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Guerra a las noticias falsas

Un nuevo capítulo ha comenzado en la lucha por desintoxicar la información en internet.

Álvaro Montes
3 de junio de 2017

El mundo se ha tomado en serio esto de las noticias falsas. Nadie quiere que con información intencionalmente torcida se gane una elección presidencial, se cambie el rumbo de una nación. Y las grandes compañías tecnológicas, que han estado en el ojo del huracán porque son ellas las que permitieron este engendro, realmente parece que quieren arreglar las cosas. Pero con 1.000 millones de sitios web, ¿se puede efectivamente poner fin a los engaños, el matoneo y la maledicencia en las redes sociales?

Google puso en marcha un sistema de verificación de hechos en las noticias y búsquedas. Para ello logró la ayuda de International Fact-Checking Network, cuyos editores (humanos) ponen una etiqueta al final de la noticia cuando los datos han sido verificados. Lo malo: el mismo director de Google News, Richard Gingras, explica que esta información no estará disponible para cada resultado de búsqueda y puede haber páginas en las que distintos editores verificaron lo mismo y llegaron a conclusiones diferentes. Google no hace los chequeos, sino organizaciones independientes, de las que hay al menos 115 en todo el mundo dedicadas a la verificación de hechos, dos de ellas operando en Colombia (La Silla Vacía y Colombia Check). Facebook ha puesto en marcha un sistema de etiquetado similar, por ahora en 16 países, en alianza con First Draft, una organización especializada en el tema.

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La Silla Vacía en particular trabaja en una iniciativa como esta, a la que bautizó el “detector de mentiras”, que chequea discursos y declaraciones ante los medios, de figuras públicas, y examina la veracidad de sus afirmaciones. El detector examinó la carta que Álvaro Urbe envió al Congreso de Estados Unidos y encontró que de las 27 afirmaciones que tiene la misiva solo 3 son ciertas, 6 son engañosas, 5 son falsas, 4 debatibles, 4 inchequeables, 3 son apresuradas y 2 exageradas, según una escala de verdad que aplican a cada información. No se puede acusar de ‘castro-chavista’ al detector de La Silla. También precisó que no es cierto, como cree la mayoría de la gente en las redes sociales, que Álvaro Uribe fue el autor de la controvertida Ley 100 que reformó el sistema de seguridad social en el país en 1993. En realidad, fue una iniciativa del gobierno de César Gaviria promovida por su ministro de Trabajo Luis Fernando Ramírez. El detector de mentiras acaba de ser extendido para que incluya las cadenas de información en WhatsApp, en donde circulan por estos días increíbles afirmaciones falsas sobre el proceso de paz.

Google extendió su esfuerzo también a YouTube, mediante el programa Internet Citizens, una serie de conferencias en streaming dirigidas al público juvenil, para que aprenda a identificar la veracidad de los contenidos alojados en la más popular plataforma de video compartido del mundo. El video viral de un águila llevándose a un bebé en sus garras en un parque era un montaje que podía ser identificado fácilmente con el plugin Frame by Frame, disponible para los navegadores más populares.

Tras la victoria de Donald Trump, el dedo acusador se digirió a Facebook porque fue principalmente allí en donde circuló la campaña de mentiras falsas que, se cree, ayudaron al triunfo republicano. Europa, que afronta un calendario electoral importante durante este año, reaccionó presionando a Facebook para solucionar el problema y evitar situaciones similares en las elecciones francesa, británica y alemana. No se sabe si las medidas tomadas por Facebook han sido efectivas, pero al menos en Francia la ultraderecha no logró el milagro digital que esperaba y que se sabe había planeado a la luz de la experiencia norteamericana.

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Facebook eliminó la semana pasada miles de cuentas falsas que estaban orientadas hacia la próxima campaña en Reino Unido y publicó en algunos de los diarios más importantes (The Guardian, The Times, The Telegraph, entre otros) instrucciones para ayudar a los lectores a detectar noticias falsas en la red.

Después de que un criminal transmitió en vivo el asesinato de un anciano el pasado 17 de abril, Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, anunció que contratará este año a más de 3.000 personas para monitorear el contenido indebido, quienes se sumarán a los 4.500 que ya trabajan en esta tarea. Está visto que los algoritmos no hacen bien su trabajo. Las plataformas de internet dejaron en manos de un software inteligente la identificación de contenido problemático, pero fallaron con demasiada frecuencia, como cuando censuraron una foto de la niña vietnamita huyendo de las bombas de napalm porque el algoritmo la identificó como “mujer desnuda”.

El fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, anunció la inauguración de un proyecto para combatir las noticias falsas en internet: se llama Wikitribune y funcionará como un diario “neutral” que solo publicará información verificada profesionalmente por periodistas y editores y será financiado con el mismo modelo con el que se patrocina la popular enciclopedia en línea, las donaciones del público. Nada de publicidad ni interés político en medio para asegurar la idoneidad de la información. Suena quijotesco, pero así sonaba el proyecto Wikipedia cuando nació y debía enfrentar a las poderosas enciclopedias Británica y Encarta, a las cuales derrotó en la preferencia del público y en la credibilidad de sus contenidos.

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El problema principal radica en que la identificación de noticias falsas requiere de un esfuerzo intelectual del internauta, algo para lo que precisamente él no está preparado. A la mayoría de las personas les gustan Twitter y Facebook porque les llegan mensajes muy condensados que en pocas palabras les dicen lo que ellos quieren escuchar. Un estudio reciente de la Universidad de Columbia encontró que el 59 por ciento de quienes comparten noticias en sus muros de Facebook ni siquiera las leyeron, solo las comparten porque les gustó el título. Y la estrategia inversa, la de equipos de editores dedicados a verificar la veracidad de la información, solo cubre una parte minúscula de las cataratas de contenidos que circulan en las redes sociales. Pero había que comenzar de alguna manera y en los primeros cinco meses del año ya corren numerosas estrategias para controlar el problema.n

Cómo identificarlas: consejos para los lectores

Aunque parezca fácil identificarlas, millones de personas creen en las noticias falsas, aun en las más inverosímiles, como las que circularon hace poco en las que se anunciaba que la tienda H&M regalaría 100.000 pesos a cada ciudadano, o que solo quedaban 500 cuentas gratuitas en WhatsApp, o que los pensionados perderán sus mesadas para dárselas a los guerrilleros de las Farc.

Las recomendaciones mínimas para identificar noticias falsas son:

Lea la noticia completa antes de compartirla. Busque la misma noticia en medios con buena reputación y haga ‘triangulación’ para verificar si ya ha sido publicada. Desconfíe de titulares excesivamente impactantes o escandalosos. Bill Gates no está regalando la mitad de su fortuna a quienes compartan el mensaje con diez contactos. También de fotografías demasiado retocadas o videos claramente manipulados. Revise si la información cita fuentes reales y verificables. Revise la URL del sitio web que publica la noticia. Suelen ser parecidas, pero no iguales a las direcciones de medios reconocidos. Aplique ‘plugins’ de búsqueda reversa de imágenes, como RevEye y otros, que rastrean la foto original y su fuente.