PROCESO DE PAZ

Las FARC aceptan el plebiscito

En La Habana quedó claro que ambas partes acogerán el plebiscito como mecanismo de refrendación y que actualmente está en estudio por la Corte Constitucional.

23 de junio de 2016
Que las FARC acepten el fallo de la Corte Constitucional es un gesto de confianza. | Foto: Archivo SEMANA

Hasta este 23 de junio las FARC habían rechazado el plebiscito como fórmula para refrendar los acuerdos por haber sido tramitado de manera unilateral por el Gobierno, sin embargo, en la firma del acuerdo en Cuba se supo que la fórmula salomónica que se encontró en La Habana es aceptar el fallo de la Corte Constitucional.

Esto se logró por dos motivos, primero porque otras fórmulas de refrendación, como la consulta, podían ser demasiado débiles o inviables. Tal es el caso de la Constituyente. Y segundo, porque la ponencia positiva del magistrado Luis Ernesto Vargas generó tranquilidad en el sentido de que se mantendrá el umbral de 13 % y que no se convertirá en una refrendación a un gobierno sino realmente al acuerdo de paz.

Adicionalmente, la refrendación se volvió vital porque la implementación quedó en el acto legislativo aprobado la semana pasada, el cual quedó amarrado a la aprobación popular.

Para muchos observadores, el plebiscito era innecesario porque el presidente de la República tiene la facultad constitucional para hacer la paz. Sin embargo, el requisito para refrendar los acuerdos es necesario no sólo porque así está contemplado en la agenda de La Habana, sino porque en medio de la gran polarización del país, el voto popular es un factor de legitimación del acuerdo.

El tema se tocó muy tarde en la mesa de La Habana, cuando ya el Gobierno había quemado varios cartuchos. Primero, una ley de referendo que finalmente no se usó. Y ahora la del plebiscito, que fue propuesta por el senador Roy Barreras quien ahora hace parte del equipo negociador del Gobierno. El hecho de que el Ejecutivo la hubiera tramitado de manera unilateral no les gustó a las FARC, pero la verdad es que esta guerrilla tampoco tenía una idea clara sobre qué otro mecanismo de refrendación se podría usar.

La consulta de los partidos sonó en las últimas semanas como una alternativa, pero se desinfló rápidamente. Sin duda, este acuerdo alrededor de lo que determine la Corte pone el país en modo campaña por el sí y por el no. Adicionalmente, el efecto simbólico es tremendo.

Que las FARC acepten el fallo de la Corte Constitucional es un gesto de confianza en la justicia y las instituciones de Colombia. Un mensaje político de que la reconciliación es posible y que la guerra tendrá punto final. Lo que sigue es fortalecer las instituciones y la democracia.