ANTETITULO
San Andrés navega hacia el turismo sostenible
En el municipio de La Macarena está ?el río de los siete colores’, como se conoce a Caño Cristales. Un atractivo que se ha logrado preservar de manera responsable y al que este año el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo le otorgó el certificado de destino sostenible.
El municipio de La Macarena y Caño Cristales se han convertido en uno de los atractivos turísticos y naturales más importantes de todo el país. Sin duda, los atributos paisajísticos de la región y un destacable modelo de turismo comunitario han marcado la diferencia para promocionar este destino ante el mundo.
Gracias a ello, La Macarena –que recibe 15.000 turistas anualmente–, fue declarado como el único municipio del Meta considerado destino sostenible certificado. Para que un lugar reciba este sello, en principio debe delimitar un área en la que se reconozca una infraestructura turística. De igual forma, se requiere el cumplimiento de criterios ambientales, socioculturales y económicos.
La certificación de La Macarena como destino sostenible, además de Caño Cristales, incluye al Parque de los Fundadores. La distinción fue obtenida por el municipio gracias a un manejo responsable de los recursos de fauna y flora, lo cual, por supuesto, pasa por ayudar a conservar el territorio y la actividad turística. De igual forma, esta distinción está relacionada con la cultura de la región y con el ejercicio de un turismo sostenible que incluya a las comunidades.
Certificaciones como estas son claves para que a la región lleguen cada vez más visitantes nacionales y extranjeros. Y también, para que otros municipios del departamento se animen a seguir los pasos de La Macarena en materia de implementación de criterios de sostenibilidad para sus destinos.
Pero más allá de obtener esta distinción, el Gobierno tiene compromisos como procurar el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades que habitan en los territorios, trabajar por la sostenibilidad del territorio y promover entre los turistas un comportamiento responsable.
El Meta no puede desaprovechar oportunidades como la promoción de estos destinos para hacer del turismo un ‘nuevo petróleo’, que se traduzca en equidad, empleo y crecimiento para las próximas décadas.