OPINIÓN

Fragmentos de memoria

“Si las armas se pueden fundir, los odios también” dijo, en el taller de la artista Doris Salcedo, una de las mujeres que estuvo martillando, por días enteros, la materia en la que quedaron fundidas 3.000 de las armas que entregaron las Farc.

Ana María Ruiz Perea, Ana María Ruiz Perea
6 de agosto de 2018

Esta es la tercera parte del arsenal, que está destinado a convertirse en 3 monumentos en 3 lugares del mundo: la sede de la ONU en Nueva York, Cuba y Colombia. La depositaria de este encargo histórico para nuestro país no podía ser alguien diferente a la enorme Doris Salcedo.

Entre todas las obras, decretos y entrevistas hechas en su agitada última semana de gobierno, se le agradece a Juan Manuel Santos haber dejado preinaugurada esta obra, que se espera esté lista a finales de año. Por ahora, el 31 de julio se mostró al mundo cómo, en una ruina situada un par de manzanas al sur del ombligo de la nación, de la Casa de Nariño, el Capitolio y el Palacio de Justicia, se construirá un lugar destinado a la memoria de la guerra, al que ya se le ha instalado un piso gris, opaco y rugoso, que fue moldeado por la fuerza de un grupo de mujeres víctimas de violencia sexual en el conflicto armado.

La obra se llama Fragmentos porqueno hay una única historia colectiva, sino una colección de historias, dice Doris. Historias que quedaron plasmadas en cada golpe de martillo contra el metal, en la fuerza con que se descargan la rabia, el dolor, el asco. En esas láminas se representan las 15.687 historias de mujeres víctimas de violencia sexual en 60 años de historia colombiana, de 1968 a hoy, según reporta el informe del Observatorio de Memoria y Conflicto.

El enorme lote en el que está Fragmentos será convertido en un museo de arte contemporáneo y memoria en el que el piso es la memoria esculpida a golpes de las víctimas contra las armas de los victimarios. Ahí está la verdad de las niñas y mujeres profanadas por el antojo de hombres en guerra, por eso es un contra monumento, explica Doris, porque es lo contrario a la exaltación monumental a una gesta bélica que son los monumentos. “Presenta únicamente el vacío y la ausencia, porque es precisamente a través de estos elementos que puedo establecer el carácter absolutamente irredimible de la guerra. El arte no puede compensar con belleza el horror causado por la guerra, y por esta razón ‘Fragmentos’ no intenta otorgar una forma estética a la pérdida, el daño o la muerte violenta”, dijo la artista en el acto oficial de pre inauguración de su obra.

Juan Manuel Santos no se fue del cargo sin poner a andar fichas muy claves de la memoria y la verdad que hacen parte del Acuerdo, así le tocara preinaugurar. Y eso se le agradece, no correr el riesgo de que el arranque de un asunto de tanta trascendencia quedara al capricho de funcionarios que desconocen la validez el proceso. Al día siguiente de la presentación de Fragmentos, entre otros muchos fueron radicados ante la JEP 2.000 casos documentados de violencia sexual cometidos por actores armados en el marco del conflicto. Esto significa que las historias de 2.000 mujeres comenzaron a caminar una ruta a la verdad y la justicia, abriéndose procesos que jamás se han movido en las instancias ineptas e indolentes de la justicia ordinaria. Este es un ejemplo claro de cómo se pone a las víctimas en el centro de un proceso de paz, y para qué sirve el enfoque de género.

Estamos encima de las armas y no las armas encima de los colombianos, dijo orgullosa de su labor una de las víctimas de violencia sexual de las Farc que forjó sin cansancio las láminas en el taller de Doris. Solo agradecimientos y el mayor de los respetos les debemos a estas mujeres que nos están despertando otra manera de percibir la guerra y de entender todas las dimensiones de la palabra memoria.

Adenda: En la sala atestada de pasajeros acumulados de vuelos retrasados de Avianca, se escucha por altavoz: “A los pasajeros interesados en el vuelo XX con destino a Cúcuta programado para las 9:30 (eran las 10:30 pm) les informamos que este se ha reprogramado para las 11:15 si la tripulación está completa”. Cuando los pilotos hacen huelga, la empresa chilla que está dejando de prestar un servicio básico; pero cuando es la gente la que se jode por su ineficiencia, no se toman el trabajo de dar explicaciones a los pasajeros desesperados, mientras a la prensa le dicen que, ¡ah vaina! Es que se les cayó el sistema. Este es un lastre colombiano: con cara gana Avianca y con sello siempre perdemos los pasajeros.

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