TELEVISIÓN

¿Es rentable el tercer canal en los tiempos de Netflix?

La decisión del gobierno Santos para que Colombia tenga un nuevo canal de televisión es arriesgada. ¿Cómo competir con los contenidos por streaming?

4 de mayo de 2016
En Colombia, el 97 % de los usuarios de suscripción de video bajo demanda ven capítulos uno tras otro al menos una vez a la semana. | Foto: Archivo particular / AP

David Luna, ministro de las TIC, se jugó una carta más que controversial. El  jefe de esa cartera oficializó la intención del Gobierno para sacar adelante una licitación que permita a un operador privado quedarse con un tercer canal de televisión abierta. El famoso tercer canal fue un dolor de cabeza durante el segundo período del expresidente Álvaro Uribe y una batalla legal en los primeros cuatro años del presidente Santos.

Pero todo parece indicar que antes de que Santos deje la Casa de Nariño, Colombia tendrá otro canal que compita de frente contra Caracol y RCN. Así lo dio a conocer el presidente Santos este miércoles. Ángela María Mora, directora de la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) explicó que, “durante este último año, hemos trabajado para superar los obstáculos, y hoy es una realidad la viabilidad de dar más alternativas de televisión a los colombianos. Más entretenimiento, educación, cultura, deportes, en general, más contenidos de calidad”.

El tema es que en ese tiempo que necesitó la ANTV y el propio MinTic para destrabar el proceso licitatorio, el mundo audiovisual cambió. En pleno 2016, las audiencias consumen video como nunca antes en la historia, pero paradójicamente se alejan de la televisión lineal. Actualmente, una gran porción de los usuarios prefieren contenidos en Netflix, Apple TV o, en últimas, en YouTube.

De acuerdo con un estudio de Milward Brown, Colombia es el segundo país (después de Nigeria) con mayor consumo de video al día (no solo Internet), con 4,3 horas (259 minutos al día per cápita) a nivel global: de ese tiempo el 68 % se ve por Internet (176,12 minutos per cápita).

Además, el reporte de ConsumerLab TV & Media 2015 de Ericsson muestra que los consumidores en Colombia adoptan los servicios de video bajo demanda mucho más que antes. En la actualidad, cerca de un tercio del tiempo que los espectadores usan para ver televisión y videos, lo hacen bajo demanda.

Una porción importante de colombianos ahora pasa siete horas y media a la semana observando series de televisión, programas y películas en servicios y plataformas como Netflix. “Si sumamos el contenido que se graba y que se baja de internet, actualmente en Colombia, el 34 % del total de las horas dedicadas a ver televisión y videos se realiza a través de los servicios de VOD (Video on Demand)”, indican desde Ericsson.

Bajo esa realidad, la pregunta que se hacen los expertos es ¿vale la pena invertir miles de millones de dólares en despliegue de infraestructura, concesiones, impuestos y talento para tener un canal de televisión? El gobierno colombiano considera que sí es rentable. En los próximos meses se conocerá qué empresas privadas tienen ese mismo concepto.

El director del Departamento Nacional de Planeación Nacional (DNP), Simón Gaviria, puso sobre la mesa una estadística clara: “los suscriptores de TV paga crecieron 1,6 veces entre 2011 y 2014, mientras que los suscriptores de Netflix lo hicieron 13 veces en el mismo período”.

Para Juan Andrés Carreño, excomisionado de la antigua Comisión Nacional de Televisión, “la decisión del Gobierno es una buena noticia en cuanto al pluralismo informativo y de contenidos”. Carreño hizo la salvedad de que “el entorno actual es diametralmente diferente a lo que ocurría en el mercado audiovisual en 2010”.

En conversación con Semana.com, Ernesto Orozco, actual miembro de la Junta Nacional de Televisión, señaló que “la ANTV cumplió con lo ordenado por el Consejo de Estado y ahora resta esperar la respuesta del mercado”.

A su vez, Sadi Contreras, consultor en temas de televisión, señaló que “El anuncio del Presidente y el Ministro Luna abre un mundo de oportunidades a la industria y ratifica que el interés de los empresarios no será solo por la torta publicitaria, como tradicionalmente lo fue, sino por la producción de contenidos convergentes, cobro de su señal en sistemas cerrados de tv y estructuración o integración al mercado de las OTTs”.

Nuevo juego

Lo cierto es que el tablero de la televisión cambió debido al comportamiento de los propios usuarios. Por ejemplo, ver múltiples episodios de televisión de manera consecutiva se ha convertido rápidamente en una parte clave de la experiencia de televisión y video. Las preguntas son: ¿Los medios tradicionales están dispuestos a entregar series en una sola tira? ¿Cómo manejar el tema publicitario con este enfoque?

En Colombia, el 97 % de los usuarios de suscripción de video bajo demanda como Netflix, Amazon Prime y HBO, ven capítulos uno tras otro al menos una vez a la semana. Esto significa que la lógica de esperar una semana para ver el capítulo de la novela pasó a la historia. Los expertos explican que “las OTT les quitaron la emoción a las historias”.

Pero la televisión tradicional, como la conocemos, todavía puede explotar un as bajo la manga: los contenidos en vivo. Una de las conclusiones más importantes del informe es que la popularidad de la televisión lineal sigue siendo alta, principalmente por el acceso que da a la visualización de contenidos premium y en vivo, como los deportes, al igual que su valor social.

Los medios tradicionales tienen que insistir en los eventos en vivo si quieren darles batalla a los Amazon y Netflix. Se trata de pelear por un porcentaje de la torta publicitaria que hoy en día se concentra en estas plataformas, aunque, paradójicamente, la respuesta de los usuarios a la publicidad en las OTT no es tan satisfactoria como en la televisión tradicional.