OPINIÓN
El ‘e-mail’ de Hillary
De acuerdo con la acusación de fiscales a los que el documento da crédito, “las escuchas, los seguimientos y la guerra política vinieron del más alto nivel de la presidencia”.
El embajador de Estados Unidos en Colombia le recomendó en 2010 a la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, que fuera prudente en los elogios a Álvaro Uribe y que recordara en su reunión con él temas como la parapolítica, las chuzadas del DAS y los falsos positivos. La comunicación viene a conocerse como parte de una investigación que adelanta el FBI a las comunicaciones de Hillary Clinton enviadas desde su correo electrónico particular.
La señora Clinton, hoy candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, afronta un escándalo en su país por haber usado un servidor privado para enviar y recibir correos electrónicos con contenido oficial, con lo cual –según algunos– podría evitar el escrutinio público sobre esos documentos.
Por cuenta de esta investigación se han conocido cerca de 15.000 correos de los 60.000 que recibió y envió la señora Clinton, mientras fue secretaria de Estado.
Uno de esos correos publicados en los últimos días ha pasado completamente desapercibido y tiene que ver con la visita a Colombia de la secretaria Clinton en junio de 2010.
El correo fue enviado a la dirección privada de la señora Clinton por su jefa de gabinete, Cheryl Mills, el 3 de junio de 2010. El encabezado tiene apenas tres letras: fyi. Una sigla que significa ‘Para su información’. (Ver correo)
La comunicación reenvía un documento del entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, quien es hoy subsecretario de Estado para asuntos de narcóticos y aplicación de la ley. El documento desclasificado indica que lo deseable es que la secretaria Clinton le recuerde a Uribe la necesidad de investigar de manera independiente los falsos positivos, la corrupción en el DAS que efectuaba las chuzadas y la parapolítica que incluía a aliados, funcionarios y a un familiar del presidente Uribe.
En cuanto a los falsos positivos señala el documento, citando investigaciones del relator de la ONU, que “comenzaron a ocurrir con una frecuencia alarmante en Colombia a partir del año 2004”. (Ver correo)
También dice que las muertes de civiles disfrazados de guerrilleros por sus verdugos pueden haber llegado a 1.486 durante los primeros seis años del gobierno Uribe. (Ver correo)
Agrega que el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos para la época del informe de la ONU, solo enfrentó la situación cuando los medios de comunicación estallaron el escándalo. (Ver correo)
Sobre el DAS, dice que acusaciones crecientes señalan que la institución estuvo al servicio de paramilitares y narcotraficantes. Afirma que el DAS fue usado para espiar e intimidar a magistrados de la Corte Suprema de Justicia, políticos de oposición, periodistas y defensores de derechos humanos. (Ver correo)
De acuerdo con el documento del Departamento de Estado, el DAS impulsó campañas para sabotear y desacreditar a opositores del gobierno Uribe. (Ver correo)
De acuerdo con la acusación de fiscales a los que el documento da crédito: “Las escuchas telefónicas, los seguimientos y la guerra política vinieron del más alto nivel de la Presidencia aunque las preguntas ‘¿Qué sabía el presidente Uribe? y ¿Cuándo supo?’ siguen sin responder”. (Ver correo)
Con relación a la parapolítica señala que muchos son aliados de Uribe y que incluye docenas de jefes políticos, muchos de ellos terratenientes con vínculos con el narcotráfico. (Ver correo)
Uno de los párrafos indica que entre los involucrados en la parapolítica están “El primo del presidente Mario Uribe, el hermano de su exministro de relaciones exteriores e individuos que fueron nombrados por el presidente como embajadores de Colombia en Chile, República Dominicana y Canadá”. (Ver correo)
El documento concluye diciendo que los fiscales, investigadores, testigos y organizaciones no gubernamentales que tratan de descubrir la verdad sobre estos abusos y trabajan arriesgando su vida “son también héroes y se beneficiarían enormemente si existe una manifestación pública de preocupación por los casos que están investigando y un recordatorio de su trabajo es legítimo e importante para los intereses de Estados Unidos en Colombia”. (Ver correo)
El documento ya es público y está a disposición de quien quiera verlo en la página del Departamento de Estado (www.state.gov).