POLÍTICA
Del Proceso 8.000 al 15.000: estas son las increíbles similitudes entre ambos hechos históricos de la política colombiana
Traiciones, pasiones y hasta asesinatos marcan dos de los hitos más importantes en el país. En ambos siguen existiendo muchos interrogantes por resolver. Y parecería que el país está condenado a repetir sus tragedias.
Las semenjanzas que hay entre el Proceso 8.000, el escándalo del gobierno del expresidente Ernesto Samper y el denominado ‘Proceso 15.000′ de Gustavo Petro son impresionantes. Es como si la historia se volviera a repetir luego de casi treinta años.
De entrada los personajes son similares. De un lado, el expresidente Ernesto Samper fue el principal foco en medio del escándalo del ingreso de dineros por parte del narcotráfico a su campaña electoral. Por su parte, el presidente Gustavo Petro ha quedado en el foco del escándalo, y el tema de fondo hoy son los 15 mil millones de pesos que habrían ingresado, según lo reconoció el exembajador en Caracas, Armando Benedetti, en las conversaciones con la exjefe de Gabinete Laura Sarabia.
Samper tuvo personajes cercanos que terminaron siendo los fusibles del escándalo. Uno de ellos fue Santiago Medina, el tesorero de su campaña. Medina fue considerado el ‘garganta profunda’ del entramado, es decir, quien reveló toda la información detallada de la campaña desde el interior. Medina terminó sus días en prisión domiciliaria en una mansión en el norte de Bogotá con diálisis, donde falleció cuando aún faltaban dudas por resolver.
Otra figura del escándalo del 8.000 fue Elizabeth Montoya de Sarria, conocida como ‘La monita retrechera’. Como coincidencia entre ambas historias, unos audios revelados por SEMANA en la época evidenciaron una conversación entre Samper y ella en la que el expresidente le dijo: “Mona, pero ¿cómo hago para volarme si tengo un programa de televisión acá? Le hice un campito a las doce y media. Venga, no sea así de retrechera”. Luego de que su nombre salió a la luz, se descubrió que esa mujer de élite, llena de lujos, caballos y que vestía las mejores marcas de moda, era un enlace entre el narcotráfico y la crema y nata del país. ‘La monita retrechera’ fue asesinada por dos sicarios en el norte de Bogotá en 1996, dos años después de haber estallado el escándalo.
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En el Proceso 8.000 se hallaron más responsables. Por ejemplo, el exministro de Defensa Fernando Botero Zea, quien implicó directamente al expresidente Samper, terminó exiliado fuera del país. “El presidente sí sabía”, aseguró al referirse a la entrada de dineros del narcotráfico a la campaña.
Hoy el país conoció el escándalo del Proceso 15.000 por las conversaciones entre Benedetti y Sarabia. Cabe aclarar que hasta ahora a ninguno se le ha comprobado alguna irregularidad. Sin embargo, se trata de dos piezas claves en toda la novela política y que fueron cercanas al presidente Petro en la campaña. En la actualidad, hay otros personajes que entrarían a formar parte de lo que está sucediendo, como es el caso de Nicolás Petro, hijo del presidente, quien según su exesposa Day Vásquez habría recibido dineros para la campaña de su padre en el Caribe de personajes cuestionables.
Para muchos el mayor detonante del Proceso 8.000 fue el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado. Algunos políticos de la época consideran que fue un triste desenlace en medio de la incertidumbre y los ataques que hubo de parte del Gobierno contra quienes los criticaron.
“La cúspide de ese amedrentamiento llega con el asesinato de Álvaro Gómez. Ahora las Farc quieren limpiar de culpas a quienes verdaderamente cometieron el asesinato diciendo que ellos fueron los que mataron a Álvaro Gómez Hurtado”, cuestionó la excandidata presidencial Ingrid Betancourt.
“Fue lo primero que hizo el otro narcogobierno elegido por los narcotraficantes, que de alguna manera se creo un espacio de lo que vimos, que se fue ambientando dramáticamente, que fue el asesinato de Álvaro Gómez”, aseguró el sobrino del exlíder conservador, Enrique Gómez.
En medio del escándalo del 8.000 también falleció el chofer de Horacio Serpa, quien tenía diligencias programadas en la Fiscalía sobre el escándalo. Serpa fue uno de los escuderos de Samper y desde la familia Gómez lo han responsabilizado de estar relacionado, sin embargo, él siempre lo negó.
