OPINIÓN
El florero de Llorente
No es que los apartamentos hayan doblado su valor en 23 meses. Lo que realmente pasó fue que los vendedores (floricultores, además de constructores) le dieron un precio de ganga al doctor Arias.
Los vendedores del apartamento del ex ministro Andrés Felipe Arias son floricultores beneficiarios de Agro Ingreso Seguro y de otros programas del Ministerio de Agricultura. El apartamento –o el derecho fiduciario sobre él- se lo vendieron al exministro, hace dos años, por 700 millones de pesos a pesar de que existía otra oferta por 1.100 millones. (Ver escritura.jpg) Hoy una propiedad similar –pero en el menos cotizado primer piso, y no en el sexto como la del doctor Arias- se ofrece por 1.550 millones de pesos. (Ver apartamento en venta.jpg)
No es que los apartamentos del conjunto hayan doblado su valor en 23 meses. Lo que realmente pasó fue que los vendedores (floricultores además de constructores) le dieron un precio de ganga al doctor Arias.
La compañía vendedora se llama La Línea. Sus accionistas son Diego Llorente Martínez y su hijo Pedro Llorente Tucker. El señor Llorente Martínez, su esposa, sus hijos y su yerno; han sido dueños de varias compañías con intereses en el sector agropecuario.
Entre ellas Maxiflores, Natuflora, Los Dominios, Compañía Agrícola y Ganadera de Toscana, Llorente Tucker S.A.S y Bio Flora Farm que pertenece a la hija de Diego Llorente, Helena, y a su esposo Pablo Guillermo Ricaurte Junguito.
Maxiflores, por ejemplo, recibió 350 millones de pesos de Agro Ingreso Seguro. (Ver AIS Maxiflores.jpg). Esa misma compañía de los Llorente se ha beneficiado del dinero público manejado por el Ministerio de Agricultura y sus satélites: En 2007 obtuvo 194 millones de pesos como incentivo sanitario para su cultivo en El Rosal, Cundinamarca, otro tanto le dieron en 2008. Posteriormente se ha favorecido con millonarias compensaciones por la revaluación del peso. Es decir esa sola empresa recibió casi 800 millones en regalos del Estado. (Ver incentivo fitosanitario Maxiflores.jpg)
Bioflora Farm, perteneciente a la hija y al yerno de Llorente y representada por este último, también aparece en documentos oficiales como beneficiaria de incentivos sanitarios por más de 300 millones de pesos para sus cultivos de Subachoque y El Rosal. (Ver incentivo fitosanitatario Bioflora.jpg)
A pesar de las generosas ayudas oficiales, la empresa Bioflora debió ser intervenida y liquidada por la Superintendencia de Sociedades. La compañía pidió ser sometida a un proceso de reorganización en 2008. Lo curioso es lo que sucedió un año después, cuando ya era previsible que Bioflora no se salvaría.
El 20 de octubre de 2009 se reunió la Asamblea General compuesta por los dos únicos socios: Helena Llorente Tucker y Pablo Guillermo Ricaurte Junguito. En medio de la crisis de la compañía, el esposo y mayor accionista tomó la palabra para proponer la capitalización de la empresa.
Aunque parezca increíble, la pretendida inyección de dinero no salió del bolsillo de los propietarios sino de un préstamo del Banco Agrario, aprobado cuando ya era ministro de agricultura Andrés Fernández. Es decir, una sociedad en proceso de reorganización -que la conduciría a su liquidación- recibió dinero de un banco oficial para capitalizarse.
El acta del órgano de decisión de la moribunda compañía dice textualmente: “El señor Guillermo Ricaurte se dirige a la junta de socios con el fin de proponer la capitalización de la empresa con un valor de 720 millones de pesos, valor aprobado en crédito por el Banco Agrario de Colombia y que fue autorizado consignar directamente a la cuenta de C.I. Bioflora Farm Ltda”. (Ver Acta.jpg)
Un año después el periodista Norbey Quevedo revelaría en El Espectador, que préstamos por 224 mil millones de pesos del Banco Agrario estaban embolatados. En una portentosa figura el Estado (BanAgrario) prestaba la plata a los particulares y al mismo tiempo les servía como fiador (Fondo Agropecuario de garantías).
Cuando los deudores incumplieron, el Estado descubrió que debía cobrarle al propio Estado. Uno de los beneficiarios de la operación fue Guillermo Ricaurte Junguito.
El señor Ricaurte fue denunciado penalmente por el Banco Agrario y su proceso está en la Fiscalía Primera Seccional de Funza, no muy lejos de donde siguen creciendo las flores de sus parientes los Llorente.
La dirección que Ricaurte dejó registrada en la Supersociedades como la de su malograda empresa Bioflora es la Calle 30 A # 6-22, oficina 3101. La misma dirección oficial de siete compañías de la familia Llorente, incluyendo La Línea, la que le vendió el apartamento al ex ministro Arias. (Ver En la misma dirección.jpg)