Tecnología
La forma correcta de desechar las pilas descargadas; tirarlas a la basura podría tener graves consecuencias
Desechar las pilas adecuadamente no es complicado, pero sí requiere conciencia y compromiso.

En la vida moderna, las pilas son elementos indispensables. Se utilizan a diario en controles remotos, relojes, juguetes, cámaras, linternas, termómetros digitales y un sinfín de dispositivos portátiles. Sin embargo, pocas veces se reflexiona sobre su destino final una vez que se descargan. ¿Dónde deben depositarse? ¿Es correcto arrojarlas a la basura común? La respuesta es clara: no. Las pilas usadas deben ser tratadas como residuos peligrosos, y su disposición adecuada es esencial para proteger el medio ambiente y la salud pública.
Con frecuencia, al terminar su ciclo de vida, las pilas acaban en el bote de basura doméstico. No obstante, muchas personas desconocen que, según la Secretaría de Ambiente de Bogotá, estos elementos contienen metales pesados como mercurio, cadmio, plomo y litio, altamente contaminantes.
La Secretaría de Ambiente promueve el adecuado cierre del ciclo de vida de los residuos peligrosos, con el fin de evitar daños a los ecosistemas, a través de programas posconsumo y de gestores registrados en su visor.

Cuando las pilas son arrojadas a vertederos o incineradas junto con otros desechos, los metales que contienen pueden filtrarse al suelo y al agua, contaminando los ecosistemas y entrando en la cadena alimentaria. Por ello, expertos hacen hincapié en la necesidad de darles un tratamiento especial para prevenir cualquier tipo de daño.
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Además, en ciertos casos —como el de las baterías de litio— existe riesgo de incendio o explosión si estas se dañan o se exponen a altas temperaturas.
¿Qué tipos de pilas requieren un manejo especial?
Todas las pilas deben manipularse con precaución, pero se debe prestar especial atención a las siguientes:
- Pilas alcalinas (AA, AAA, entre otras)
- Pilas botón (utilizadas en relojes, calculadoras y audífonos)
- Baterías recargables (de teléfonos móviles, cámaras y computadoras portátiles)
- Baterías de litio (presentes en numerosos dispositivos electrónicos modernos)
De acuerdo con la entidad, la manera correcta de proceder con estos residuos es a través de los más de 800 puntos de recolección de pilas y acumuladores habilitados en Bogotá. Estos se encuentran comúnmente en tiendas, almacenes de cadena e instituciones educativas.
“Una vez se identifica el punto más cercano en la página web, la ciudadanía puede llevar baterías de celulares, computadores portátiles, todo tipo de pilas y otros elementos generadores de energía para su disposición adecuada”, afirman desde su web.

Una vez recolectadas, las pilas se trasladan a plantas especializadas donde son sometidas a procesos para recuperar materiales reutilizables como zinc, acero, níquel o cobalto. Aquellos componentes que no pueden ser reutilizados se confinan bajo condiciones seguras, con el fin de evitar impactos negativos en el entorno. Este tratamiento requiere tecnología específica, razón por la cual es fundamental entregarlas en puntos autorizados.
Desechar correctamente las pilas no es una tarea compleja, pero sí exige conciencia y compromiso. Separarlas, almacenarlas de forma adecuada y llevarlas a un sitio de recolección autorizado son acciones simples que pueden generar un gran impacto positivo. Cada pila cuenta, y su correcta disposición es una forma concreta de contribuir a un mundo más limpio y saludable.