OPINIÓN
El perfume
La decisión a favor de Mesa fue tomada 14 días después de que el Procurador fuera reelegido con 80 votos, entre ellos el del senador Luis Fernando Duque, padrino de aquel.
Rodrigo Mesa es un diputado a la Asamblea de Antioquia cuyo nombre ganó notoriedad nacional por un discurso irrespetuoso y racista. A raíz de un plan para invertir recursos educativos en los municipios chocoanos que están en los límites con Antioquia el señor Mesa soltó la siguiente frase: “La plata que uno le meta al Chocó, eso es como meterle perfume a un bollo”. (Ver video)
La declaración se dio en medio de la discusión de un proyecto llamado “Antioquia la más educada”. Allí el diputado Mesa agregó “Si no hemos sido capaz (sic) de organizar la casa. Cuando uno va a hacer una fiesta en su casa lo primero que hace es organizar su casa para que los invitados encuentren una casa organizada, pero si van a encontrar los pañales cagados y sucios por todas partes, van a salir a criticar”.
Gracias al trabajo de Teleantioquia Noticias, las afirmaciones del señor Mesa fueron difundidas y los periodistas profundizaron en la identidad de la nueva estrella de la política.
Lo primero que se supo es que su carrera había empezado bajo el alero del seis veces alcalde de Envigado, Jorge Mesa, conocido por su cercanía con Pablo Escobar. También que su actual padrino es el senador liberal Luis Fernando Duque, el mismo que el mes pasado estuvo en la comisión que estudió y resolvió velozmente los impedimentos de 36 senadores para que pudieran votar la reelección del Procurador Ordóñez.
La hoja de vida del diputado Rodrigo Mesa en la web de la Asamblea, aseguraba que era bachiller del Colegio Ferrini y periodista con estudios de Derecho del Trabajo en la Universidad Pontificia Bolivariana. La UPB pronto respondió que el señor Mesa no figuraba en sus listados de egresados, jamás había estudiado en esa universidad.
Cuando revisaron los documentos presentados por el diputado y en los cuales se basó la asamblea encontraron que la hoja de vida base había sido alterada. El recién plantado documento aseguraba que era bachiller del Colegio San Marco (ya no del Ferrini), que había cursado algunos estudios de periodismo (sin precisar la universidad) y que tenía tarjeta profesional. Lo curioso es que la tarjeta profesional de periodista desapareció en Colombia hace 14 años.
Finalmente el diputado reconoció que su trayectoria laboral y académica estaba constituida únicamente por su paso de 20 años por la Asamblea Departamental, 6 en el concejo municipal de Envigado y que sus estudios sólo habían llegado hasta cuarto de bachillerato o noveno grado como se dice ahora.
Con las evidencias a la vista, la Procuraduría actuó con diligencia y decidió en primera instancia destituirlo e inhabilitarlo por trece años para el ejercicio de funciones públicas.
Con los hechos aún frescos en la memoria de muchos colombianos, el ministerio público profirió un celebrado fallo de primera instancia que el comunicado atribuía a la “Procuraduría General de la Nación”.
Allí reprochaba tanto las afirmaciones discriminatorias del diputado, como el registro de información falsa en su currículum y agregaba que “que el formato de hoja de vida del disciplinado fue alterado en su primer folio en un lapso de un mes, afectando el normal desarrollo de la investigación”. Lo cual constituye una forma de obstrucción a la justicia sancionable tanto disciplinaria como penalmente. (Ver Fallo primera instancia)
Con esa idea se había quedado el país. Sin embargo recién empezaban a sonar los villancicos cuando de manera -menos ruidosa- la Procuraduría modificó drásticamente su decisión.
La sanción a Rodrigo Mesa de destitución y trece años de inhabilidad fue cambiada en segunda instancia por cinco meses de suspensión e inhabilidad por el mismo tiempo.
La Procuraduría descubrió súbitamente que los hechos no eran tan graves como lo creía para la fecha del sonado comunicado y que el documento alterado en la hoja de vida del diputado no era responsabilidad suya sino -tal vez- de unos subalternos que quizás decidieron delinquir para favorecerlo a sus espaldas. (Ver Fallo de segunda instancia)
La decisión de segunda instancia fue tomada 14 días después de que el Procurador Alejandro Ordóñez fuera reelegido con 80 votos, entre ellos el del senador Luis Fernando Duque.