Las calles de la capital de Antioquia se vistieron de blanco este viernes, cuando miles de personas de todas las edades salieron a marchar por un objetivo común: la paz. Todos juntos en una sola voz, era la consigna de uno de los carteles que se alzaban en medio de la multitud. Como ocurrió el pasado miércoles en muchas otras ciudades, los paisas salieron a las calles para exigir consenso y reconciliación en un momento en el que el país está polarizado.Consulte: Las otras marchas del silencio En Antioquia ganó el No en el plebiscito para refrendar los acuerdos con las FARC con más de un millón de votos frente a 640.000 del Sí. Pero más allá del resultado de las urnas, los ciudadanos pidieron a una sola voz la terminación del conflicto: ni un hombre, ni una mujer, ni un peso para la guerra, gritaban en unísono.Le sugerimos: Así votaron los colombianos en el plebiscito Con velas, antorchas, banderas blancas y pancartas la romería empezó en el Parque de Los Deseos, avanzó hasta el Parque de las Luces para terminar en el Teatro Pablo Tobón Uribe. Durante el camino la lluvia los acompañó, pero no fue impedimento para continuar. Como parte de un acto simbólico los manifestantes caminaron en silencio, emulando la icónica “Marcha del Silencio” que convocó Jorge Eliecer Gaitán en 1948. Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria, fueron las primeras palabras que pronunció Gaitán aquella noche y que 68 años después siguen teniendo vigencia. Las miles de personas que han salido a marchar, tanto en Bogotá como en otras ciudades del país, se han convertido en un importante respaldo para “sacar la paz adelante”.Le recomendamos: La descomunal marcha de los universitarios “Esa presión ciudadana es importantísima para destrabar el proceso porque es una expresión democrática a favor de la paz que no puede ser ignorada”, explicó el jurista Rodrigo Uprimny a Semana.com.