SEGURIDAD
Colombia perdió un billón de pesos por ataques cibernéticos
La empresa de seguridad informática Cisco publicó un informe en el que señala las vulnerabilidades que tienen las empresas nacionales frente al cibercrímen.
El mundo digital, una puerta a un universo ilimitado de información, es también la ventana de acceso para delitos de todo tipo. Robo de información, ciberacoso e irrupciones en plataformas digitales son sólo algunos ejemplos de un flagelo que cada vez tiene más alerta al mundo entero. Y Colombia está lejos de ser la excepción.
La empresa de seguridad Cisco reveló que en lo corrido del 2015 “el país sufrió pérdidas por alrededor de un billón de pesos debido a ataques cibernéticos de diversa índole, robo de información y fraudes informáticos”.
Según el reporte dado a conocer por la compañía, si bien el país ha mejorado en su sistema de protección digital, aún permanece “muy vulnerable en su capacidad para protegerse ante grandes amenazas cibernéticas”.
La advertencia está especialmente dirigida a las empresas -grandes, medianas y pequeñas-, pues el tema de seguridad informática no se trata como una prioridad, lo que ha desembocado en sistemas obsoletos, protocolos anticuados y falta de capacitación en los empleados para enfrentar una amenaza que en el mundo deja pérdidas por alrededor de 1.300 millones de dólares cada año.
El tema también toca una problemática que ha adquirido enorme notoriedad en los últimos años: la pornografía infantil y la extorsión a los jóvenes por información de índole sexual. Las cifras avalan la preocupante evolución de esta delicada cuestión: en el 2012 se reportaron 462 denuncias relacionadas con la pornografía infantil, mientras que en el 2015 hubo 5.827.
El robo de información es otro tema espinoso que resalta Cisco. A medida que las organizaciones generan más información y mucho más valiosa, los piratas informáticos también han diversificado su abanico de delitos. Esto implica un reto gigantesco tanto para las autoridades como para las propias empresas, que siguen sin dimensionar el dinero que pueden perder.
Una de las técnicas que vienen en boga, por ejemplo, es la del ramsomware, que consiste en que los delincuentes “secuestran” un equipo, por medio de bloquear el acceso a él, para pedir un rescate a cambio, de una suma considerable de dinero. Una técnica que recrea el modus operandi de cualquier mafia con el secuestro o la extorsión.
Falta de preparación
Ante la evolución y la complejidad de los delitos cibernéticos, la realidad es que los esfuerzos que ha estimado Colombia no han sido suficientes para combatir el problema.
Semana.com conoció el borrador del Conpes 2016 -que será presentado oficialmente en aproximadamente en un mes- y encontró un documento en el que, además de exponer las políticas futuras para la seguridad informática, se reconoce “la poca infraestructura y capacidad que ha tenido Colombia para enfrentar la delincuencia del mundo digital”.
El informe observa que “las capacidades de las entidades responsables de Ciberseguridad y Ciberdefensa (…) son limitadas, por lo que el país sufre mayores índices de probabilidad en la materialización de los riesgos digitales a los que se encuentra expuesto”.
Según se extrae del documento, a finales del 2015, el país aún registraba un catálogo de infraestructuras críticas, lo que aumentaba el índice de riesgos de materialización de amenazas.
En esa misma línea, el Comando Conjunto Cibernético (CCOC) también se muestra ineficiente, al poner a consideración que sus “Unidades Cibernéticas de las Fuerzas y los organismos de inteligencia del Estado no cuentan con los recursos humanos, técnicos y financieros suficientes para asegurar la defensa nacional en el entorno digital”.
Algo que también alerta es el valor que representa para el país estar a merced de los delitos informáticos. En el borrador del Conpes, las estimaciones sobre el costo que dicha problemática le ha representado al país oscilan en el 0,14 % del PIB.
Y con la creciente reducción de la brecha digital en el país, las carencias en materia de seguridad informática se podrían convertir en un dolor de cabeza aún más grande. En el 2010, sólo existían 2,2 millones de conexiones a internet, en el 2015 eran 12,2 millones.