposición al Gobierno, por lo que impulsaría una campaña por el voto en blanco o la abstención.
Tras las votaciones del domingo, una parte de los miembros del Comité Ejecutivo se han reunido en dos oportunidades en privado para definir si le dan el voto de confianza al presidente Santos o, por el contrario, se abstienen.
Semana.com conoció detalles de las reuniones que advierten que a primera vista, las mayorías estarían inclinadas a pedir que se vote en blanco, pero como la política es dinámica, la tendencia podría cambiar el jueves, cuando se reúnan todos los integrantes del Comité Ejecutivo y se tome la decisión.
Por ahora se sabe que en las regiones el tema se ha discutido ampliamente. Se conoció que en el Valle, Antioquia, Eje Cafetero y Santander, están con el voto en blanco, mientras que en la costa caribe las cosas están divididas.
Posiciones encontradas
Clara López ha descansado poco después de las elecciones. Ella se ha reunido con diversos sectores para analizar los comicios e intercambiar ideas. López no quiere que una decisión inconsulta termine por acabar la unidad que se consolidó en la campaña, pero a la vez, según dijo, buscan “un partido moderno y maduro”.
Sin comprometer su posición -pues le dijo a Semana.com que quiere esperar a la reunión del Comité Ejecutivo- López aseguró que por ahora se mantiene lo que se dijo en la campaña. “Nosotros hemos sostenido que los diálogos deben continuar”. En el Polo también proponen que se prolongue el cese al fuego para mantener el diálogo.
Pero en la izquierda abiertamente opositora a Santos las posiciones son divergentes. El representante Iván Cepeda está en la línea de que se mantenga lo que se ha alcanzado en La Habana y eso implica tomar una posición. “Yo creo que en esa decisión debe ser fundamental porque hay que valorar el proceso de paz y defenderlo”.
Uno de los argumentos que va a esgrimir Cepeda en la reunión del Comité Ejecutivo es que el apoyo no es una adhesión a la Unidad Nacional, tampoco se quiere pedir cargos en el Gobierno. “Aquí la cuestión es decidir un problema esencial, la paz”.
Aida Avella, quien fue la fórmula vicepresidencial de Clara López, también cree que la apuesta debe ser terminar el conflicto con el diálogo. Para ella no se puede echar por la borda un proceso en el que por primera vez en la historia del país, la guerrilla se sienta con el Gobierno y llega a tres acuerdos. “Los amigos de la paz vamos a tener que reflexionar mucho sobre qué camino tomar en los próximos días”. La UP está invitada a la reunión del Comité Ejecutivo, pero no podrá votar.
Otros como el senador Jorge Robledo creen que lo ocurrido en las elecciones del 25 de mayo, luego de que Santos y Zuluaga llegaron a la segunda vuelta, demuestra que al país le llegó la “horrible noche”.
¿Qué debe hacer la izquierda? Robledo cree que los colombianos y los militantes del partido tienen una opción más aparte de un eventual apoyo a Santos o Zuluaga. Para él la tercera opción es “votar en blanco o no votar”. Por ahora, reconoce que esa invitación a sus militantes y seguidores se debe analizar con cuidado en la reunión del Comité Ejecutivo.
En las toldas amarillas la decisión no es fácil, el jueves se sabrá cuál opción toma el partido que aunque tiene como bandera conseguir la paz negociada como lo propone Santos, también está en contra de un modelo de gobierno que encabeza el presidente.