OPINIÓN ON-LINE
¿Colombia comunista? Seamos serios, por favor
Asegurar que Colombia ha sido tomada por el comunismo, no deja de ser un disparate del tamaño de seis catedrales juntas.
El hombre que dirigió durante ocho años uno de los gobiernos más corrupto de la historia de América Latina, a quien se le acusa de estar detrás de las grandes masacres que bañaron de sangre esta tierra del Sagrado Corazón, a quien las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos --entre estas Human Rights Watch-- señala en varios informes de 2005 a 2010 de haber tenido conocimientos previos de lo que iba a pasar, ha dicho en una charla en Madrid, España, que Colombia está en manos del comunismo. Estas declaraciones, por supuesto, no solo dejan ver el desespero de un hombre que le ha apostado a la guerra como capital político, sino que también pone en evidencia esa confusión que parece tener entre sistemas económicos tan disímiles como lo son el socialismo, el comunismo y el capitalismo.
Asegurar que Colombia ha sido tomada por el comunismo no deja de ser un disparate del tamaño de seis catedrales juntas. Empezando porque de los 116 presidentes que ha tenido el país desde 1810 ninguno se ha acercado ni un milímetro a esa posición ideológica que Uribe llama folclóricamente comunismo. El único aspirante verdaderamente liberal con posibilidades serias de llegar a la Casa de Nariño fue asesinado un 9 de abril de 1948 y hoy, casi 70 años después, no hay certezas de quién ordenó el crimen aunque siempre ha habido sospechas.
Decir entonces que el país ha sido tomado por el comunismo no deja de ser, por un lado, un profundo desconocimiento de la historia política nacional y, por el otro, como creen algunos columnistas, un intento por hacerle el mayor daño posible al proceso de paz que se está llevando a cabo en La Habana y que el expresidente y sus acólitos han buscado por todos los medios posibles echar por tierra.
Decir que Colombia va camino a parecerse a Venezuela tiene mucho de ese cuento titulado “El pastorcito mentiroso” y de aquel aforismo que nos dice que “ningún cura se acuerda de cuando fue sacristán”. No sé si el expresidente pueda explicar las razones de por qué hay en este momento un poco más de 3.000.000 de colombianos residenciados en el país vecino y las circunstancia que llevaron a ese éxodo.
No sé, si el expresidente pueda explicarle a sus connacionales las razones reales de la pobreza y la violencia que ha caracterizado a esta nación desde que se convirtió en república independiente. Que Venezuela esté pasando en este momento por una crisis económica, social y política no significa que Colombia esté mejor.
Según las últimas cifras emitidas por el DANE sobre trabajo infantil en el país, un poco más de 1.200.000 niños deambulan por las ciudades capitales en “plan de rebusque”. Es decir, haciendo cualquier cosa para ganarse unos pesos. De esta cifra, solo el 10% asiste a la escuela, lo que significa que el resto se constituye en un terreno propicio para la violencia, para engrosar las filas de los grupos armados al margen de la ley. En cuanto al desempleo, las cifras ascienden todos los días a pesar del último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística en el que nos dice que en este momento más de 2.708.000 colombianos buscan sin éxito un empleo.
Por esto, no dejan de ser delirantes las declaraciones del exmandatario en Madrid, pues cuando abandonó la Casa de Nariño en 2010, 3.500.000 colombianos deambulaban desempleados por las calles de las distintas ciudades del país y más de 8.000.000 hacía magia para sobrevivir con un salario mínimo de 516.000 pesos, concertado por el entonces ministro de hacienda, Óscar Iván Zuluaga, y los mismos empresarios que a finales de este año lucharán a brazo partido para que el aumento del mínimo no supere el 4%. O sea, menos de 40.000 pesos mensuales.
Sí esto es comunismo, como lo pregona el creador del Centro Democrático en el exterior, no quiero imaginar un segundo cuando este país entre a ser parte de la selva capitalista que todo lo devora.
Hay que recordarle al senador que Juan Manuel Santos es tan comunista como lo es Bill Gates, Carlos Slim, Warren Buffett, Amancio Ortega y Larry Ellinson, que según Forbes abren la lista de los hombres más ricos del planeta con una fortuna que sumada superan los 7.009 billones de dólares.
Este sistema comunista que solo puede existir en la cabeza de un loco, ha matado de hambre y sed a 5.700 niños en los últimos cinco años, de los cuales 4.775 son indígenas de la etnia wayuu. Ha dejado morir en las puertas de las clínicas y hospitales, gracias a la Ley 100 de 1993 y la privatización de la salud, 130 personas en Bogotá en lo que va de 2016. Ha permitido el robo de 4.000 millones de dólares solo en la construcción de la recién inaugurada Refinería de Cartagena y ha vendido empresas rentables del país como Isagén y tiene en lista a la ETB porque según el alcalde Peñalosa es insostenible su manejo.
Si esto es la puesta en marcha de un sistema comunista, según la nueva acepción del expresidente en su paso por España, que alguien me explique entonces qué carajo entiende este señor por capitalismo.
*Docente universitario.
Twitter: @joaquinroblesza
Email: robleszabala@gmail.com