Hoy, guardando las proporciones, también hay empleados de los poderosos, como Marelbys Meza, la exniñera de Sarabia que fue una pieza clave para destapar todo el escándalo. Ella ha dicho que teme por su vida y ya está bajo protección de la Fiscalía, además, se conoció que su teléfono fue interceptado ilegalmente.
Al escándalo de Petro ya se le sumó el primer fallecido. Este viernes, el teniente coronel Óscar Dávila, uno de los policías investigados por el polígrafo y las chuzadas a Meza fue encontrado sin vida en un vehículo en Teusaquillo. Según las primeras versiones, le dijo a su hombre de seguridad que le comprara una botella de agua y, cuando el uniformado regresó, lo encontró muerto con un disparo de bala. El oficial era el jefe de la Oficina de Seguridad Anticipativa de la Seguridad Presidencial y había sido notificado para declarar en la Procuraduría y había dicho que estaba dispuesto a hablar en la Fiscalía.
Tanto Gómez como Betancourt resaltan que uno de los mayores temores actualmente es el riesgo que se puede generar por los mensajes que ha enviado el presidente Petro a sus críticos y a la prensa. El mandatario se ha referido a un “golpe blando”, mientras que Samper habló de “conspiradores”.
En todo caso, Betancourt resaltó el papel de la prensa porque considera que en ambos hechos ha sido fundamental para develar información valiosa.
Otra de las grandes coincidencias fue que a través de audios se conoció el escándalo. En ese momento, el expresidente Andrés Pastrana, que había competido con Samper, los publicó luego de la derrota. Se denominaron los ‘narcocasetes’, que eran conversaciones entre el periodista Alberto Giraldo y los hermanos Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali, los mayores narcotraficantes de la época.
El papel de la Fiscalía ha sido fundamental en ambos momentos. Por un lado, el exfiscal Alfonso Valdivieso logró entregar las pruebas suficientes para responsabilizar a integrantes del gobierno de Samper con el escándalo. Sin embargo, algunos le critican que faltó llegar al expresidente a donde iban todas las miradas.
Ahora, el fiscal general Francisco Barbosa ya adelanta las investigaciones correspondientes y deberá determinan responsabilidades en el gobierno de Petro.
Tanto Samper como Petro han tenido que responder a la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes. Samper resultó absuelto y ahora los congresistas deberán determinar si hay responsabilidades sobre Petro.
Otra semejanza entre ambos hechos históricos es que tanto a Samper como a Petro se les ha responsabilizado de supuestamente hacer acuerdos con grupos armados ilegales para que una vez en el poder se pudiera hacer una ley de sometimiento. Samper logró someter a varios narcos en medio de procesos cuestionables. Hoy a Petro lo criticaron por ‘el pacto de La Picota’, conversaciones que tuvieron líderes de campaña en las cárceles del país. El mandatario actualmente también adelanta una ley de sometimiento en su propuesta de ‘paz total’.
“Lo vimos en el Congreso (de Samper) y de eso puedo dar fe, está en los libros que escribí. Lo mismo está pasando ahora en el gobierno de Gustavo Petro. En el territorio nacional perdimos el control, ¿a quién le está pagando el favor?”, cuestionó Betancourt, que en esa época fue una de las senadoras más votadas del país.
A finales del siglo pasado se determinó la procedencia de los dineros del narcotráfico en el Proceso 8.000. En el caso de Petro, la financiación deberá ser investigada.
Tras el escándalo del 8.000, según relatos de personajes de la época, Samper era visto como un “paria”. “Todo el mundo sabía que era responsable”, afirmó un político de la época. “Pasaron muchos años antes de que a Ernesto Samper lo invitaran a algún coctel en Colombia, nadie lo quería recibir ni ver, era una vergüenza nacional”, agregó.
Hoy, curiosamente, Samper es el único expresidente que respalda a Petro. De hecho, el exmandatario suscribió una carta junto a más de 400 líderes “progresistas” del mundo que Petro compartió orgulloso como uno de los pocos apoyos que ha tenido fuera del petrismo. “A veces temía, ¿será que me he quedado solo? ¿será que se me fue la mano? A veces me daba miedo, temor”, reconoció Petro en medio de su discurso de las marchas que convocó esta semana.
Solo el tiempo y la justicia determinarán lo que sucedió en el caso de Petro y si hubo alguna irregularidad y quiénes serían los responsables. El mandatario ha negado que así sea. Lo que sí llama la atención es que los hechos se repitan. “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, escribió el filósofo español George Santayana.