MOVILIDAD
El importante guiño de la SIC a Uber
La Superintendencia publicó un informe en el que señala que el decreto de taxis de lujo que expidió el Mintransporte no soluciona los problemas de fondo que tienen conductores y pasajeros.
Semana.com tuvo acceso a un documento que le envió la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) al Ministerio de Transporte. El tema: un análisis jurídico y de competencia sobre el decreto que expidió la cartera para incluir un nuevo servicio de taxis de lujo. La reglamentación que fue presentada por la entonces ministra Natalia Abello y el propio vicepresidente Germán Vargas Lleras no salió bien librada del juicio de la SIC.
De acuerdo con el análisis que hizo la SIC, el decreto no termina por solucionar los problemas de asimetría que tiene el mercado de la movilidad de pasajeros en Colombia. Aunque la Superintendencia reconoce que las bases de la reglamentación son positivos, concluye que no termina de solucionar los problemas de demanda y acceso que tiene un sector de usuarios que busca movilizarse de forma segura por las ciudades del país.
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El mismo diagnóstico tiene un apartado especial para las plataformas disruptivas, en clara referencia a Uber, a pesar de que no lo mencionan directamente. “Estas plataformas han colaborado para resolver eficazmente problemas de asimetría de información y de coordinación, dado que permiten conocer los datos del conductor, planificar rutas, contratar una tarifa dinámica, desglosar la tarifa, evaluar con consecuencias a la contraparte, conocer en tiempo real la disponibilidad del servicio”.
Desde el año 2015, la SIC se ha mostrado a favor de la innovación para resolver los problemas que aquejan tanto al gremio de los taxistas, como a los propios usuarios y ni hablar de todos los involucrados con las plataformas como Uber. El ente, en cabeza de Pablo Felipe Robledo, señala que las regulaciones deben promover la innovación en vez de detenerla o ponerle condiciones.
Además, la SIC hizo un análisis sobre el mercado de transporte individual de pasajeros en Colombia. Respecto a los usuarios, que al final son los más importantes, la Superintendencia insistió en que todavía hay una demanda que actualmente no está cubierta por la oferta –en este caso los taxistas y el transporte convencional de lujo- y existen altos niveles de insatisfacción por parte de los pasajeros.
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Innovación imparable
Pero el informe no fue el único guiño que recibió Uber por parte de la SIC. Semana.com también conoció una carta enviada por la Superintendencia al Ministerio de Transporte en la que recomienda “establecer que la habilitación de la plataforma tecnológica ante el ministerio de Transporte sea suficiente para entrar en operación, sin necesidad de que tenga que demostrar una relación comercial con una empresa de transporte”.
En la carta, dirigida a Ayda Lucia Ospina, directora encargada de Transporte y Tránsito del ministerio y fechada el 6 de junio del 2016, la SIC aborda el corazón de la discusión respecto a Uber en Colombia. La empresa americana siempre se ha negado a convertirse en empresa de transporte. Desde su llegada al país, la aplicación ha insistido en que es una empresa tecnológica que sirve como intermediaria entre conductores y pasajeros. Para la SIC, “la innovación no se puede detener con microregulaciones”. Esto en clara referencia a los marcos jurídicos que todavía tienen acorralado a Uber y por los que todavía son considerados como “ilegales”.
Esta posición de la Superintendencia ha sido cuestionada por expertos en temas tecnológicos. Por ejemplo, Pablo Bello, de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones, le explicó a Semana.com que más temprano que tarde, “plataformas como Uber serán alcanzadas por la regulación o en el mejor de los casos los competidores serán mejor regulados para que la competencia sea justa”.
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Lo cierto es que este guiño de la SIC repite un fenómeno que se viene repitiendo en la Administración Santos: el fuego amigo. Mientras el ministerio y la Superintendencia de Puertos y Transporte tienen una posición férrea respecto a Uber, otras dependencias como la SIC apuestan por promover la innovación y la competencia. Al final ¿quién prevalecerá?