Estudio revela la situación de homofobia en Colombia

En un país donde la violencia, el maltrato verbal, emocional y físico son permanentes, en el que a las personas LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transexuales) se les amenaza de muerte, se les obliga a desplazarse e incluso hasta se les asesina, Colombia diversa, una reconocida ONG que trabaja en Colombia por el tema de los derechos humanos y sexuales realizó un informe que recoge y analiza informaciones y casos sobre violaciones de derechos humanos contra estas personas, ocurridas durante el año 2004 y 2005.

En Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga y Montería esta ONG identificó las principales situaciones de preocupación sobre los derechos humanos de las personas LGBT: violencia homofóbica y una serie de situación que se derivan de ésta: abuso policial, violencia en las cárceles, discriminación, vulneración de derechos económicos, sociales y culturales, en especial de las parejas y familias conformadas por éstas personas.

La homofobia puede definirse como un miedo y una aversión irracionales a la homosexualidad y a la comunidad LGBT, basada en prejuicios y comparable al racismo, la xenofobia, el antisemitismo y el sexismo. La discriminación histórica que han vivido y un alto grado de intolerancia social son situación común en nuestro país a la que se suma una profunda invisibilidad de las personas, de sus derechos y necesidades.

Las violaciones se deben, según dicha entidad, a la discriminación, el prejuicio y la exclusión, que producen efectos en las diferentes dimensiones de la sociedad y tienen repercusiones sobre todas esferas de la vida de las personas LGBT, pero el Estado carece de cifras, estadísticas, estudios poblacionales que demuestren la magnitud de la grave situación y no cuenta con programas especiales destinados a la protección de los derechos de estas personas.

La ONG destaca que en diversas zonas del país se han detectado actos y amenazas de violencia homofóbica, tales como crímenes a hombres gay en Bogotá, acciones de violencia por intolerancia o “limpieza social”, especialmente contra personas transgeneristas, y tratos crueles ocurridos en las fuerzas militares. El abuso policial se observa en detenciones arbitrarias, aplicación selectiva de la ley, actos abusivos y aplicación de prejuicios para restringir el acceso y circulación en espacios públicos por parte de algunos miembros de la fuerza pública.

Las personas LGBT recluidas en las cárceles colombiana son afectadas por situaciones tales como abusos sexuales, tratos crueles, represión de la identidad sexual, estigmatización y discriminación social.

En Colombia se presentan despidos del lugar de trabajo basados en la orientación sexual y la identidad de género, como también presiones para cambiar u ocultar la orientación sexual. En las escuelas, a pesar de que existe en nuestro país una Ley sobre la educación para la sexualidad, se encontraron manuales de convivencia o reglamentos internos de las instituciones educativas que aún sancionan la “homosexualidad”; sanciones en instituciones educativos en razón de la orientación sexual e identidad de género, y en general manifestaciones de un sistema educativo inadecuado para las personas LGBT.

Los servicios de salud en este país no responden a las necesidades de las personas, en especial de las transgeneristas y mucho menos lo hacen en materia de salud sexual hacia las mujeres lesbianas y bisexuales.

Los y las adolescentes, niños y niñas con identidad de género y orientación sexual diferente al deber ser macho, masculino, falocrático y heterosexual no reciben el apoyo educativo y emocional necesarios y como de todos es sabido a las parejas del mismo sexo no se les reconoce su derecho a la igualdad respecto de las parejas heterosexuales y mucho menos gozan de la plenitud de derechos sociales, culturales y económicos, aun cuando sí de algunos derechos políticos.