Tras seis años secuestrado ex ministro Fernando Araújo se les escapó a las Farc

El ex funcionario, incluido en la lista de canjeables del grupo guerrillero, huyó de sus captores en pleno enfrentamiento entre éstos y tropas del Ejército y la Armada.

5 de enero de 2007
Fernando Araújo, ex ministro de Desarrollo de la administración Pastrana Arango, fue secuestrado en diciembre de 2000.

El ex ministro de Desarrollo Fernando Araujo, uno de los dirigentes políticos incluidos por las Farc en el listado de canjeables por guerrilleros presos, se les fugó a sus captores el 31 de diciembre, pero sólo hasta este viernes se reencontró con su familia, tras una larga travesía por los Montes de María, Bolívar.

La tragedia para la familia Araújo comenzó el 4 de diciembre de 2000, cuando el ex funcionario, recién casado, hacía sus ejercicios de rutina en la zona turística de Bocagrande, en Cartagena. Un comando armado que le seguía de cerca lo abordó y lo obligó a internarse en los Montes de María, desde donde las Farc comunicaron que el dirigente había sido secuestrado e incluido en el listado de 59 personas ‘canjeables’ por más de 400 guerrilleros presos en las cárceles del país.

Pasaron seis años de incertidumbre y dolores en los cuales las Farc apenas enviaron unas pruebas de supervivencia que lo mostraban flaco y pálido, visiblemente agotado por las largas jornadas de caminata en la selva. Hace dos años, su familia no volvió a saber más de él, pero algunos lugareños señalaban que en zona rural de San Juan Nepomuceno, Bolívar, habían visto al ex ministro con sus plagiarios.

En ese mismo sitio, en los Montes de María, tropas del Ejército y la Armada sostuvieron enfrentamientos el 31 de diciembre con un grupo de guerrilleros y –según el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos- murieron seis miembros de las Farc, situación que le permitió a Araújo escapar tras seis años de dolores y penurias. Araujo recorrió durante cinco días los Montes de María siguiendo la línea del oleoducto, sin comer y apenas con la ropa que llevaba puesta. Este viernes, cuando por fin se encontró frente a frente con un grupo de soldados, se desmayó de la emoción antes de poder decirles quién era.

“Tome la decisión de fugarme cuando vi que el helicóptero (del Ejército) que estaba sobre el campamento venía a atacar. Ahí fue cuando pensé: O me voy o me matan”, relató Araujo a RCN Televisión en su primer diálogo con los medios tras la recuperación de su libertad. El ex ministro relató que en su cautiverio era custodiado por doce guerrilleros que hacían turnos de doce horas y que el campamento estaba ocupado por 200 miembros de las Farc.

Para Santos no cabe duda de que Araujo pudo regresar a su casa gracias a la presión militar en la región. Lo mismo piensa el presidente Álvaro Uribe, quien desde su finca de descanso en Córdoba agradeció a la familia Araujo por autorizar el operativo de rescate y a “un compatriota” que informó el lugar en el que estaba el secuestrado.


Más allá de que la libertad del ex ministro sea consecuencia de la acción de las fuerzas Armadas, lo importante es que terminó la tortura para una de las miles de familias colombianas agobiadas por el flagelo del secuestro y que la víctima regresó en buen estado de salud, sin tener en cuenta el enorme daño físico y moral derivado del plagio.

Haya sido por presión, rescate directo o astucia del secuestrado, el hecho constituye un duro golpe para las Farc, que perdieron a uno de los dirigentes políticos de más alto rango incluidos entre los canjeables y desnudaron la vulnerabilidad de los grupos dedicados a cuidar secuestrados.