OPINIÓN

Chocó: entre riqueza, corrupción y olvido

Produce desconcierto que región tan excesivamente rica en recursos naturales, con un paisaje exuberante, se encuentre sumida en la corrupción, el abandono, la miseria y el olvido.

Uriel Ortiz Soto, Uriel Ortiz Soto
14 de noviembre de 2014

No hay derecho para que un departamento con costa en el Atlántico y en el Pacífico, además de un inmenso inventario de recursos naturales como: minería, agricultura, acuicultura, pesca y las inmensas posibilidades de generar agroturismo, esté tan estigmatizado por problemas de salud, hambre y miseria, generados por los constantes escándalos de corrupción de los cuales aparecen responsable su clase dirigente.   

Es triste decir que la corrupción devora al Chocó, según la Procuraduría, este departamento  es al que más procesos disciplinarios se le adelanta, son muchos los recursos que apropia el Gobierno Nacional para hacer frente a la difícil situación de desnutrición en los niños, y en general para obras de infraestructura, pero, lamentablemente se pierden en los laberintos de la administración corrupta y bullanguera; se conoce casos de Alcaldes que gastan viáticos innecesarios desplazándose a diferentes sitios del País, muchos de ellos de placer o para hacer turismo, mientras sus municipios se debaten en medio del hambre y la indigencia.

El Gobierno Nacional aporta anualmente por persona al Chocó: $750.000.oo, mientras que para otros departamentos son apenas $310.000.oo, por eso, se dice que la principal falla está en las administraciones municipales, prueba de ello, es el cúmulo de investigaciones que adelantan los organismos de control contra diferentes mandatarios y ex mandatarios locales.

Entre tanta corrupción y afrenta contra la administración del Chocó, estoy absolutamente seguro  que en sus habitantes existen mentes claras y diáfanas que les duele todo lo que está pasando, pero, lamentablemente se necesita de una política gubernamental lo suficientemente clara y drástica para que se haga una intervención de mano dura, con el fin de tomar decisiones administrativas que le pongan fin a semejante vergüenza nacional.

Es claro que la solución a la problemática del Chocó no es viable hacerla por las vías democráticas,- puesto que los gamonales y caciques mantienen aceitada su maquinaria para ponerla a funcionar en cualquier evento de contienda electoral-, para que esto ocurra, se hace indispensable rescatar el principio de autoridad, - que se encuentra secuestrado por la ola de corrupción y de violencia -, con el fin de contrarrestar tanto desplazamiento por causa de las explotaciones mineras y demás recursos naturales, de parte de los grupos guerrilleros, paramilitares y demás organizaciones criminales que operan la margen de la Ley.

¿Sera que se requiere acudir a una administración de agentes foráneos, para que previo un plan de desarrollo diseñado en conjunto con el Gobierno Central, se le ponga coto a tanta ignominia y así lejos del mundanal ruido político se logre encauzar a tan importante región por los senderos del progreso y del desarrollo?.

  Si hacemos una evaluación de los solos recursos mineros, en oro y platino, que se pueden explotar con las técnicas medioambientales legalmente establecidas, podemos estar seguros que se lograría un factor de equilibrio entre la pobreza extrema y los empresarios, que no se atreven a organizarse, puesto que, inmediatamente son víctimas de los agentes alzados al margen de la Ley,  de donde se concluye, que, les es más rentable el caos que la legalidad. 

Es triste tener que decir que el Departamento del Chocó, se debate entre la pobreza extrema y la opulencia extravagante, producto del fantasma de la corrupción, que lo asedia por todas partes y que por esta causa se ha convertido en todo un problema para el Gobierno.

Es vergonzoso ver cómo algunos políticos viven en mansiones con todas las comodidades y servicios públicos de primera línea, cuando a la salida nos encontramos con familias viviendo en casuchas, haciendo sus deposiciones al aire libre, con niños famélicos muriendo de hambre, tomando aguas estancadas y sin servicios de alcantarillado, agua, luz y teléfono.

Lamentablemente gran parte de su clase política, se encuentra  cuestionada por los Organismos de Control, muchos en las cárceles y son cientos los procesos pendientes para ser llamados a juicio.
Si el departamento de Chocó lograra encausarse por un proceso de desarrollo, con los solos recursos naturales de: minería, hídricos, pesquería, maderables, y agroturísticos, podría llegar a ser un modelo de desarrollo con amplia generación de empleos directos e indirectos, y excedentes de exportaciones en los varios campos ya enunciados.

No olvidemos que tan rica región, tiene además de sus recursos humanos y naturales una ubicación privilegiada, donde se pueden construir puertos de navegabilidad marítima y terrestre, sin embargo, hace unos años escuchamos un programa de acometimiento de vías, pero a la fecha nada se ha vuelto a saber. 

 Fue muy importante la visita que en días pasados hiciera el Defensor del Pueblo, para reunirse con los habitantes afectados por diferentes problemas que van desde el desplazamiento forzado, la pobreza  absoluta en todos órdenes, pero, lo más grave la terrible descomposición social que se percibe en todos los sectores.

El fenómeno de la prostitución en los menores de edad está alcanzando límites tan alarmantes, que los mismos padres de familia en muchos casos manifiestan tenerlo que permitir por la terrible situación de pobreza en que viven, de otro lado, es muy común ver, cómo niños menores de edad, están abandonando sus hogares para ingresar a los grupos armados al margen de la Ley, donde por lo menos, - según ellos-, se les brinda un plato de comida y un uniforme.

Es apenas justo pedir al gobierno nacional, que haga más presencia en el Chocó, sus gentes honestas se sientan inermes ante tanta ignominia y corrupción, los robos de las regalías y demás dineros públicos se suceden muchas veces a ojos vistos.  

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