OPINIÓN
El saqueo de Venezuela por la frontera colombiana
No sin razón se sienten desamparados los araucanos por unas autoridades corruptas arropadas con las banderas de la revolución bolivariana allá y con las de la lucha contra-guerrillera acá.
Venezuela vive el saqueo diario de bienes a través de la frontera colombiana lo que significa un detrimento tanto para ellos como para nuestros productores. Este saqueo conlleva el incremento de las arcas de corruptos de todos los pelambres. Ocurre con la complicidad de autoridades aduaneras, la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional, el Ejército de Colombia, el ELN, las FARC, y unos personajes del lado de allá y de acá que se autodenominan comerciantes.
Esto es como en Fuenteovejuna, todos a una. Para la muestra un botón. Antes de cruzar el río Arauca del lado venezolano, un novillo de 400 kilos cuesta el equivalente a unos cien mil pesos colombianos. Sólo por cruzar el río ese mismo novillo adquiere el valor de $ 400.000, y luego de pagar $ 100.000 al actor armado dominante, de acuerdo con la división que tienen establecida allí las FARC y el ELN o por el puente internacional, frente a las autoridades colombianas el novillo pasa a ser parte del ganado nacional.
Para completar este círculo “virtuoso”, se pagan diez mil pesos por la chapeta, nombre que le dan en la zona al plástico que certifica la vacunación y que algún funcionario corrupto del ICA pone en la oreja de vacunos y porcinos. Ahora sí, el novillo queda listo para viajar hasta Yopal, donde un nuevo cambio de chapeta y documentos le permite viajar a Villavicencio o llegar hasta Bogotá.
Este hecho se repite en números estimados de entre mil y mil quinientas cabezas de ganado en los pasos irregulares de Arauca en tan sólo una semana.
Dicen distintas fuentes, que también son testigos del cruce por el puente internacional de camiones desde el Estado Apure provenientes del municipio de el Amparo eso sí, luego de pagar el tributo a corruptos de allá y de acá.
De Venezuela vienen combustibles, materiales de construcción, cerdos, alimentos para anímales, mesas, sillas, ventiladores, aires acondicionados, medicinas, leche, aceite comestible, en fin todo aquello que sea consumible y transable porque, a pesar de las noticias sobre desabastecimiento que se ven en los medios de manera repetida, casi todo se consigue y fluye del lado de Venezuela hacia Colombia.
Y así ocurre en los pasos de Puerto Contreras y Puerto Lleras en Saravena donde para la gente del departamento, no es extraño ver una o dos veces por semana una fila de 150 camiones cargando animales y toda clase de productos.
Dicen muchos araucanos que este tema no importa en Bogotá porque la suerte de los colombianos de esta zona de frontera no es de interés en Colombia salvo para aprovechar la riqueza del petróleo. Y son conscientes de cómo el contrabando afecta la economía de los productores de Arauca que no pueden competir con los precios de Venezuela, que no tienen como comercializar su ganado, ni su producción porcina o de arroz por lo que el contrabando es por épocas la fuente de ingresos de buena parte de la gente que vive en la zona e incluso de venezolanos que cruzan la frontera para vender puerta a puerta productos al detal, lo que conlleva a la molestia de comerciantes con negocios establecidos formalmente en Arauca y Arauquita.
No sin razón se sienten desamparados los araucanos por unas autoridades corruptas arropadas con las banderas de la revolución bolivariana allá y con las de la lucha contraguerrillera acá. Son parte del “negocio”. Un negocio en el que adicionalmente comparten día a día ganancias con las guerrillas con las que, según muchos, tienen acuerdos de control de los pasos de frontera y quien sabe de qué más cosas, porque como es conocido en Arauca, durante la época de la guerra entre las FARC y el ELN en los años 2005 a 2010, el ELN recibió apoyo para enfrentar a las FARC por parte de miembros la policía nacional y por su parte hombres del Ejército apoyaron a las FARC para enfrentarse contra el ELN. Los habitantes de este departamento tienen memoria aunque las dirigencias actúen como si no.
Posdata: Lo mismo pasa en los cruces de Norte de Santander en Cúcuta y Ureña, en Villa del Rosario y San Antonio, en La parada y Juan Frío, o en Palmarito, el Zulia, La fría y Puerto Santander, municipios que hacen parte del corredor fronterizo del área metropolitana de Cúcuta. La novedad es que a los actores de la corrupción mencionados arriba debemos sumarle en este departamento a las Bacrim.
@alvarojimenezMi
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